AFP
LOS ANGELES.- La película "Amour", de Michael Haneke, fue estrenada el miércoles pasado en EE.UU., tras cosechar una candidatura a los Globos de Oro como mejor cinta de habla no inglesa. El filme, considerado como uno de los mejores del año, muestra una dolorosa historia de amor, basada en "una de las peores experiencias" personales de su creador.
"Ayudé a alguien de mi familia que estaba en una situación comprometida y fue una de las peores experiencias de mi vida. La película no tiene nada que ver con lo que ocurrió en la realidad, pero lo que viví me conmovió y quise rodar esta historia", explicó el cineasta austríaco.
El realizador se refería a su tía, aquejada de una enfermedad reumatoide, que le pidió que le ayudara a suicidarse. No era un familiar cualquiera, era la persona que le crió junto a su madre y su abuela después de que su padre les abandonara siendo un niño, según reveló a "Vulture".
La cinta refleja la situación de los octogenarios Georges y Anne (interpretados Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva), un matrimonio bien avenido de ex profesores de música que disfrutan de su vida en París hasta que un día la mujer sufre una parálisis que da paso a un declive imparable.
Esa situación les obliga a afrontar todo un reto que acometen de forma íntima y que pone en jaque el amor, la resistencia y la paciencia entre dos personas que han pasado toda su vida unidas.
"No hay improvisación en mi cine. No hay ni una sola escena que escribiera en mi guión que se quedara fuera del montaje. Tampoco hago ensayos. Me senté a comer con Jean-Louis y Emmanuelle y hablamos de todo menos del guión. Son actores experimentados y profesionales. Eso sí, repito las escenas hasta que quedo satisfecho", afirmó Haneke.
La cinta, ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, tendrá como contendientes en los Globos de Oro a las francesas "The Intouchables" y "Rust and Bone", la danesa "A Royal Affair" y la Noruega "Kon-Tiki".
En las últimas fechas Haneke también obtuvo el premio al mejor director europeo, otorgado por la Academia del Cine de Europa, y el título de mejor película del año, y la prensa especializada considera asegurada su presencia en los Oscar.
Los personajes de Trintignant —su primera película en 14 años— y Riva deciden incluso aislar del sufrimiento a su propia hija (Isabelle Huppert), que reside en el extranjero, y deciden contratar asistentes personales para ayudar en las tareas de higiene y cuidado de la mujer, momentos plasmados con absoluta sinceridad por la cámara de Haneke.
"Pienso en la mortalidad cada día, no necesito que una película me lo recuerde", admitió el cineasta. "Hay escenas duras que requerían mucha concentración y emotividad y los actores debían tomar riesgos. Tenían ante sí la oportunidad de mostrar lo que son capaces de hacer. Me gustan los regalos inesperados de mis actores", sostuvo.
Haneke, que ya ganó la Palma de Oro en 2009 con "White Ribbon", cinta por la que fue nominado al Oscar en la categoría de mejor película de habla extranjera, explicó su visión del cine como autor, lo que persigue en sus películas y su tratamiento habitual.
"El cine es compromiso con tus intenciones. Si consigo el 40 por ciento de lo que me propongo, soy feliz en parte. Si obtengo el 70 por ciento, puedo ser realmente feliz.
Normalmente no me llevo sorpresas. Sólo me ocurre cuando los actores me dan más de lo que espero, y en esta película ocurrió varias veces", declaró.
El director sostuvo que, como espectador, le atraen las propuestas que le presentan un reto, que le hacen preguntarse cosas y, sobre todo, que le hagan "progresar" como persona, y dijo que no le preocupa si el tema de sus películas ya se ha tratado antes.
"Siempre toco temas que me preocupan o me interesan. Me da igual que se hayan hecho diez películas antes al respecto. Mi intención es explorar el tema desde mi punto de vista", concluyó.