Paulina García y Sebastián Lelio desmenuzan "Gloria" a días de su estreno en Chile

SANTIAGO.- Sin triunfalismos, expectantes y ansiosos. Así se sienten Paulina García y Sebastián Lelio a días del debut en Chile de "Gloria". Aunque la actriz recibió el Oso de Plata en Berlín por su papel en la cinta, y a que la dirección de Sebastián Lelio fue elogiada por la crítica de la Berlinale, la dupla no da por hecho que el fenómeno que crearon en Alemania en febrero pasado se repita acá, lugar que es precisamente el  que más les importa.

A una semana del estreno de la película en las salas nacionales, el realizador y la actriz- una verdadera institución dentro de las tablas locales- por primera vez ceden una entrevista juntos para hablar en extenso del vertiginoso proceso que han vivido desde que hace más de tres años decidieron poner en marcha este proyecto.

En medio del ajetreo natural previo a un estreno, la pareja se desenvuelve como en casa por las oficinas de Fábula, la productora de los hermanos Juan de Dios y Pablo Larraín que impulsó la cinta sobre una mujer de casi sesenta años, solitaria, que se niega a  vivir sin disfrutar de los momentos de goce. Allí vieron nacer el filme, y allí, - específicamente en  la oficina del director de "No"- Paly y Sebastián cuentan cómo viven la actual fase del filme.

Sebastián Lelio: "En Alemania la audiencia internacional se enamoró de la película y quedó cautivada con la interpretación de Paulina. Estaba todo el mundo en un estado de extraño sueño estático de 'Gloria'. Y ahora, que la película va a tener un estreno en muchos países del mundo, lo que empezamos a comprobar, o aprobar en Chile, es si eso sigue pasando. Por eso estoy muy curioso con lo que va a pasar aquí, porque para mí al menos es súper importante. Me daría mucha pena que aquello que encantó e hizo que explotara afuera no lo hiciera acá", dice el también director de "La sagrada familia", "Navidad" y "El año del tigre".

Paulina García: "Para mí es súper importante lo que pasa acá. Toda mi carrera la he hecho aquí. No sólo porque digan 'ha, sí, se merecía el premio' o 'ha no, ¿Y se ganó el premio por eso?', sino porque siento que la película hace una sintonía muy peculiar y única con un momento histórico que el país está viviendo y con un momento en dónde las mujeres están paradas. Entonces creo que tiene una categoría distinta el estreno acá, y estoy muy ansiosa", dice sonriendo.

¿Terminamos de rodar?  ¡Espérate, que estoy preparando el personaje!

Sebastián Lelio no trabaja bajo el sistema de guiones "convencionales". Él utiliza listas con las escenas que quiere incluir en la historia. Para García adaptarse a esto requería de tiempo, y sobretodo de confianza en el realizador.  "La escaleta fue puesta en discusión desde el primer día que lo recibo hasta el día que llego a filmar", recuerda la actriz.

"Tuve que tratar de ceder la confianza total. Me costó un poco, pero lo logré. Porfié un rato, pero Sebastián es un ‘poco insistente’, entonces finalmente fue como una invasión en mi universo", dice con ironía mientras mira al realizador.

SL: "En realidad son guiones, lo que pasa es que no tienen diálogos. Tienen los años y meses y esfuerzos de cualquier guión. Yo escribí diálogos, pero los sacamos. Esta es sólo otra forma de llegar a Roma. Me molesta ponerle palabras en la boca a un personaje, eso viene de otro lado,-del teatro, de la literatura-,  y a mí me interesan mucho más los sentimientos que el sentido literario de un texto. Al final, puedo tipear los diálogos de Gloria y es un clásico.  Lo que hay son textos, pero la manera de llegar allá es a través de la vida, no de algo fijo. Es una inestabilidad, un desequilibrio el que hace que esos diálogos aparezcan", dice el realizador.

PG: "Sí, yo creo que eso es lo que hace interesante el trabajo. Que haya un principio de incertidumbre que domina todos los momentos. Esta incertidumbre no quiere decir que no estés trabajando sobre algo en específico…Ahora lo veo así, en el minuto sentía '¿para dónde va esto?' y de pronto se acabaron las filmaciones. Terminamos y dije 'Pero espérate, estoy preparando el personaje, ahora tengo que armarlo'", dice desatando una carcajada conjunta con Lelio. "Entonces creo que precisamente la gracia de la película es que se para en el principio de la incertidumbre, que es un lugar que es muy generoso".

Banda sonora de radio AM en la cocina

Otro de los puntos en que García tuvo que ceder la confianza a Lelio fue la musicalización del filme. Con canciones como "Eres" de Massiel o "Ausencia" de Juan Carlos Duque, la protagonista exterioriza sus sentimientos,  muchas veces cantando/gritando en el auto mientras va su trabajo de oficina, o a yoga, o a encontrarse con Rodolfo, el personaje de Sergio Hernández que remece la vida de Gloria.

Al salir a flote la inclusión de esas canciones en la cinta, García ríe y lanza una mirada cómplice a Lelio, para luego admitir "A mi no me gusta esa música, a él le encanta", provocando la respuesta de su director.

SL: "Pero lo que pasa es que me gusta la Myriam Hernández como le gustan las olas con el agua en el mar. Son cosas que están ahí. No tengo 'Tonto' en mi Playlist, pero sí tengo 'Aguas de mar', dice sonriendo.

PG: "Yo también".

SL: "No tengo “Ausencia” de Juan Carlos Duque, pero cuando la escucho no siento placer culpable, siento placer. Lo confieso. No hay ninguna música de la que yo me esté riendo en la película, ni tampoco Paulina, no estoy diciendo eso.

PG: "Y espero yo no haber tenido ningún juicio porque ni siquiera la escucho. Cuando Sebastián me la hacía escuchar, yo decía ‘¿Cómo me voy a aprender esto, con lo que no tengo ninguna sintonía?’ De hecho, me costó mucho aprendérmelas, no me podía aprender los textos, porque además me recuerdan una  época muy oscura para mi, los ochenta, es como el playlist de la dictadura. Y por supuesto que yo no era oficial, yo era contracultura".

SL: "Una de las cosas que el cine puede hacer es agarrar signos y hacerlos funcionar para otra cosa. Yo con mis películas anteriores,  por ejemplo con los signos religiosos, la película los ocupa para hacerlos hablar de otra cosa. En este caso las canciones populares, como dice Paly, era la banda sonora oficial no contracultural, está ocupada para otra cosa, quizás con otro objetivo, es como invertir la función que tenía", explica el cineasta.

En materia de simbolismos también es importante la inclusión de escenas que dan cuenta de las movilizaciones sociales. Este factor fue fundamental para Lelio, debido a que considera que "Gloria es una película de época, pero que pasa ahora mismo".

SL: "Hacer un dibujo, aunque sea de un ángulo tan específico, como es el de Gloria, acerca de la sociedad chilena, sin esa resonancia de fondo es un error. Me parecía fascinante descubrir los puentes, los vasos comunicantes entre la reivindicación personal de Gloria- que quiere ser escuchada, que quiere ser valorada, que quiere encontrar su lugar- y la reivindicación de la consciencia más colectiva, que se expresa en la marcha de los estudiantes, quienes son la punta del iceberg de todo un despertar, o de un re despertar, de la consciencia de cómo somos como sociedad y hacia dónde debemos apuntar. Las dos cosas son para mí procesos siameses".

PG: "Yo creo, en una lectura en que se puede hilar exageradamente fino, que las veces que se muestra a Gloria contra el fondo de las manifestaciones sociales, ella está en unos tránsitos distintos también. Justamente la manifestación va para un lado y ella va hacia el otro. La manifestación va súper decidida y Gloria va completamente confundida… Lo interesante no es sólo que da cuenta de la realidad social, sino que una imagen contrapuesta con la otra, que genera otra imagen de la que no decimos verbalmente".

El estreno de la película en Chile el próximo jueves es, a juicio de Lelio, sólo "un sexto de todo el camino que le queda a 'Gloria", pues la producción después se exhibirá en más de 40 países y en importantes festivales que aún no pueden ser anunciados. "Es súper absorbente", asegura García sobre esta etapa de promoción de la cinta. "Ha sido un huracán", dice la actriz, pero de esos que llegan a mejorar los cimientos.