''Pepe Antártico, vida y obra de Percy Eaglehurst'' está disponible en librerías, por un valor promedio de $13.000.
Ediciones BSANTIAGO.- La diseñadora Francisca Toral recuerda que alrededor de los diez años estaba junto a sus padres ordenando una bodega, en su casa de Los Dominicos. En ese proceso, vio bajo una mesa un montón de revistas apiladas, entre ellas "Pepe Antártico", y fue como una revelación. O, más bien, como un flechazo, porque Toral inició entonces un verdadero idilio con el personaje, que se extiende hasta hoy, cuando se reconoce "enamorada" de este emblemático galán chileno.
Ése fue el germen de donde surgió "Pepe Antártico, vida y obra de Percy Eaglehurst" (Ediciones B, $13.000), una recopilación de las mejores viñetas sobre el personaje entre las que se publicaron en la revista con su nombre, que salió a kioscos desde fines de los 60 y hasta entrados los años 70.
El proceso comenzó hace más de cuatro años, mientras Francisca Toral preparaba un libro sobre Coré (autor de las ilustraciones del Silabario y de "El Peneca"). Entonces decidió que una próxima aventura personal —Toral es diseñadora de libros— debía ir por el lado de Pepe Antártico y de su creador, el destacado Percy Eaglehurst.
Así, comenzó a comprar cuanta revista encontró en Franklin, consiguió el teléfono de Percy y juntó su propio material con el que el dibujante le entregó. "Reuní tanto, que tuve que tomar decisiones para separar la obra, y así llegué a los mundos por donde transita Pepe Antártico", cuenta sobre la estructura de la obra.
De este modo, el libro ofrece apartados como "Pepe en la ciudad", "Pepe en la playa", o el más singular de todos, "Pepe freak", con tiras que tienen al personaje en el espacio o interactuando con monstruos clásicos.
Buena parte de esas interacciones se dan en lo que Toral estima que pueden ser, perfectamente, los primeros fotomontajes. "En términos de gráfica me llamaron mucho la atención. Eran hechos con tijera, y a veces también pasaba que la revista estaba impresa a dos colores, como amarillo y negro, o magenta con negro", dice resaltando una precariedad que a estas alturas resulta entrañable.
"Además —destaca— Pepe tiene un tono bien chileno, como Condorito, pero desde una perspectiva más erótica", en un tipo de humor que a su juicio el personaje mantiene en toda su historia, aunque con una evolución de la que el libro da cuenta. "En los primeros chistes se nota que el personaje se está descubriendo. Por ejemplo, siempre fue un lacho, pero al principio había también chistes bien inocentes".
Por lo mismo, Toral cree que revisar hoy a Pepe Antártico puede servir también para adentrarse en los caminos que ha seguido el humor pícaro nacional. "Y yo me quedo con el de Pepe, de todas maneras, porque dentro de todo tiene clase. Lo que sucede en estos momentos en términos de humor es demasiado burdo. No me hace reír. Pepe Antártico, en cambio, tiene un humor muy propio, y refleja a miles de personajes que hasta hoy están dando vueltas en la clase media chilena".