SANTIAGO.- El humorista Coco Legrand analizó diversos pasajes de su vida, luego de la demolición de su teatro Circus OK.
Tras cumplir 65 años, el artista realizó los trámites necesarios para transformarse en un retirado más de la vida laboral, como contó hace un par de semanas en exclusiva a
Emol.
Ahora, en entrevista al programa "Alfombra Roja" de Canal 13, recorrió varios momentos importantes, después de este emblemático hecho que marca un final de una etapa en su gran trayectoria como comediante.
"Me duele dejar esto, porque estaba en el eje central de Santiago, pero hoy el negocio ha cambiado", asegura Legrand.
Además, recordó sus primeros pasos como artista, indicando que incluso pensó en ser cura: "Yo pensé en ser cura, estuve en el seminario, pero me di cuenta que lo mío no era la fe, que lo mío era la comunicación".
Sobre su relación con sus padres, el hombre que realmente se llama Alejandro González, señala que "mi padre no sé si sintió orgullo por mi trayectoria, yo creo que fue más una sensación de no haberme equivocado lo que deja tranquilo. Mi 'viejita' es mi mayor fan, la adoro".
Por otro lado, rememoró sus relaciones sentimentales, las cuales han tenido diversos cambios, tanto para bien como para mal. Legrand se casó a los 30 años de edad, pero después de cuatro años se separó, lo que significó un momento muy duro para él.
"Cuando me separé, una de mis hijas tenía dos meses, me lo lloré todo. Perdí el matrimonio y el vínculo", afirmó.
Sin embargo, el instante más duro fue el trágico deceso de Nicolás, fruto de su segundo matrimonio, cuando tenía sólo ocho meses y por muerte súbita.
"Ese domingo habíamos ido al cumpleaños de mi suegro y después cuando volvimos a la casa dormimos juntos. Cuando despertamos fue horrible, mi mujer despierta y pega un grito destemplado, esos que son tan desagradables, no atinamos a hacer nada, fue un dolor desgarrador al verlo allí ya fallecido", sostuvo.
Por último, se acordó del nacimiento de María José, la menor de sus hijos, en un hecho que le hizo recordar la muerte de Nicolás.
"Luego que mi hijo muere, unos días después le dicen a mi señora que está embarazada, ojalá que sea niñita decíamos para no comparar. Cuando nace niñita salí corriendo y me retaron, porque no podía hacer eso allí. La bauticé María José por la ‘Maripepa’ Nieto, que me tenía loco en su momento", contó entre risas.