Cristián Soto, Emol
SANTIAGO.- Desde hace cuatro décadas que los shows de Kiss se inician de la misma forma: suena una voz por los parlantes que dice "¿quieren lo mejor?", pues ahí lo tienen. El mejor show del planeta: Kiss.
Lo que viene después es más o menos conocido: Gene Simmons manejando una antorcha al final de "Hotter than hell", o Paul Stanley interactuando con el público, asumiendo su rol de frontman, de nexo de la banda con el público.
Y también, como no, es el gran y aparatoso montaje que caracteriza a todo espectáculo de Kiss.
Para esta ocasión, el grupo se tomó muy en serio ese aspecto, porque cerca de 80 toneladas fueron las que ingresaron por aduana para montar el acto de cierre de este Maquinaria.
En su tercera visita a nuestro país, la novedad vino entonces de parte de Monster, trabajo que editó Kiss durante este año y el que es el elemento central de toda la parafernalia que monta el grupo.
Así, clásicos como "Detroit rock city" o "God of thunder" se mezclaron con temas de la nueva producción, como "Hell or hallelujah" y "Outta this world".
Lo cierto es que Kiss, fuera de toda critica, puso en el cierre de la jornada sabatina de Maquinaria Festival 2012 lo que prometió: un espectáculo lleno de pirotecnia y, como no, mucho rock and roll.
