Si existe en la actualidad un músico que represente de forma cabal la figura del "guitar hero", sin dudas que ése es Joe Satriani. El calvo guitarrista, citado en numerosas oportunidades como influencia directa de otros ilustres de las seis cuerdas como Kirk Hammett o Steve Vai —sus dos más laureados "estudiantes"—, posicionó a la guitarra como una voz líder dentro del concepto de una banda. Prueba de ello, además de sus innumerables colaboraciones, a la par de su trabajo como solista, es su rol como fundador de la famosa gira G3, junto con Vai. Aquí, el rol de la guitarra se lleva a extremos de virtuosismo y destreza interpretativos. Y aunque le caigan encima algunas críticas por parte de cierto sector del público rockero, finalmente eso es lo que hace a "Satch" tan admirado, esa calidad de transformar a este instrumento en uno que, en sus manos, va mucho más allá de sus posibilidades.
Aunque Satriani no editaba material original desde Black Swans and Wormwhole Wizards (2010), decir que se mantuvo inactivo antes de lanzar su más reciente álbum, Unstoppable Momentum, sería menospreciar su participación en Chickenfoot, súper banda de hard rock en la que comparte créditos junto al baterista Chad Smith (Red Hot Chili Peppers) y dos ilustres ex Van Halen: Sammy Hagar y Michael Anthony. La gran recepción del grupo, al mismo tiempo que el regreso a un formato de "banda", en que el guitarrista no es el completo dominador del escenario, provoca que si bien el último trabajo de Satriani contenga ese virtuosismo extremo, éste conviva con composiciones más concretas, lo que permite que la propia apuesta del guitarrista tenga mayor coherencia.
Hay excesos, sin dudas. "Three sheets to the wind" muestra al Satriani más desatado, colindando con ciertos elementos del rock progresivo en su forma más pomposa. Sin embargo, "Satch" se muestra lúcido en gran parte del disco, como "I'll put a Stone on tour cairm" o en el track inicial, "Unstoppable Momentum". Asimismo, el Satriani más rockero aparece en "A door into Summer", y especialmente en "Shine on american dreamer", ambos cortes en los que el guitarrista recupera su sonido más clásico. Mención destacada merece, además, "Jumpin' In", tema que se acerca más al boogie-rock de próceres como ZZ Top, en comparación con su secuela, "Jumpin' Out", que vuelve al sonido más contemporáneo de "Satch".
La comunión entre estos distintos estilos, todos puestos al día por el sonido característico de la guitarra de Satriani, causa que Unstoppable Momentum sea, si bien un álbum diverso en cuanto a las formas, un trabajo que en lo sustancial sigue mostrando al guitarrista como un prodigio a la hora de abordar las seis cuerdas bajo cualquier recurso estilístico. Lo interesante es que este despliegue de virtuosismo, que todos los seguidores del instrumentista conocen y admiran, va acompañado de composiciones mucho más acotadas, lo que permite a Satriani tomar las mejores decisiones a la hora de desplegar sus inagotables recursos.
—Felipe Kraljevich M.