CIUDAD DE MÉXICO.- "Aquello que da unidad a mi existencia es la literatura", dijo una vez el mexicano Sergio Pitol, quien cumple 80 años de vida errante. "Todo lo vivido, pensado, añorado, imaginado, está contenido en ella. Más que un espejo es una radiografía: es el sueño de lo real", declaró en alguna oportunidad el novelista, cuentista, traductor y diplomático, cuyas ocho décadas han estado enfocadas en las letras.
Ganador del Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1999) y el Premio Cervantes (2005), Pitol es uno de los creadores más influyentes entre las nuevas generaciones. Su obra se encuentra publicada en francés, alemán, italiano, polaco, húngaro, holandés, ruso, portugués y chino.
En 1984 se alzó con el Premio Herralde por "El desfile del amor", una novela en la que combina la comedia con la investigación detectivesca. Entre sus títulos más conocidos figuran "Tiempo cercado" (1959), "La casa de la tribu" (1989), "De la realidad a la literatura" (2002) o "El mago de Viena" (2006). De sus volúmenes de cuentos destaca Nocturno de Bujara (1982), con el cual obtiene el premio Xavier Villaurrutia.
Estudiante en Roma, traductor en Beijing y en Barcelona, profesor en la ciudad mexicana de Xalpa y en la británica Bristol y miembro del Servicio Exterior desde 1960, Pitol es un gran conocedor de la literatura latinoamericana.
"Siente una gran pasión por su propia lengua, por el lenguaje que es suyo, un apego y una tradición por la literatura escrita en español", comentó el estudioso de la obra de Pitol, Rodolfo Mendoza, en declaraciones que difunde la prensa mexicana. El autor es desde 1997 miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Una larga estancia en Europa durante los años sesenta, sobre todo en Polonia y la entonces Unión Soviética, proporcionó al ensayista el impulso para dedicarse a una nueva labor: la traducción. Hasta la fecha, suma más de cuarenta libros vertidos al español de autores ingleses, checos, alemanes y rusos.
Gracias a su magistral desempeño en la traducción, Pitol abrió las puertas a las obras de Jane Austen, Joseph Conrad, Antón Chéjov, Tibor Déry, Witold Gombrowicz, Robert Graves, Henry James y Malcolm Lowry, entre otros.