Jeff Walker, bajista y vocalista de Carcass.
Julián Pacheco, producción Metal FestSANTIAGO.- Si algo le hacía falta a esta edición del Metal Fest, era un grupo que estuviese a la altura del evento. Sí, hasta ahora, cada banda que ha pasado por el escenario internacional se ha defendido sólo con su música y la devoción de la fanaticada local, incluyendo a quienes tuvieron la ingrata labor de iniciar cada jornada, como en el caso de Lock Up el día sábado y Brutal Truth, el domingo.
Y aunque las esperanzas eran altas entre los fanáticos, lo presentado por los británicos Carcass sobrepasó con creces todas las expectativas. Cualquier atisbo de duda fue erradicado de forma veloz a punta de riffs corrosivos y una puesta en escena hasta ahora no vista en el evento metalero.
La puntualidad y pragmatismo inglés caracterizó el show del grupo liderado por el bajista y vocalista Jeff Walker. En una hora de show, Carcass hizo de todo: provocó, generó reacciones, hizo que grandes y chicos se rindieran ante la potencia y el espectáculo de una propuesta bien planteada. Era imposible no quedar absorto ante todos los detalles que Walker y compañía destinaron a su nueva actuación en Chile.
El bajista ya había advertido antes de este show que Carcass está lejos de ser esos actos de nostalgia que parecen abundar en el mundo del rock. Y aunque es cierto que el setlist se compone básicamente de temas de toda su trayectoria, estos parecen actuales, frescos, con toda la energía de una banda que luego de su reunión en 2008 ha pulido hasta la perfección su descarga de metal extremo.
Canciones como "Exhume to consume", del álbum Symphonies of sickness (1989), o "Corporal jigsore quandary", de otro clásico de los ingleses, Necroticism: descanting the insalubrious (1991), fueron sólo una parte de un listado de canciones que corroboró el lozano estado en el que se encuentran los de Liverpool. Incluso, la banda tomó temas del primer disco del grupo, Reek of putrefaction (1988) y los hizo sonar como si fuesen escritos hace un par de años. Lo mismo sucedió con la clásica "Heartwork", del álbum homónimo editado en 1994.
La duda era si Carcass presentaría temas de un álbum tan paradigmático como lo fue Swansong, de 1996 y que resultó ser el último disco en estudio del conjunto inglés. La arremetida con "Keep on rotting in the free world" despejó esas dudas, dejando en claro que para Carcass todas sus épocas son válidas de presentar a un público como el nacional, que no dudó en seguir con todo cada nota desplegada por los británicos, quienes presentaron el espectáculo más completo y alucinante de este gran festival del metal.