De la Fuente dejó la organización de Viña tras la edición de 2008.
La SegundaSANTIAGO.- El nombre de Ricardo de la Fuente se inscribió por primera vez en los grandes festivales del país hace más de 40 años, cuando levantó su primera Gaviota de Plata en Viña del Mar. Fue en la competencia folclórica de 1968, cuando su canción "Camanchaca y polvareda" se impuso en la voz de Los Ponchos Negros.
De ahí en adelante su presencia seguiría siendo habitual y destacada en los certámenes folclóricos. En Viña 81, Santiago Cuatro ganó con su tema "Ay, Fernanda", mientras que en 1989 él mismo interpretó a la triunfadora "Maja de Aldachildo". Sin salir triunfador, en 1993 volvería a pararse en la Quinta Vergara, para defender su tema "Que me canten la muerte".
Pero ésa no sería la última vez de De la Fuente en Viña. En 2000, con la llegada de Canal 13 a la organización, el folclorista regresó al certamen, aunque ahora en la otra gran faceta que entonces cultivaba: Como uno de los más relevantes ejecutivos de televisión del medio.
Así, debió encargarse de la organización del evento durante casi una década, lo que también hizo entre 1998 y 2004 con el otro gran festival que se transmite por televisión: Olmué.
Precisamente a través de este último se producirá el regreso de Ricardo De la Fuente a los festivales, pero ya no como ejecutivo, sino nuevamente competidor: En su faceta de folclorista, el ahora académico presentó a la competencia la canción "Las brujas de Aquelarre", que será defendida por Gabriela Contreras.
"Es una sensación muy bonita. De alguna manera estoy volviendo a una de mis pasiones, que es la música", dice el ex ejecutivo, quien recalcó que "vuelvo con mucha alegría".
Incluso, se entusiasma con que este regreso a la música sea mucho más sostenido. "Es muy posible que haga una producción musical muy pronto. Tengo mucho material que he acumulado en estos años en que no me mostré públicamente, pero en los que seguí trabajando", cuenta.
Sobre su canción en competencia, explica que se trata de un "vals centrino", que ancló el pie forzado puesto por la organización del festival ("canción a mi ciudad") en la localidad de Aquelarre, cercana a Vichuquén, donde veranea. "Pensé en algo relativo a mi historia. Si bien soy un hombre citadino, mi corazón está siempre muy puesto en ese lugar. Entonces tomé la historia Aquelarre como lugar de reunión de brujas, pero que no son ni feas ni malas, sino simpáticas, picaronas, cariñosas, como yo las siento".
La TV de lejos
Pero estar alejado de la televisión, no sólo le ha permitido a Ricardo de la Fuente retomar su faceta como músico, sino también observar con otra perspectiva a la pantalla chica.
A su juicio, la televisión actual sigue cumpliendo un rol importante "en el desarrollo identitario de un país" y como "elemento unificador". Sin embargo, "desearía que nos pudiéramos unir un poco más a través de la televisión con contenidos que dejen un plus, un valor agregado a lo que se está entregando. Me gustaría que se rescaten más los formatos nacionales, la creatividad nacional, que haya menos formatos extranjeros, y que haya más espacios para el mundo artístico y cultural del país", afirma.