Jodie Foster
EFENUEVA YORK.- Participó en 50 películas de cine y televisión, se convirtió en una polémica estrella con mucho "sex appeal" y recibió una nominación al Oscar, todo ello siendo aún niña. Jodie Foster era el prototipo de estrella infantil. Pero al contrario que muchos otros niños prodigio, ella sí consiguió continuar su estelar carrera como adulta.
Éxitos mundiales de taquilla y películas de culto la han hecho merecedora de dos Oscar. Incluso dio el salto a la dirección, aunque con resultados desiguales. Mañana, Jodie Foster cumple 50 años.
Su padre abandonó a su madre antes de que ella naciera, como la menor de cuatro hermanos. La pequeña se llamó Alicia Christian y su madre deseaba que emulara a su hermano. Si "Buddy" era ya una estrella infantil con ocho años, ¿por qué no iba a tener talento ella? Y lo tenía: con tres años participó en anuncios publicitarios, después en el "Doris Day Show" y finalmente en películas. Incluso se puso un nombre artístico, o varios, pues a veces aparecía como Jodi, otras como Jody y, finalmente, Jodie Foster.
Después llegó "Taxi Driver". Al lado de Robert de Niro, dio vida a una prostituta cuando tan sólo tenía 13 años. Aquello desató un gran escándalo, pero también un gran éxito: por muy polémico que fuera su papel, todos estaban de acuerdo en que la pequeña Foster actuaba increíblemente bien. Tan bien, que incluso fue nominada a un Oscar.
Y tan bien que un tal John Hinckley se obsesionó con ella y la quiso impresionar a cualquier precio. En marzo de 1981 disparó contra el nuevo presidente Ronald Reagan, hiriéndolo de gravedad. Aún hoy, Foster corta las entrevistas cuando aparece el nombre de Hinckley.
En su juventud, interrumpió sus estudios en la universidad de Yale debido al revuelo mediático, pero más tarde terminó con "magna cum laude". Sin embargo, ante las cámaras no le iba bien: "El hotel New Hampshire", "Five Corners" o "Stealing Home" fueron un fiasco. Por eso, para su siguiente papel tuvo que pasar una dura prueba. Lo consiguió y en 1988 encarnó a la víctima de una violación en "Acusados", que le valió su primer Oscar.
Después llegó el siguiente patinazo con "Catchfire", pero consiguió un papel que Michelle Pfeiffer había abandonado por tratarse de un tema de mal gusto: asesinatos en serie, canibalismo y obsesión sexual. Así, Foster dio vida a la joven agente del FBI Clarice Starling en "The Silence of the Lambs". La película de terror costó 19 millones de dólares y cosechó casi 273 millones. Se llevó el Oscar en las cinco categorías principales y el duelo entre el genial maníaco Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) y la atemorizada pero firme Starling hizo historia.
El filme desató enconadas críticas de organizaciones homosexuales y pro vida, porque uno de los asesinos en serie era gay. En este sentido, la actriz siempre abogó por los derechos del colectivo homosexual; de hecho, desde hace años se rumorea que es lesbiana. Foster no habla de su vida privada, tampoco del padre de sus hijos Charles y Christopher.
Después de "The Silence of the Lambs" llegó su debut como cineasta con "Little Man Tate", aunque sus principales éxitos los logró con películas al más puro estilo Hollywood como "Sommersby", "Maverick", "Contact" o "Panic Room". Sus otros dos trabajos tras las cámaras, "Home for the Holidays" y "The Beaver", también decepcionaron. Con todo, en enero recibirá el Globo de Oro a su trayectoria, y con sólo 50 años.