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Ojo (y oído) con la raíz

Esta semana termina el ciclo "Oye la raíz" que el guitarrista chileno organizó durante todo noviembre en el Anfiteatro Bellas Artes Viajeinmóvil del Museo Nacional de Bellas Artes. Aquí Simón González hace una retrospectiva de todos sus invitados y multiplica su música con la de ellos.

28 de Noviembre de 2012 | 19:11 |

Durante este mes ha sido el gestor y el anfitrión de un ciclo de diez conciertos y además ha subido al escenario a tocar la guitarra como acompañante, protagonista y/o músico invitado en ocho de ellos. Es el guitarrista y compositor Simón González, quien en noviembre presentó en el Anfiteatro Bellas Artes Viajeinmóvil del Museo Nacional de Bellas Artes la temporada "Oye la raíz", serie de presentaciones que termina este fin de semana (ver recuadro) con la última jornada doble.

A lo largo de cinco noches de viernes y a razón de dos grupos o solistas cada vez, pasaron por ese escenario el cantante Hugo Moraga y el grupo Entrama (viernes 2 de noviembre), Simón González 4eto y Magdalena Matthey (9), el dúo de Daniela Conejero y Simón González además de Elizabeth Morris (16), los cantantes Federico Wolf, de Uruguay, y Mario Rojas (23) y el dúo entre Simón González y Daniel Delgado y el Sagare Trío, formado por Juan Antonio Sánchez, Emilio García y Antonio Restucci (30).

Es la más reciente iniciativa de Simón González, un hombre que ha colaborado como guitarrista con Entrama, Magdalena Matthey, Juan Antonio Sánchez y Congreso, grupo donde toca su padre, el baterista Sergio Tilo González. Tras vivir en Francia entre 2004 y su regreso en noviembre de 2011, el guitarrista fue premiado en la octava versión del concurso de compositores Luis Advis 2012 con el primer lugar en el género de raíz folclórica, por su tema instrumental "Nortinohuay".

-Es una música inspirada en algunos ritmos del norte de Chile, del Perú y Bolivia, donde estuve el año pasado y este año también recorriendo -explica-. Gente, lugares y música maravillosa. Imposible quedarse con las manos cruzadas frente a ese estímulo tremendo de arte con vestido de ser humano. La música cuenta la historia de un personaje de la montaña que vive toda su vida en su pueblo, hasta que un día se da cuenta que tiene que dejarlo por un tiempo para adquirir nuevas experiencias en lugares aún desconocidos.
 
Dos dúos y un cuarteto
 
Dos dúos y un cuarteto son los grupos que el guitarrista integra como músico estable. El más reciente es su propio Simón González 4teto, que debutó el pasado 9 de noviembre, integrado además por Andrés Pérez (saxo), Marcelo Córdova (contrabajo) y Carlos Cortés (batería). "Toma elementos de la música popular latinoamericana, del jazz, de la música docta también, diversas influencias, y cada vez que lo tocamos van saliendo nuevas cosas", dice.

A dúo con Daniela Conejero empezaron a tocar en Francia y, ya de vuelta en Chile, publicaron el disco Pasajero (2012). "Hemos tenido una muy buena recepción de la gente que ha escuchado el disco y que ha ido a los conciertos", dice él. "Creo que el público aprecia lo distinto de la forma en que se presentan las canciones latinoamericanas en un formato a dúo, como también las canciones de Daniela incluidas en el disco. Se realzan otros aspectos de la interpretación, hay más interacción directa entre nosotros, y una búsqueda constante de cómo construir las canciones con los elementos que tenemos, que son finalmente una guitarra, dos voces y percusión".

Y más nueva es su dupla con el guitarrista Daniel Delgado, aunque ambos se conocen desde cuando acompañaban a la cantante y autora Mariela González (madre de Simón González) a comienzos de la década pasada. Luego Simón González colaboró en el disco Imaginario, de Delgado, y ambos formaron el dúo a comienzos de 2012, con un par de conciertos iniciales en el Cuzco en febrero. "Estamos tocando sobre todo composiciones de su autoría, a dos guitarras", explica. "Guitarra sincera y luminosa".

Además del repertorio instrumental de los inicios, en los últimos meses ambos han agregado canciones de autores como el argentino Carlos Aguirre, Juan Quintero, Mariela González y el propio Delgado. "Corresponde más que nada a la inquietud de cantar de Daniel, cosa que comparto, pero creo que él hace mejor que yo", se ríe González. "Por ahora son simplemente ganas de cantar canciones que nos gusta escuchar, y hacerle alguna pequeña novedad por ahí para que suene más parte de nosotros".

También hay nuevos repertorios para un segundo disco compartido con Daniela Conejero. "Seguramente saldrá el próximo año. Como en el primero buscamos hacer una 'relectura de Latinoamérica' estando en París, ahora la idea es hacer una versión de música de distintos lugares del mundo que tuvimos la oportunidad de conocer y que tocamos con los representantes de cada uno esos lugares".
 
Más que incorporación, invitación
 
Con sólo una fecha restante en "Oye la raíz", Simón González ya puede ensayar una retrospectiva de la temporada.

-¿En qué te fijaste para escoger a los músicos de este primer ciclo?
-En que fueran todos creadores de su música, y que estén en búsqueda de una estética donde se fusionen los elementos del folclor latinoamericano con los de la "música popular del mundo". Creo que es fundamental reconocer cuales son los elementos que hacen que uno sea de un lugar especifico, sentirse identificado con ellos, y que sea ése el punto de partida al momento de crear, para seguir desarrollando un lenguaje de una música chilena, donde la música dibuje nuestra identidad.

-¿Qué elementos te llaman la atención en la música de Hugo Moraga?
-Muchas cosas. Lo actual que siempre ha sonado, por ejemplo. Cada vez que escucho una canción nueva del Hugo, porque siempre tiene una nueva, hay algo que me hace detenerme un momento. Sea la melodía o la manera de disponer de la armonía despojada de estructuras, que lleva la música a espacios distintos a lo que se escuchan en general en la música popular. La forma de arreglar sus canciones en las guitarras, y sin hablar de sus textos que son sólo maravillas. Es una música que siempre va un paso adelante. Moraga es una persona conectada y consciente con lo que está pasando en el mundo y creo que siempre lo ha sido. Asimismo su manera de escuchar y seleccionar lo que escucha. Todo eso se refleja en su música.

-¿Cómo se da esa mezcla de generaciones entre él y Tilo González por un lado y tú y el bajista Federico Faure por el otro, en el cuarteto?
-Nos entendemos bastante bien los cuatro. Compartimos ideas musicales relativamente parecidas, y cuando no es así se proponen cosas nuevas hasta que llegamos a una idea final.

Con Entrama el guitarrista participó además como invitado en el reciente disco del grupo, Año luz (2012). "Aparte de ser todos muy buenos instrumentistas, la cantidad de buenos compositores que hay y han existido en el grupo me parece notable", dice. "Además de la persistencia de seguir juntos después de tanto tiempo. Es uno de los grupos que han sabido fusionar y realizar una música instrumental con bellas texturas y elementos característicos nuestros de la música nortina, del sur, urbana y latinoamericana en general".

-¿Desde cuándo estás tocando con Federico Wolf y qué te parece él como autor e intérprete?
-Con Federico tocamos la primera vez en Francia a principios del año pasado (2011), si no me equivoco, en un festival en (la provincia de) Picardie. Estuvo muy lindo eso, tocamos con Daniela (Conejero) también. Siempre me gustó la manera en que enfrenta las canciones con su voz y su guitarra impecable, asomando los ritmos de su tierra de distintas maneras… muy bonita música.

-¿Cómo ha sido tu incorporación al grupo de Mario Rojas, y cuál es tu contribución musical al grupo, que en este caso ya viene tocando tiempo antes?
-En general, con todos los artistas, más que una incorporación al grupo es una invitación a realizar un concierto de una manera distinta. En el caso de Mario esta vez le propuse tocar yo la guitarra junto a Felipe (Bravo) y que él cantara solamente, para generar distintos ambientes y aportar algo nuevo en el acompañamiento. Al principio le gustó la idea… y después se sentía incómodo de no tener la guitarra al cantar (se ríe). En fin, estuvo bonito de todas maneras.

-¿Qué paralelos ves entre Magdalena Matthey y Elizabeth Morris, que presentaron sus respectivo discos nuevos, Viaje al corazón de Congreso y Pájaros? ¿Qué tienen en común y qué rasgos específicos distingues en cada una?
-Son artistas muy importantes dentro de lo que se llama la música "fusión latinoamericana". Las dos componen y muy lindo, son muy talentosas y creativas. Y hay diferencias notables al escuchar a cada una, en la estética y la sonoridad con que presentan su música, por ejemplo. Componen desde la raíz latinoamericana pero desde ángulos distintos. Creo que los colores que surgen al escuchar la música de Elizabeth son notoriamente latinoamericanos: las frases musicales, los instrumentos y el modo de utilizarlos, la mezcla de timbres y la incorporación de elementos del folclor de distintos países, con los que logra texturas bellísimas y muy representativas.

"Magdalena utiliza elementos del folklore latinoamericano al componer, pero para generar una sonoridad distinta", agrega. "Son instrumentos más ligados a la música popular, no siempre representativos de un lugar físico latinoamericano: pueden ser de muchos lugares simultáneamente, todo depende de cómo se utilicen en sus canciones. Es una visión un poco más mundial de la música, de fusionar y proponer nuevas maneras de mostrar una música proveniente de Latinoamérica".
 
Tres guitarras, tres lenguajes

La fecha restante de la temporada corre por cuenta del dúo entre González y Delgado y del Sagare Trío, formado por los aludidos Juan Antonio Chicoria Sánchez, Emilio García y Antonio Restucci. "Los tres son grandes músicos e instrumentistas. Cada uno ha hecho un gran aporte a la música y me interesa la mezcla que se genera entre ellos, los distintos lenguajes que tiene cada uno en la guitarra".

-¿Cuáles?
-Emilio siempre estuvo principalmente en la fusión jazz-rock, Restucci desde la fusión más latinoamericana con la guitarra acústica y la mandolina con influencias del flamenco y el jazz, y Chicoria también con mil influencias, del folclor y la música popular latinoamericana, siempre en la búsqueda de una guitarra con identidad muy bien lograda, una mezcla entre lo popular y lo docto lindísima. Además en el trío incorporan el acordeón y el guitarrón cuyano que toca Chicoria también. Me parece muy valioso que se junten en Sagare Trío. De hecho, yo no sé como no se les ocurrió antes.

-En tres de los grupos de este ciclo tocaste con Tilo González en la batería. ¿Cómo definirías la comunicación musical que hay entre ustedes dos?
-Es muy natural la verdad, y muy lindo el poder hacerlo. Gran músico mi padre. Ni siquiera lo pienso mucho. Creo que nos conocemos lo suficiente como para transmitirnos de la manera precisa lo que cada uno quiere al momento de tocar. Es cosa de escucharnos simplemente.

-Una duda: ¿estás tocando como integrante estable de Congreso?
-No. Sólo como músico invitado.

-¿Te llama la atención que, desde la partida de tu tío Fernando González como guitarrista del grupo, Congreso haya seguido funcionado sin necesariamente tener guitarra acústica ni eléctrica? ¿No se echa de menos la guitarra?
-No, para nada. Creo que son períodos distintos. La música de Congreso es muy diversa. Creo que hay mucha música que una guitarra no sería un real aporte. Podría llegar a serlo también, sí, pero creo que no es necesario. Es muy bonita la sonoridad que han logrado sin una guitarra, es el sonido propio de Congreso.  Ahora por supuesto que hay música como el vals "Días atrás un árbol me preguntó" o "Canción de la Verónica " que sin guitarra es muy distinto, y ahí sí estoy de acuerdo en que hace falta. En general cuando hay conciertos donde hacen una sección más íntima y acústica, me llaman como músico invitado.

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