La silueta de Neruda sobre un pez, en una ilustración de ''La piel extensa''. Aunque muchos de los dibujos recrean los temas de los poemas, en varios se observa la presencia del propio poeta.
EFEMADRID.- Los versos universales del poeta chileno Pablo Neruda se siguen expandiendo sin límites, a casi 40 años de su muerte, ahora con una nueva antología que se edita en España bajo el título "La piel extensa", y que cuenta con un detalle especial: Esta vez los poemas no sólo están reunidos una tras otro, sino además ilustrados por el artista Adolfo Serra, quien interpretó bajo su óptica los textos del chileno.
El libro, dirigida a un público juvenil y publicado por Edelvives, reúne cincuenta y cinco poemas en siete apartados temáticos, que condensan el espíritu de la obra de Pablo Neruda, sus diversas épocas estilísticas y los temas que le preocupaban.
"El amor", "La poesía", "El mar", "El tiempo", "Un espacio para los sentidos", "La naturaleza en vuelo" y "Al final unas preguntas" son los capítulos en los que está dividida esta antología, seleccionada por los poetas Gerardo Beltrán y Abel Murcia.
Ambos antólogos, residentes en Polonia, son conocidos en el ámbito de la poesía en español por ser los traductores de referencia de la premio nobel Wislawa Szymborska y otros poetas polacos contemporáneos.
Una pequeña introducción sitúa a Pablo Neruda en el tiempo y recuerda que el niño Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, nacido en Parral un 12 de julio de 1904, llegaría a lo más alto de la literatura mundial al otorgarle la Academia Sueca el Premio Nobel de Literatura en 1971.
En sus "Rastros de un yo oceánico", la obra atestigua su etapa como diplomático y activista político, como cónsul en Barcelona, Madrid y Buenos Aires, y su compromiso social reflejado en publicaciones como "España en el corazón" o "Tercera Residencia", en los que se ven ecos de la Guerra Civil española o la Segunda Guerra Mundial.
Aunque murió un 23 de septiembre de 1973, el prólogo destaca que los poetas como él "no mueren como todos los demás seres humanos. Mueren un poco menos", y permanecen entre los versos de sus poemas, "escondidos entre verbos y adjetivos, entre adverbios y nombres".
En el apartado dedicado a sus poemas de amor, Gerardo Beltrán y Abel Murcia recuerdan que Neruda empezó a escribir este tipo de piezas cuando era prácticamente un niño, y "siguió escribiéndolos durante toda la vida", metiendo en las palabras "desde su amor adolescente hasta su último amor".
Así, en estos poemas incluyó a algunos de sus amores reales: Teresa, Albertina, Laura, Maruca, Delia o Matilde, mientras que otros amores sólo vivieron en sus poemas.
"Deber del poeta", "El golpe" o "Oda al viejo poeta" son algunos de los versos incluidos dentro del apartado de la poesía, mientras que entre los que ensalzan al mar destacan "Yo volveré", "Llama el océano" o "Barcarola".
"Oda al tiempo", "¿Y cuánto vive?" o "El olvido", forman parte del apartado dedicado al paso del tiempo; "Vida y muerte de una mariposa" o "La creación" (Un espacio para los sentidos); "Una rosa" o "Pájaro" (La naturaleza en vuelo); y "Por boca cerrada entran las moscas", cierra el apartado titulado "Y al final unas preguntas".
El español Adolfo Serra puso imagen a los versos del poeta chileno, con ilustraciones coloristas y metafóricas que tratan de reflejar los sentimientos de Neruda, y en muchas de las cuales aparece el propio escritor ataviado con su característica gorra.
Árboles, pájaros, mariposas y peces de todos los colores pueblan las páginas de esta antología para acompañar los versos del poeta, plagados de naturaleza y los seres que la habitan.