Ganador del Príncipe de Asturias de las Letras: "Un escritor no se mide por los premios"

MADRID.- El escritor español Antonio Muñoz Molina recibió "con naturalidad" el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y descartó que el galardón puede ser un escalón hacia el Premio Cervantes, en una rueda de prensa que ofreció hoy en Madrid.

"No creo en los escalafones", dijo el autor de "Sefarad" pocas horas después de que el jurado leyera su nombre en Oviedo. "No creo que la carrera de un escritor se pueda medir por los premios que recibe ni por los premios que no recibe", agregó, para concluir que la literatura es, simplemente, "gente que escribe y gente que lee".

Muñoz Molina habló de su literatura y de la suerte de haber empezado a escribir en la época en la que lo hizo, de vuelta a la democracia en España, tras casi 40 años de dictadura de Francisco Franco.

"El literario es un trabajo que es sobre todo cuestión de paciencia, pero también de suerte. Se puede tener paciencia y no tener suerte, pero yo he sido muy afortunado, también en la época que me ha tocado vivir", dijo. "Nuestra generación fue la primera generación de escritores que se encontró con la democracia y con un público que quería leer nuestros libros".

El jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras distinguió esta mañana al autor español por el compromiso de una obra fuertemente vinculada a la realidad contemporánea.

De acuerdo con los jueces, Muñoz Molina plasmó "fragmentos relevantes de la historia de su país, episodios cruciales del mundo contemporáneo y aspectos significativos de su experiencia personal" en su obra, en la que "asume admirablemente la condición del intelectual comprometido con su tiempo".

Sin embargo, el escritor salió al paso de esos elogios: "Prefiero hablar de hombre de letras, que es aquella persona que tiene su oficio, que no se ejerce igual en la sociedad democrática que en una totalitaria", dijo, y agregó que "el escritor puede comprometerse como ciudadano con determinadas causas y puede no hacerlo (...). Esos juicios, así tan generales, para mí no significan nada".