La película, centrada en la matanza ejecutada por el presidente Suharto, fue rodada por un cineasta estadounidense.
ReutersYAKARTA.- La matanza de al menos medio millón de partidarios comunistas en Indonesia es uno de los capítulos más oscuros de la historia del país, y aunque se intenta mantener en silencio, ahora es expuesto para todo el mundo en el documental "El acto de matar".
La producción del estadounidense Joshua Oppenheimer, abre por vez primera el debate público de unos hechos sucedidos hace casi medio siglo, tras la caída del gobierno del presidente Achmed Sukarno.
La película, que no ha recibido la autorización oficial para que pueda ser exhibida en las salas de cine del país, contiene la versión de lo sucedido dada por varios indonesios que participaron directamente en la persecución de simpatizantes y afiliados del partido comunista y que nunca han sido juzgados.
Los medios locales califican este documental, que se proyecta de forma clandestina en auditorios, como el mejor de los realizados hasta ahora sobre ese violento pasaje silenciado durante el régimen dictatorial de Suharto, el general que se reveló contra Sukarno, quien rigió el país por más de tres décadas, hasta su caída en 1998.
El principal protagonista de la cinta se identifica con el nombre de Anwar Congo, un septuagenario del norte de la isla de Sumatra que reconoce abiertamente que mató a varios cientos de personas por su supuesta militancia en las filas comunistas.
Oppenheimer asegura que fue fácil convencer a Congo y a otros de los "verdugos" para que accedieran a aparecer en la película, lo que para él significa "un claro síntoma del clima de impunidad y el aplauso que reciben aquellos crímenes".
La purga perpetrada por escuadrones reclutados y armados por el Ejército entre 1965 y 1966, después de acusar a los comunistas de urdir un golpe de Estado, borró del mapa político al partido, que por entonces, con tres millones de afilados, era el mayor de Indonesia.
Al menos 500 mil indonesios fueron asesinados en Java, Sumatra y Bali por su supuesta afinidad o por tener relación con la formación comunista y más de un millón y medio encarcelados.
Los miembros de aquellos pelotones eran militares o delincuentes, revela Anwar Congo en este filme, que ha precisado unos seis años de trabajo y que combina entrevistas y secuencias escenificadas de los asesinatos.
"Lo realmente extraordinario de la película no es cómo sucedieron las matanzas, sino cómo sus autores han sido ensalzados hasta el punto de que se jactan de sus asesinatos ante su familia y ante las cámaras", apunta el director.
El filme, que se presentará en la Berninale en febrero, fue exhibido en varios festivales internacionales de cine y cosechado premios en Toronto y Copenhague.