La compleja personalidad de Julian Assange quedará al descubierto en el documental de Alex Gibney.
Reuters
LOS ANGELES.- Si bien Julian Assange, fundador de WikiLeaks, puede presumir ser un impulsor de la transparencia, cuando un cine asta ganador de un Oscar quiso sacar a la luz su ascenso a la fama tras publicar cables diplomáticos de Estados Unidos en su sitio en internet, el ex pirata informática no se mostró muy contento.
Alex Gibney se dispuso a descubrir la historia detrás de Assange, de 41 años, y el sitio web que fundó en el 2006 para filtrar información clasificada enviada por fuentes anónimas, pero recibió poca cooperación del australiano.
"We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks" explora cómo la web facilitó la publicación de miles de documentos clasificados del gobierno de Estados Unidos, entre ellos cables diplomáticos y del ejército sobre las guerras de Irak y Afganistán.
Para recrear la historia de WikiLeaks, Gibney quiso entrevistar a Assange, pero éste fue difícil de persuadir y decidió realizar el filme sin él.
El director habló varias veces con Assange fuera de cámara y dijo que se formó una imagen de un personaje complejo.
"Si lo encuentras en momentos desprevenidos, puede ser un ser humano terriblemente encantador, autocrítico y realmente cautivador", dijo Gibney, quien añadió que cuando Assange sintió que la conversación se convertía en una entrevista oficial, se mostró reacio a "darme el tipo de reflexiones honestas que habrían sido tan importantes".
Cuando el cineasta decidió filmar el documental sin la participación de Assange, comentó que el fundador de WikiLeaks no se lo tomó bien.
"El se compara a sí mismo como un titiritero, que tira de los hilos de los medios. Creo que se tomó como una ofensa la idea de que yo era independiente", indicó Gibney, agregando que Assange había pedido en un momento dado ser pagado por su participación.
"Dijo que la tasa de mercado para una entrevista con él era de un millón de dólares. No quise preguntar qué mercado era ese", dijo Gibney con risa.