SANTIAGO.- Había prometido un piscinazo "sensual" y Dominique Gallego, la reina del Festival de Viña del Mar, cumplió con las expectativas. No tanto por el estilo del salto, más bien tradicional, sino por la actitud con que la opinóloga enfrentó el desafío.
Sin coreografías ni nada de la parafernalia previa con que anteriores soberanas cumplieron con el rito, Gallego simplemente apareció en la piscina del Hotel O'Higgins para lanzarse al agua, después de dos fallidos anuncios de Daniel "Palomo" Valenzuela, el animador de la actividad.
Lo único que sí hizo Gallego, fue dejarse fotografiar fuera del agua algunos segundos, con el traje de baño que escogió para la ocasión, un bikini café claro de la diseñadora nacional Carmen Gloria Rojas, con colaless en la parte inferior y aplicaciones tipo flecos, que junto a unos aros con plumas le daban un cierto aire "sioux" a la monarca.
Su piquero fue el más habitual "clavado", y una vez en la piscina la ex recluta de "Pelotón" cumplió con dejarse fotografiar largamente por los gráficos acreditados, con varias vueltas a la piscina incluidas, por orden de su jefe de campaña, el periodista Francisco Saavedra.
"Estaba muy nerviosa", declaró desde el agua la actual opinóloga de "Alfombra Roja", quien también destacó que "está rica el agua", en medio del soleado día que afortunadamente le tocó, en las siempre impredecibles mañanas viñamarinas.
Como ya es habitual, la espera por el tradicional rito estuvo complementada por noteros que se esmeraron en hacer sus gracias para las cámaras, aunque no con los mejores resultados.
Esta vez los responsables fueron los del equipo de "Bienvenidos", quienes causaron algo de tensión en los minutos previos, cuando algunos de sus integrantes rellenaron la espera lanzándose también a la piscina.