SANTIAGO.- Tres años tardó el cineasta Antoine Fuqua en estrenar una nueva película luego de "Los mejores de Brooklyn". Pero finalmente el director estadounidense está de regreso en la pantalla grande con una nueva historia de acción, "Ataque a la Casa Blanca".
El hombre tras "Día de entrenamiento" fichó para este proyecto a Gerard Butler. El actor británico retoma así el género en que da mejores resultados, junto a las comedias.
En esta producción, el protagonista de "300" da vida a Mike Banning, un agente de la escolta presidencial que abandona su labor tras vivir una dura experiencia: la muerte de la primera dama (Ashley Judd) en un accidente en que tuvo que elegir entre la vida de la mujer o la del presidente Allan Trumbull (Aaron Eckhart).
En un período de mala racha para Banning, un grupo de terroristas ingresa a la Casa Blanca y logra capturar al mandatario y llevarlo a un búnker. El protagonista está presente en los hechos y se convierte en la única persona capaz de salvar al presidente, pues las bajas de los agentes son altas.
Pero la labor del héroe no se centra sólo en salvar a la máxima autoridad de Estados Unidos. También tiene que hallar al hijo del personaje de Eckhart. A la vez, en el exterior el Presidente interino Allan Trumbull (Morgan Freeman) debe dirigir la estrategia que ejecutará Banning.
El cineasta tiene altas expectativas sobre el filme, y asegura que la audiencia se verá sorprendida por el guión escrito por los novatos Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt.
"Hice ésta porque es el estilo de película que me gusta ver. Asimismo, el público se sorprenderá constantemente. Tiene muchos aspectos diferentes que entretienen. Es muy emocionante. También tiene partes bastante profundas. Hay personajes grandiosos y diferentes dinámicas", dice.
"Cada vez que tenemos que enfrentar el peligro, algo resulta interesante en eso. Ponerse en el límite genera adrenalina. La adrenalina te hace sentir más vivo. Una película como 'Ataque a la Casa Blanca' te hace pensar acerca de la vida y de los peligros que encierra. En este caso, es posible que tomen la Casa Blanca, que tomen rehenes y que el mundo exija un rescate. Es alucinante y, sin embargo, no está tan alejada de la realidad", estima.