-No voy a tocar guitarra esta vez -anticipa Claudio Valenzuela, el cantante y guitarrista de Lucybell, a propósito del concierto que el grupo dará este sábado 27 en Santiago (ver recuadro al final de la entrevista). Y son razones de fuerza mayor. Lo que a primera vista puede parecer un accesorio en el brazo derecho del cantante es en realidad un soporte inmovilizador que está usando a raíz de una fractura que lo obliga a mantener el antebrazo quieto.
Pero si hay que encontrar algo bueno en la noticia del accidente, una respuesta posible es el momento en el que se produjo: justo en los días en que el grupo está reformado como sexteto, con la suma entre los tres integrantes de la alineación más reciente y los tres fundadores que se habían alejado en los últimos años. Así que aparte de Valenzuela ahora hay al menos dos guitarristas, cuando no tres, en la formación de Lucybell.
Anunciada en 2011 y materializada en 2012 con motivo de la celebración de los veintiún años del grupo, la actual alineación consiste en Claudio Valenzuela (voz y guitarra), Eduardo Caces (bajo) y Cote Foncea (batería) más los reincorporados Francisco González y Marcelo Muñoz (guitarras y voces) y Gabriel Vigliensoni (teclados), estos tres últimos fundadores del grupo junto a Valenzuela en 1991. Tras un estreno en mayo de 2012 y de una serie de giras ese año y en el verano de 2013, el grupo se apresta a estrenar su nuevo disco, un EP de cuatro canciones sucesor de Fénix (2010).
Dos de los seis integrantes viven fuera de Chile: Valenzuela en Los Angeles, EE.UU., y Vigliensoni en Montreal, Canadá. De modo que a su paso de estos días por el país, además de su actuación del sábado, grabaron el miércoles pasado el video de "Poderoso", la canción elegida como single del nuevo EP. Y el video fue dirigido por otro cercano: Carlos Moena, quien tiene a su haber varios clips del grupo como director. "Un clásico", resume Valenzuela. "Él grabó los primeros videos de Lucybell en la historia, y eso lo hace muy interesante también, nos conoce muy bien".
-¿Cómo se dio la invitación a trabajar con él?
Cote Foncea: Fue abierto, una cosa bastante democrática, y apelamos al gusto y a la reacción de Moena, que fue fantástica, ya venía con la mochila puesta. Como Claudio vive en Los Angeles y Gabriel en Montreal, la logística y los calendarios son un poco complejos y tuvimos que compactar toda esta semana de trabajo: video, entrevistas, ensayos, un par de shows, camaradería, su asadito quizás, todo en unos días.
-¿Y cómo surgió "Poderoso" como elegida del disco?
Marcelo Muñoz: Cuando empezamos a trabajar, en un disco duro virtual donde íbamos subiendo todas las ideas, "Poderoso" tomó forma rápido como un potencial single. Desde entonces ya sabíamos que era un candidato bastante fuerte a ser la primera canción que sacáramos juntos, por la onda y por lo natural con que todos se subieron al tema.
Francisco González: Al tiro tenía algo que decir. Y sobre las otras canciones (se refiere a las tres otras composiciones del disco: "En ti", "Bosques de odio" y "Risa dulce"), la decisión fue "Salgamos con el EP", durante la gira del verano. Se definieron las ideas, se fue al estudio, se grabó y hace poco terminamos de mezclar. Hubo que decidir bien rápido, no hubo mucho tiempo, con la perspectiva de hacer ojalá tres EPs en el año o un lapso determinado.
-¿Es más flexible esa opción de hacer discos cortos?
Cote Foncea: De otro modo no alcanzamos.
Claudio Valenzuela: Es la velocidad de las cosas ahora, piensa en eso. Sale un disco con quince canciones, las gente escucha una y va a buscar el próximo.
Marcelo Muñoz: Y las otras catorce se perdieron.
-¿De hecho Fénix va a ser el último disco largo de Lucybell?
Claudio Valenzuela: No sabemos todavía. Vamos súper al paso con las cosas que van ocurriendo. El año pasado cuando nos juntamos todos a celebrar los veintiún años, eso fue lo primero. Después dijimos "Vamos afuera" (de gira): fue lo segundo. Y dentro de estos viajes obviamente la idea de volver a hacer música era natural. Es lo que hacemos toda la vida, lo primero que pasa en los ensayos.
-¿Han probado cómo funciona "Poderoso" en vivo?
Cote Foncea: Jamás, ni siquiera en una prueba de sonido. Como dijo Pancho (González), el trabajo fue así de vertiginoso y ahora estamos ansiosos de tocar los nuevos temas. Además debajo de estas cuatro canciones hay un colchón de canciones que van a salir. Ha fluido en torno a estas cuatro muy bien, lo supimos reconocer tempranamente.
Gabriel Vigliensoni: El proceso fue: "Subamos muchas ideas". Después, cada uno se ponía a trabajar en lo que le parecía. Y las canciones en las que confluímos todos eran buenas candidatas a quedar en esta primera vuelta. Para trabajar el segundo EP había la opción de hacer borrón y cuenta nueva y partir de cero el proceso, o bien ocupar parte de ese material. Optamos por lo segundo: vamos tomar lo que nos guste de eso y quizás incluso temas nuevos.
De Lima a Montreal, pretemporada 2012
Una primera prueba de la nueva y reforzada alineación de Lucybell tuvo lugar en el verano de 2012, cuando el trío más reciente invitó a Muñoz y González a tocar en el Teatro Oriente. "Tuvimos la idea de celebrar esta larga vida de la banda y ese fue el primer anuncio", recuerda Eduardo Caces, el bajista. Y con Vigliensoni a bordo el grupo actuó como sexteto en mayo de 2012 en en el club Amanda, también en la capital.
-¿Alguna impresión de ese primer concierto todos juntos?
Eduardo Caces: Mucho humo de cigarrillo en la época. Y muy energético. Siempre he visto esto como reencontrarse con la sonoridad que cada uno ha puesto en Lucybell, en sus diferentes momentos y etapas de compromiso con la banda. Cuando invitamos a los antiguos miembros de la banda, fue descubrir "ah, de acá viene este sonido, este carácter, esta actidud". Reconoces las características y la personalidad de cada uno de nosotros.
Gabriel Vigliensoni: Interesante ha sido que nos invitaran primero a participar en un par de canciones: quisimos tocar "Grito otoñal" (una de las dos primeras canciones publicadas por Lucybell, en el compilado Grandes valores del under, de 1992), volver atrás. Después, fuera de Chile hicimos la misma estructura. En el verano estuvimos todos arriba del escenario, que ya fue distinto. Y ahora vamos a mostrar nuevo material. Ésas son las etapas que hemos tenido.
Francisco González: Y entrar al estudio (de grabación). Entrar al estudio de nuevo era impensable hace un año atrás.
Una gira por Chile entre junio y julio y un recorrido desde Lima a Montreal pasando por México entre agosto y septiembre fueron algunas de las fechas cumplidas por el grupo en 2012. "Desde Amanda a la gira del verano hubo más de veinte shows en el intermedio", suma Vigliensoni. "Esa gira fuera de Chile fue en ciudades grandes, y me sorprendí un montón. Después de esos shows dijimos 'Ok, la cosa interna y la música están bien, el público está ansioso: ¿chiquillos, queremos hacer cosas nuevas?'".
-Es volver a soprenderse con cosas que habitualmente uno ya da por sentadas -agrega Cote Foncea-, como el público peruano, que es súper jugado, va a los conciertos, llena el lugar: vivir nuevamente eso con los seis arriba del escenario y provocando emociones en la gente es como un bálsamo para todos. Es vital que la gente cante las canciones, se genera algo orgánico hacia la entrega. Tanto así que Gabriel tenía que cambiar su teclado cada cierto tiempo porque la entrega era al límite, sudorosa.
-¿En Montreal cómo estuvo?
Cote Foncea: A diferencia de la visita de 2005 a Boston, donde fueron veinte, cuarenta personas, en Montreal hubo harto público, y tanto chilenos como canadienses.
Gabriel Vigliensoni: En el lugar donde actuamos a la semana siguiente estaba tocando (el músico estadounidense) Ariel Pink. Un local que estaba en el circuito de artistas, estaba todo bien.
Claudio Valenzuela: Hicimos Ciudad de México, el Teatro Metropolitan, lleno. El fan mexicano es bien férreo y fuerte, y siempre es emocionante. Lo que estamos haciendo en este momento no sé si hay otra banda en el mundo que lo haya hecho: volver a tocar todos juntos y, segundo, llegar a hacer música. Era obvio que teníamos que hacerlo. Durante las giras empezamos a conversar, y siempre estaba la idea en los ensayos, en la prueba de sonido, llegar a mostrar ideas y desarrollar entre todos, cada cual poniendo lo mejor de su conocimiento de estos veinte o más años.
Eduardo Caces: Para mí siempre fue la idea de que somos músicos, y conociendo la actitud y el carácter de la banda, era lógico no quedarnos sólo en el gran catálogo de Lucybell: necesariamente caes en canciones nuevas. Aunque no nos hubiéramos separado nunca o no hubiésemos cambiado de formación, o si nos hubiéramos juntado después de una larga separación, creo que habría llegado al mismo resultado, con esta misma energía y honestidad.
Más de la mitad de la vida: el repertorio
Un total de ocho discos tiene Lucybell para sacar partido a su historia en vivo, sin contar EPs ni antologías.
La formación original entre Valenzuela, Vigliensoni, Muñoz y González es responsable de los tres primeros: Peces (1995), Viajar (1996) y Lucybell (1998), también conocido como el "disco rojo". Tras el alejamiento de Vigliensoni y Muñoz, el nuevo trío entre Valenzuela, González y Caces grabó los tres siguientes: Amanece (2000), Sesión futura (2001) y Lúmina (2004). Y tras la partida de González, el trío entre Valenzuela, Caces y Foncea ha firmado los dos más recientes: Comiendo fuego (2006) y Fénix (2010).
-¿Aparte algunos de ustedes no se conocían hasta ahora? ¿Marcelo Muñoz con Eduardo Caces, por ejemplo, o Gabriel Vigliensoni con Cote Foncea? ¿Cómo ha sido ese proceso personal?
Eduardo Caces: Yo no había trabajado nunca con Gabriel. Él nos ayudó para una versión de "Arrepentimiento", del disco Amanece...
Gabriel Vigliensoni: Pero nunca nos vimos.
Eduardo Caces: Claro, fue un hola y chao. Con Marcelo nos conocíamos porque le había prestado mi amplificador, son esas cosas que se van conectando.
-¿Y Cote Foncea con Francisco González?
Eduardo Caces: Hasta el día de hoy no se hablan (risas).
Cote Foncea: Por eso no nos podemos sentar juntos (risas). Él cambia mi sillín (de la batería). No, somos personas grandes, capaz que el ímpetu de unos veinteañeros hubiera sido marcar más territorio, pero ya está todo dicho. Llevamos tanto entregado cada uno hacia la banda que sabemos lo que significa el respeto, la camaradería, hay harto reconocimiento de procesos nuevos, como la grabación del EP y la participación activa de todos. Esa sensación no la veía desde Dracma (la banda metalera con la que Cote Foncea grabó el disco Dracma en 1999).
Gabriel Vigliensoni: Es importante, y lo hemos dicho varias veces, que este tiempo es nuestro quality time: el tiempo que no estamos dedicando a nuestras cosas personales ni a nuestras familias. Cada uno tiene más de cuarenta acá, todos tenemos familias, etcétera, entonces tiene que ser un muy buen momento, si lo hacemos es porque nos gusta mucho, y espero que esto la gente lo perciba. Éste es nuestro tiempo de calidad, que estamos dedicando a algo que amamos.
Francisco González: En mi caso me pasa que me fui de la banda hace ocho años para hacer un trabajo solista. Entonces volver significaba volver a la historia, a lo que había hecho con la banda, y la libertad de ver hoy esas canciones desde la voz y la guitarra, que es lo que estoy haciendo. Es también reconocer en qué está cada uno hoy día. Del EP hay sólo un track en el que toco batería.
-¿Cuál?
Francisco González: El tema lento, ¿cómo se llama el tema lento?
Claudio Valenzuela: "Risa dulce".
-¿Y cómo ha sido, para los que se reincorporaron, aprenderse las canciones de los discos más recientes?
Marcelo Muñoz: No sólo aprendérselas, sino hacerles arreglos para poder entrar (los nuevos integrantes) de alguna manera.
Claudio Valenzuela: Ése es parte del desafío de estar los seis. Hay que ver qué hacemos, cómo lo hacemos y qué aporte puede haber dentro de estas canciones que ya existen. Estamos tocando canciones de Peces hasta Fénix. Qué se hace y cómo se hace suma más creatividad. El proceso entero ha sido enriquecedor.
-Por ejemplo, el último disco de Francisco en Lucybell había sido Lúmina, en 2006. ¿Escuchaste al grupo luego, o te pusiste al día ahora?
Francisco González: Un par de tracks debo haber escuchado en la radio. Pero empezó la gira y había en el listado una canción que se llama "Familiar" (del disco Fénix). Gabriel, que es más mateo, agarró los discos y se aprendió los arreglos. Yo que soy más flojo llegué a preguntar cuáles son los acordes y a tocar la canción (sonríe). Y me pasó que (pensé) "qué buena esta canción", qué bueno lo que está pasando en vivo. Fue esa sensación de volver a la banda, incluso a temas que eran del trío pero hoy los hacemos los seis.
-Y Marcelo con Gabriel a su vez se habían ido después de grabar el disco rojo en 1998. ¿Siguieron escuchando al grupo después?
Marcelo Muñoz: Yo no seguí escuchando música. Pero no creo que sea tan gravitante en términos de enchufarse al tema. O sea, dejé de hacer música con otra gente: nunca dejé de tocar guitarra. Y para encontrarme con las canciones primero que nada me tuve que armar un playlist en el Grooveshark con todo lo que íbamos a tocar, empezar a escucharlo, sacar los temas en que yo tocaba, que había varios medio olvidados, hacer arreglos nuevos para canciones de los últimos discos en que no estaba: con qué entro acá.
Gabriel Vigliensoni: El disco Amanece no lo escuché, aunque sí fui a un par de conciertos. Pero después no, salvo lo que tocaban en la radio. Y ya en algún momento dejé de escuchar radio, cero interés. No conocía. Quizás me topé alguna vez con un video que ustedes hace poco hicieron en la calle, con gente…
Cote Foncea: "Abre tus ojos".
Gabriel Vigliensoni: Ése. Pero fue un conocer más las canciones ahora en los ensayos y sobre todo en vivo. Porque una cosa es lo que puedes montar ahí y otra es ver cómo interactúas con la gente: entender que para el público no había esa distinción tan grande entre "los temas antiguos de Lucybell", que yo tenía en un sitio, y los temas nuevos, que tenía en otro. Para el público está como todo mezclado. La gran mayoría de la gente para la que tocamos hoy día nunca nos vio tocar a Marcelo ni a mí en vivo. Porque la gente que sí nos vio…
Marcelo Muñoz: … está cuidando a los cabros chicos (risas).
Gabriel Vigliensoni: Entonces no existe ese diferente sitial de las cosas. Es mi percepción.
Cote Foncea: Hay que salir jugando. Lo que te motiva a tocar es la reacción del público. Hay que dar para recibir, hay que llegar a ese estado de ánimo de tocar las canciones que quieres. Fue rico ver esas tres energías de Gabriel, Francisco y Marcelo, y nosotros (el trío de Valenzuela, Caces y Foncea) llevamos desde el 2005: desde el tercer día en que llegué no paramos de tocar hasta ayer.
Claudio Valenzuela: Lo que estamos haciendo es lo que sentimos que teníamos que hacer. Eso es básico. No fue impuesto ni fue una presión. Para mí es un momento súper mágico. Yo he tocado con estos cinco chicos más de la mitad de mi vida. Es retomar este lazo musical además, no solamente humano. Es un momento que marca una diferencia: en lo personal es un antes y un después, en lo que puedo hacer en mi vida.
-¿Tanto que ésta va a ser la alineación definitiva para adelante?
Marcelo Muñoz: El futuro no está escrito.
Claudio Valenzuela: No sabemos nada. En este momento lo estamos haciendo. Veremos cómo va.
Eduardo Caces: Estamos concretando algo que ni en nuestra mejor pesadilla ni en nuestro mejor sueño íbamos a pensar: que en 2013 estaríamos tocando los seis y con un disco. Al final no es darnos una lección, pero sí reencontrarnos en lo que nos hace ser lo que somos como personas. Podemos tener a lo mejor diferencias todavía, pero Lucybell es un catalizador de esta energía y de esta música que ya es parte de nosotros.
Con la alineación reforzada, son nuevos también algunos roles de cada integrante en Lucybell: Claudio Valenzuela en voz y guitarra; Francisco González en voz, guitarra, bajo y batería ocasional; Marcelo Muñoz en guitarra; Gabriel Vigliensoni en teclados; Eduardo Caces en bajo y Cote Foncea en batería, percusión y guitarra ocasional.
Claudio Valenzuela: Pero somos bastante inquietos todos. Ponte tú, Francisco ha aportado con secuencias a algunos temas. Yo con teclados; Cote con guitarras, etcétera. Tocamos mucho y nos entendemos muy bien.
Marcelo Muñoz: Cinco guitarras y bombo legüero (risas): ésa es la próxima.
Gabriel Vigliensoni: Cuña: "La nueva formación de Lucybell".
-Ahí está el título de la nota, gracias.
Marcelo Muñoz: Claro. "Lucybell: Cinco guitarras y un bombo legüero".
Eduardo Caces: "Lucybell: Entre el bombo y la guitarra".