La protagonista de ''Chicas pesadas'' tenía que cumplir con la intervención a pedido de la justicia, por lo cual su deserción significa que violó su libertad condicional.
APLOS ANGELES.- Sólo un par de minutos alcanzó a estar la actriz estadounidense Lindsay Lohan al interior del centro de rehabilitación en el cual el jueves debía comenzar un tratamiento de 90 días.
La protagonista de "Chicas pesadas" tenía que cumplir con la intervención a pedido de la justicia, por lo cual su deserción significa que violó su libertad condicional.
El abogado de la actriz, Mark Heller, dijo al juez de la Corte Superior del condado de Los Angeles, James Dabney, que su cliente había comenzado la terapia el jueves en la mañana en el centro Morningside Recovery. Sin embargo, el fiscal de la ciudad de Santa Mónica, Terry White, aseguró que Lohan apenas pasó unos minutos en esas instalaciones antes de abandonarlas.
"La señorita Lohan ha violado los términos de su libertad condicional, eso está claro", indicó White, según recoge el diario Los Angeles Times. El fiscal dijo desconocer dónde se encontraba la artista.
White, previamente, objetó el cambio de última hora impuesto sobre el lugar donde Lohan debía llevar a cabo la terapia, ya que no se le había permitido comprobar si Morningside reunía las condiciones que exigen la libertad condicional de la actriz.
Originalmente Lohan iba a llevar a cabo la rehabilitación en un centro de Nueva York.
A comienzos de abril, la actriz aseguró en un programa de televisión que era "una bendición" someterse a una terapia para rehabilitarse de sus adicciones porque "es una oportunidad" para centrarse en lo que le gusta en la vida, su trabajo.
En marzo, Lindsay Lohan evitó entrar en prisión tras acordar con las autoridades someterse a un nuevo tratamiento de rehabilitación en una clínica durante tres meses.
Lohan llegó a esa situación por mentir a la policía en un accidente de tráfico que se vio envuelta en junio de 2012 mientras se encontraba en libertad condicional por un delito de hurto que cometió en 2011. La actriz evitó así una posible condena de 180 días de cárcel dada su reincidencia.
El alcohol y sus problemas al volante son un denominador común en los problemas de Lohan que en 2005, cuando aún era menor de edad, ya asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos y admitía padecer bulimia y consumir drogas.
En agosto de 2007 se declaró culpable de cinco cargos por conducir ebria y poseer drogas, y fue condenada a cuatro días de cárcel, aunque su pena se redujo por un acuerdo judicial y en aquella oportunidad Lohan no pasó ninguna noche entre rejas.