Roberto Ampuero es el nuevo ministro de Cultura.
Alex Moreno, El MercurioSANTIAGO.- Es uno de los contados escritores que podrían recibir el rótulo de bestseller en nuestro país. Basta que un libro con el crédito "Roberto Ampuero" se publique para de inmediato escale hasta los primeros lugares en las librerías locales y en buena parte de Hispanoamérica.
Sin embargo, y tal como ha ocurrido con muchos literatos chilenos, el autor de novelas como "Nuestros años verde olivo" o de una saga completa con el personaje Cayetano Brulé, ha cultivado una esfera política que ha sido determinante en su vida.
El interés siempre estuvo, pero estalló en años convulsos: A principios de los 70 ingresó a las Juventudes Comunistas, convencido en torno a los ideales de una sociedad socialista.
Sin embargo, iniciaría un proceso de reflexión en los años venideros que lo apartaría de esas ideologías, algo en lo que no tuvo que ver la caída de Salvador Allende, sino su propia experiencia en Cuba.
Tras partir durante un breve período a Alemania Oriental, se refugió en la isla, paso que estuvo lejos de ser lo que esperaba: Allí se desencantó tanto del régimen como de la sociedad forjada, y soportó los mismos problemas que buena parte de la población, relativos a trabajo y abastecimiento.
Así, en 1978 renuncia a la militancia y regresa a Alemania Oriental, cruzando el muro en 1983, para regresar a Chile diez años más tarde. Aquí está hasta 1997, cuando parte a Suecia, para luego iniciar una itinerancia que años después lo llevaría a Estados Unidos y México.
Su distanciamiento de posturas de izquierda lo llevó a abrazar no tanto las de derecha, sino más bien las del liberalismo. En ese tránsito, en 2009 apoyó públicamente la candidatura de Sebastián Piñera, quien en 2010 lo integró al directorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, cargo al que renunció meses después, por problemas personales.
En 2011 fue nombrado embajador en México, y ahora, tras la renuncia de Luciano Cruz-Coke, asume como ministro de Cultura.
En paralelo, como siempre, se espera que mantenga su actividad literaria, que lo vio publicar la novela "El último tango de Salvador Allende" en 2012, completando una obra que supera la docena de publicaciones.