La policía indicó que el responsable del ataque, Dana Martin, tiene un tatuaje de Justin Bieber en su pierna, debido a que está obsesionado con el cantante.
ReutersWASHINGTON.- Hoy la policía estadounidense confirmó que desarticuló un complot que tenía por objetivo matar al cantante canadiense Justin Bieber en Nueva York hace un mes.
Según informó la cadena CBS, el atentado fue planificado por tres hombres, uno de los cuales se encuentra en prisión y está obsesionado con el ídolo adolescente.
El supuesto complot implicaba también castrar al intérprete y matar a su guardaespaldas y otras dos personas, según un informe judicial al que tuvo acceso CBS y que procede del tribunal de Nuevo México, en el que dos de los presuntos implicados fueron acusados de conspiración para cometer asesinato.
El plan fue urdido supuestamente por Dana Martin, preso en Nuevo México tras ser condenado a dos cadenas perpetuas por violar y matar a una adolescente en el año 2000. Este sujeto, de 45 años, está obsesionado con Bieber, y tiene un tatuaje de su rostro en la pierna, según la policía.
De acuerdo a la declaración jurada de Martin, él se sintió menospreciado por Bieber después de escribirle varias cartas y no obtener respuesta. Por eso comenzó a planear el asesinato del cantante, y reclutó para llevar a cabo su plan a Marcos Staake, de 41 años, quien estuvo preso con él, y a un sobrino de éste, Tanner Ruane, de 23 años.
El plan consistía en que Staake y Ruane viajaran primero a Vermont para matar y castrar a dos conocidos de Martin, por causas que no han trascendido. Posteriormente se desplazarían a Nueva York para asesinar a Bieber y a su guardaespaldas, aprovechando la estancia del artista en la ciudad, donde ofreció un concierto en el Madison Square Garden a finales de noviembre.
El propio Martin frustró el plan al llamar a las autoridades y delatar a sus socios, de acuerdo con CBS.
Staake fue detenido en Vermont y Ruane fue localizado en el estado de Nueva York con armas y tijeras para cortar el pasto en su vehículo. Los dos serán enviados a Nuevo México, donde enfrentan cargos por conspiración.