Nuevas alas

En los catorce años que lleva grabando discos, el cantante y compositor chileno Alexis Venegas ha descrito una trayectoria sostenida desde sus inicios ligados a la trova hasta el acento paulatino en el pop y las baladas, que ha puesto en cada nuevo trabajo. Tras Deja el miedo y ven a volar (1999), Cierto día... cierta noche (2003), Tus ojos (2004), el disco en vivo Qué bueno que llegaste (2005) y Canto por ti (2008), Nuevas alas es el sexto de ellos, y se oye con naturalidad como un nuevo paso en esa dirección.

Una marca de esos inicios es el rasgueo de guitarras electroacústicas en la base de varias de estas canciones, y junto a ellas una señal de evolución es la presencia de pianos, bajos, baterías y detalles de guitarra eléctrica en los arreglos. Son timbres que a menudo aproximan al disco a un sonido pop rock, cuando no al ritmo de reggae que el cantante elige en "Mariana" o a la percusión digital programada en "Nuevas alas", junto a los acordes jazzísticos con que el pianista Cristóba Platz colorea esa canción.

Alexis Venegas es capaz de escribir composiciones orientadas a la radio, como pasa con los acordes de "Mi pequeña", que a primera oída suenan afines a muchas canciones escuchadas en emisoras del target de música melódica en castellano. Pero también se interna en búsquedas armónicas inesperadas, como en "Santiago", que tiene la secuencia de acordes más sorprendente del disco. Son señales consistentes para un hombre que suele tocar en vivo en escenarios íntimos a solas con la voz y la guitarra, pero que lo mismo fue el ganador de la competencia internacional del Festival de Viña en 2004 con la canción "Tus ojos", y que se escucha en Nuevas alas como una continuación natural de cantantes de generaciones previas como Alberto Plaza o Pablo Herrera. En estos años puede haberse puesto de moda ser trovador acústico, pero Alexis Venegas, que ya lo fue hace rato en los '90, hoy sostiene la opción personal de reforzar también su rumbo hacia la canción pop.

—David Ponce