Más voces por Patagonia

Fue convocado como un acto cultural de cierre de la temporada 2012 en las actividades de la campaña Patagonia Sin Represas, pero en los hechos fue sobre todo un primer anticipo de la agenda que mantendrá ocupado en 2013 a este movimiento de defensa del ecosistema de la región de Aysén frente al impacto ambiental del cuestionado megaproyecto hidroeléctrico HidroAysén. Y el festival celebrado al el pasado domingo 9 de diciembre frente al Museo Nacional de Bellas Artes en la capital fue además una nueva demostración de la sintonía que esta causa tiene con diversos músicos populares chilenos.
 
-¿Qué es lo que está escrito en la guitarra de Joe? -preguntó temprano al público sobre el escenario como anfitrión del encuentro Juan Pablo Orrego, presidente de Ecosistemas, una de las diversas organizaciones no gubernamentales unidas en el Consejo de Defensa de la Patagonia Chilena y convocantes al acto. "El arte es un arma de lucha", es la frase escrita a mano sobre la guitarra con que Joe Vasconcellos salió a animar al público cuando todavía no eran las cuatro de la tarde, y al mismo tiempo es una consigna fiel a la convicción de los diez grupos y solistas que se presentaron bajo el llamado de "¡Juntos desenchufemos Hidroaysén!" en vivo y al aire libre.
 
Ya había abierto la jornada el trovador Alonso Núñez, de Coyhaique, hijo de la misma región de Aysén, quien rubricó su actuación inaugural con la protesta contenida en la canción "Con la rabia", incluida tanto en su disco Volviendo a ser un pez (2011) como en el compilado Voces X Patagonia (2009) que diversos artistas grabaron hace tres años para esta campaña. Luego el citado Joe Vasconcellos, en compañía de un trío de guitarra, bajo y bongó, vino a subir la temperatura de esa hora ya calurosa con impactos a toda prueba como "Las seis" o "Mágico" y con una rockera versión de su éxito "Hijo del sol luminoso" compartida con los porteños Kaskivano y la Fábrica de Chocolates como invitados. Pero también partió su intervención con otra canción de motivación ambientalista, "Los peces no gritan (Un pez)", de su disco Banzai (2005), compuesta contra la devastación provocada por el sistema de pesca de arrastre.
 
Porque tanto en la música como en las intervenciones de diversos voceros, durante toda la tarde, la convocatoria por una Patagonia Sin Represas trascendió a otras causas afines. Dirigentes de la Federación de Sindicatos Bicecorp denunciaron prácticas antisindicales de las empresas del grupo Matte, mismo conglomerado económico vinculado a la propiedad de HidroAysén. Hubo alusiones al proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, que compromete a la mayor cueca hídrica de la Región Metropolitana; así como a la situación de la planta de la empresa Agrosuper en Freirina y la reciente aprobación de la central termoeléctrica Punta Alcalde, de Endesa, ambas en la provincia de Huasco, región de Atacama. Con especial claridad lo dijo Teresa Nahuelpan a nombre de las comunidades de pescadores que se oponen a la construcción de un ducto de Celulosa Arauco en Mehuín, región de Los Ríos. "No estamos luchando por el mar para ponerle una bandera como allá en el norte", afirmó, en alusión a la controversia de límites entre Chile y Perú. "Estamos luchando porque el mar nos da la vida".
 
En paralelo los mismos planteamientos se extendían a los versos de canciones como "No!", de Villa Cariño, con estrofas dedicadas a Pascua Lama o a la Patagonia libre de represas, aunque la numerosa banda que encabeza de Max Vivar también vino a dar una prueba más de lo populares que son éxitos cumbieros de títulos como "Clandestino" o "Borracho" grabados en sus tres discos a la fecha. Un fervor similar pero con los argumentos opuestos, es decir sólo con voz y guitarra acústica, despertó Manuel García, que horas después de haber actuado ante un Estadio Nacional lleno con motivo de los cien años de Partido Comunista de Chile vino ahora a sumar un puñado de canciones íntimas como "Piedra negra" y "El viejo comunista". Y un tercer contraste marcaron Los Vásquez, el dúo también originario de la región de Aysén que generó la misma pasión con baladas melódicas de alto impacto radial como "Miénteme una vez" y "No me quería" o con el sonido bailable de "Juana María" para hacer más transversal el sonido de la tarde.
 
Después de un episodio de trance con bases electrónicas por cuenta del músico Subhira y el percusionista Carlos Basilio como parte del grupo Transubhiriano, las sonoridades balcánicas, tradicionales judías y latinoamericanas que caracterizan a La Mano Ajena quedaron patentes en el ritmo de cumbia de "Loco loco" o los sones más rockeros de "Novus ordo seclorum" y "Raza quimera", de su disco Raza quimera (2011). Y su presencia tuvo una significación especial: la del domingo fue su última actuación con la cantante María Fernanda Carrasco y el baterista Álvaro Sáez, quienes ahora se alejan de la banda. Cuando ya caía la tarde, Juana Fe vino a sumar activismo y distorsión entre el público con canciones como "La makinita" y "Bombo y guitarra", esta última también incluida en Voces X Patagonia, y para el cierre, ya con la noche en ciernes, fue el turno de Ana Tijoux. Acompañada por un cuarteto en guitarra, teclados, bajo y batería, arrancó con una cita a parte de lo más contingente del disuelto grupo Makiza en "Protesto, manifiesto" para luego echar al ruedo parte de su batería de éxitos recientes como solista con "1977" y "Doctrina del shock" entre otros.
 
En medio de todas las actuaciones nunca cejaron los empeños de los organizadores por dar más contenido a la jornada. "Chile es uno de los países más ricos del mundo en energías renovables no convencionales", explicaba Juan Pablo Orrego antes de enumerar las condiciones que ofrece el territorio para la inversión en energía solar, eólica, geotérmica o derivada de las mareas. "Tenemos que cambiar la ley eléctrica, el Código Minero, el sistema binominal, la Constitución del '80. Hay mucho trabajo por hacer", agregaba en otro momento para sumar contexto a la jornada. Y Sara Larraín, directora del Programa Chile Sustentable, otras de las organizaciones convocantes, aludió a la mencionada agenda futura de la campaña con un llamado a ejercer presión ciudadana sobre los parlamentarios con miras a la votación sobre la línea de transmisión de HidroAysén, correspondiente a la siguiente etapa del proyecto. A más corto plazo aún, el concierto fue realizado semanas antes de la reunión en la que el comité de ministros de siete carteras (Medio Ambiente, Economía, Salud, Agricultura, Energía y Minería) debe revisar las reclamaciones a la autorización del proyecto realizadas por pobladores de Aysén.

Fue el movimiento ambiental el que, meses antes de las movilizaciones estudiantiles, prendió la mecha de las manifestaciones masivas de 2011. El futuro inmediato de Hidroaysén, sumado a las recientes noticias sobre el cierre de la citada planta de Freirina o la visita a Santiago de los alcaldes de las comunas afectadas por Punta Alcalde en Huasco, prueban que ésta sigue siendo música tan contingente como entonces.