Alborán se retiró anoche con cosecha completa de trofeos.
José AlvújarVIÑA DEL MAR.- "Estoy muy feliz, agradecido", dice Pablo Alborán con las antorchas y gaviotas a la vista. "Subir al escenario y sentir ese cariño ha sido muy especial, mis expectativas se han superado al cien por cien, porque yo no vine a esto, vine a cantar y que saliera bien. Recibir tanto cariño ha sido maravilloso".
De este modo, el español de 23 años coronó su semana de Festival, evento al que llegó por primera vez y que tras finalizar destaca desde divesos ángulos. "Hay que vivirlo, es una fiesta. Da igual lo que se diga en la televisión, las críticas que haya: Esto es una fiesta, y como tal hay que disfrutarla", afirma a propósito de los cuestionamientos al evento.
El cantautor agrega además que ésta "ha sido una semana de aprendizaje, conocer a los jurados, conversar con ellos, que nos pasáramos los discos. El hecho de juzgar competencia folclórica me ha hecho estudiar los géneros, y eso es una bola que crece, te lleva a más cosas".
No es la única mirada que da a su carrera en la conferencia de prensa posterior a su presentación de anoche. Consultado sobre las comparaciones que le hacen con Sanz, asegura que éstas "no son odiosas cuando te comparan con alguien tan importante", pero que de todas maneras "yo espero encontrar mi sitio y vivir dignamente de esto".
Tras su cosecha de trofeos en Viña, Alborán recalcó que "no me siento más seguro, porque mañana se me puede ir todo al garete, puedo desaparecer. Por eso hay que seguir con sencillez y respeto, poquito a poco. Las cosas se hacen con calma y disfrutando de la música".