NYT
MIAMI.- Anne Hathaway, nominada por segunda vez en su carrera para un premio Oscar, afirmó que interpretar el papel de Fantine en la nueva versión de "Los miserables", "fue duro, no tanto mentalmente como emocionalmente".
"Soy una persona muy afortunada", aseguró la actriz de 30 años, quien subrayó que su vida "está rodeada por el amor y la belleza, la esperanza y el optimismo, y la fe recompensada".
Precisamente todo lo contrario a lo que le ocurre a Fantine de "Los miserables", personaje que se ve obligada a dejar a su hija con una familia, lejos de ella.
"Interpretar a un personaje que no tiene ninguna de esas cosas, pero que sueña con ellas, era duro. Aunque aprecio la diferencia entre ser una persona que está en ese estado y jugar a ser una persona que vive en ese estado", explica.
Hathaway fue recientemente nominada a un Oscar como Mejor Actriz de Reparto por su papel de Fantine en la nueva adaptación en cine del clásico "Los miserables", dirigida por Tom Hooper. Su primera nominación al Oscar fue en 2008, como Mejor Actriz por el filme "El casamiento de Rachel".
La crítica especializada celebró en particular la secuencia en la que Hathaway, como Fantine, canta "I Dreamed a Dream".
"No he sido capaz de 'verlo, verlo' todavía. Me gustaría ir a ver la película de nuevo", dijo la actriz que en el 2012 hizo además de Selina Kyle en "El caballero de la noche asciende", el final de la trilogía de Batman de Christopher Nolan.
"Cuando interpreté a Selina Kyle, me tomé varios descansos de la oscuridad" del filme, recordó la actriz recién retornada de sus vacaciones por Europa.
El de Batman "fue un rodaje de seis meses; pero con Fantine yo no tenía tiempo para hacer eso. Así que, una vez que había llegado a un cierto nivel de oscuridad, me alojé allí", dijo.
Casada con el actor Adam Schulman, Hathaway aseguró que ya sabe lo que es no conseguir un premio. "Ya estuve en los Oscars y no conseguí un premio, así que sé lo que es eso y suena como un cliché o una escapatoria, pero en realidad es verdad, la nominación es el mayor honor que uno podría desear".
"No hay que sentirse indigno o decepcionado porque no se obtiene un premio", expresó la actriz, que en el 2011 fue, junto a James Franco, presentadora de la ceremonia de los Oscar. "Es tan encantador sólo estar de pie al final del año y decir 'wow, no puedo creer que soy una de las cinco personas de esta categoría'".
"Estoy muy feliz de estar de vuelta a los Oscar haciendo lo que es con lo que me siento cómoda haciendo, que es actuar", afirmó.
