Las actuaciones de Clint Eastwood y Amy Adams entregan solidez al sencillo guión de Randy Brown. La cinta es apta parta todo público.
EFESANTIAGO.- 19 años después de rodar "En la línea de fuego" junto al cineasta Wolfgang Petersen, Clint Eastwood se atreve a protagonizar una película que no es dirigida por él. La decisión se debe a que el hombre detrás de la cámara es su amigo y colaborador Robert Lorenz.
En más de 20 proyectos Lorenz secundó a Eastwood, como asistente, o director de segunda unidad o productor. Juntos lllevaron a cabo filmes como "Río Místico" o "Cartas desde Iwo Jima", con los que postularon a los Oscar. La asociación entre ambos fue siempre exitosa, y ante el debut de Lorenz como cineasta, su mentor estuvo allí para apoyarlo.
En este primer trabajo con Lorenz al mando de la dupla, Eastwood interpreta al quisquilloso Gus Lobel, un buscador de talentos para el equipo de bésibol Atlanta Braves.
Pese a que el ritmo del negocio es cada vez más rápido y moderno, Lobel no tiene interés en cambiar sus papeles por un computador, y menos aún en obedecer a quienes le podrían ayudar a mantener su trabajo.
Cuando sólo le quedan tres meses de contrato con el equipo, comienza a tener problemas a la vista. Ante esta situación, su hija Mickey (Amy Adams) lo acompañará a observar al que debería ser el próximo gran fichaje del equipo.
El viaje de ambos sirve de excusa para revivir los conflictos que tienen desde que ella era una niña, cuando él enviudió y la envió a vivir con un tío. (Ver tráiler).
Aunque el guión del debutante Randy Brown es sencillo y sin mayores pretenciones, la cinta logra mantenerse sólida gracias a las actuaciones de Eastwood y Adams, junto al resto de un elenco en que destacan John Goodman y Justin Timberlake. (Ver cartelera).