MÉXICO.- Madonna no cree en la supuesta profecía maya del fin del mundo, pero sí avala la teoría de que se avecina una nueva era para los seres humanos.
"Hemos escuchado mucho sobre el calendario maya y el fin del mundo, pero yo no creo nada de esa mierda", dijo Madonna a las 55.000 personas que se reunieron ayer en el Foro Sol de la capital mexicana para presenciar la primera parada de su gira mundial MDNA en Latinoamérica.
"He hablado con grandes chamanes y me han explicado que hemos malinterpretado los mensajes. No se trata del fin, sino de un nuevo comienzo para los seres humanos", agregó.
La Reina del Pop recurrió a la expresión "¡Sagarra jo!", que en lengua euskera significa "te amo" y que da título a una canción interpretada por Kalakan, el trío musical vasco que la acompaña en su gira, para hablar sobre lo que muchos consideran el fin del calendario largo de esa civilización mesoamericana y un inminente apocalipsis.
Arqueólogos y expertos en la cultura maya coinciden en que el 21 de diciembre de 2012 es el fin del 13er baktun, un ciclo maya de 394 años, y el comienzo de una nueva era.
La cantante de 54 años también aprovechó el momento en que sus miles de seguidores repetían con júbilo "¡Sagarra jo!", durante la primera de las dos presentaciones que Madonna ofrecía en la Ciudad de México, para enviar un mensaje de paz. "Echemos abajo los malos pensamientos, las diferencias y todo aquello que nos separa, porque todos somos iguales", dijo.
Antes de ese momento de reflexión, la Reina del Pop ya había llevado al público mexicano al éxtasis con un espectáculo impresionante, que envuelve un gigantesco escenario diseñado por Mark Fisher, un séquito de 22 bailarines, un vestuario que incluye prendas diseñadas por Jean Paul Gaultier, Jeremy Scott y Truth or Dare -la propia firma de Madonna- y algunos de los éxitos que la han catapultado como un icono de la cultura pop.
Ataviada con un traje de cuero, la cantante subió al escenario a las 22:30 horas, tras la actuación del DJ británico Paul Oakenfold como número abridor, para iniciar su espectáculo que plasma una metáfora de un viaje de la oscuridad a la luz.
Dividido en los actos "Transgression", "Prophecy", "Masculine/Femenine" y "Redemption", Madonna logró aumentar la pasión de sus seguidores canción tras canción al ir de lo religioso a lo sensual, y de lo irreverente a lo político con canciones como "Girl Gone Wild", "Revolver", "Papa Don't Preach", "Hung Up", "I Don't Give A", "Express Yourself" y "Turn Up The Radio".
"¿Qué pasó, México?", dijo la también productora y actriz en español al público a manera de saludo para luego dar paso a un repertorio que también incluyó las canciones "Masterpiece", "Justify My Love", "Vogue", "Human Nature", "Like a Virgin", "Nobody knows me", "Like a Prayer" y "Celebration".
Uno de los momentos más emotivos de la velada se dio cuando Rocco Ritchie, hijo de esta diva musical y del director británico de cine Guy Ritchie, subió al escenario como parte de su séquito de bailarines para bailar con su madre "Open Your Heart".
Tras el segundo concierto que Madonna ofrecería hoy en el mismo foro, la cantante viajará a Colombia, Brasil, Argentina y Chile para concluir la parte latina de su novena gira, considerada la más ambiciosa en más de 30 años de carrera musical.