La difusión de la filosofía vive un renacimiento en Alemania

BERLÍN.- La difusión de la filosofía vive en Alemania una especie de renacimiento y la disciplina, lejos de estar encerrada en las cátedras universitarias, ha salido a la calle en busca de un público más amplio.

Uno de los síntomas de ese fenómeno es el éxito de los libros de Richard David Precht, que ha apostado por escribir textos de difusión filosófica para jóvenes y adultos, y ha logrado un puesto en las listas de libros más vendidos.

Desde hace dos años, además, han venido apareciendo revistas de difusión filosófica, con un lenguaje lejano a la jerga universitaria, que han logrado hasta ahora mantenerse en el mercado.

"La gente se da cuenta de que hay cosas más importantes que decidir qué jersey (chaleco) van a comprarse", dijo hoy Wolfram Eilenberger, director y fundador de "Philosophie-Magazin", durante la presentación del primer Festival de Filosofía de Colonia, que empezará a celebrarse el 26 de junio.

"Estamos viviendo un renacimiento de la filosofía. Creo que hay una sensación bastante difundida de que tenemos que cuestionar radicalmente la forma como nos comportamos cada día", agregó Eilenberger.

Se trata un poco, podría decirse, del renacimiento de la filosofía a partir del espíritu de la crisis. "Estamos en medio de una crisis que se experimenta de manera muy consciente, que tiene que ver con la posibilidad de continuar con nuestra forma de vida tanto en lo ecológico como en lo económico. Y los tiempos de crisis son muy buenas para la filosofía porque se trata de plantear preguntas fundamentales", sostuvo.

Además, según Eilenberger, la sociedad alemana actual ha llegado a tal nivel de bienestar y de saturación que es imposible seguir aumentando la satisfacción a través del consumo. "El consumo ya no puede aumentar más la satisfacción de la gente. Entonces surge la pregunta por el sentido de todo y el sentido es algo que no se puede comprar", dijo.

Una señal adicional de renacimiento es que el semanario "Die Zeit" sacó en su última edición, por primera vez, un suplemento especial de 48 páginas dedicado a la filosofía. El suplemento incluye ensayos de filósofos sobre lo que llama "las nuevas viejas preguntas" refiriéndose a la justicia, la libertad o la dignidad humana.

También, en otra sección, hay un artículo sobre lo que puede aprender de la filosofía de la neurología. "El interés por las preguntas filosóficas está lejos de haber desaparecido. Por el contrario, está regresando con toda su virulencia", constata el semanario en la presentación del suplemento.

En todo caso, en medio de todo ese movimiento, en el que Richard David Precht parece ser más una estrella de pop que un profesor de filosofía, algunos académicos tienen la preocupación de que esa salida de las aulas lleva a la disciplina a cierto populismo que le haga perder seriedad académica.

Christoph Horn, catedrático de la Universidad de Bonn, no lo cree así. "La popularización es algo que también existe en la filosofía, pero el ocuparse de cosas cotidianas no implica necesariamente populismo", dijo Horn.

En el contexto de la crisis actual, en la que se plantean preguntas sobre el sentido de la existencia y sobre el modelo más justo de sociedad, la filosofía, según Horn, ofrece a la gente un terreno de reflexión, al margen de las respuestas religiosas o de las superficialidades de los libros de autoayuda. "A diferencia de la religión, la filosofía no exige fe ciega", explicó Horn.

Tampoco ofrece recetas, y esa puede ser la desventaja. Sólo vuelve a abrir preguntas que se creían resueltas.