NUEVA YORK.- Dos libros que fueron robados desde la Biblioteca Nacional de Suecia, y que pertenecían a la familia real de ese país, serán devueltos por Estados Unidos
mañana.
El fiscal federal de Nueva York, Preet Bharara, restituirá los dos libros, uno de los cuales tiene más de 330 años, a la directora de la biblioteca, Gunilla Herdenberg, en una ceremonia en Manhattan.
Las dos obras, cuyo valor total es de unos 100 mil dólares, son parte de un lote de 56 objetos robados de la Biblioteca Nacional de Suecia entre 1995 y 2004 por el exdirector de la Sección de Manuscritos, Anders Burius. El funcionario se suicidó en 2004, poco después de confesar sus crímenes.
Los libros fueron vendidos por la casa de subastas Ketterer Kunst, con sede en Hamburgo, Alemania, y 13 de ellos fueron comprados por clientes en Estados Unidos.
En su intento por recuperar los libros que faltaban, el año pasado la policía federal estadounidense (FBI) negoció el regreso de un viejo atlas sueco de 415 años de antigüedad, que había sido subastado en 2011 en Nueva York.
Los dos libros que serán devueltos el miércoles a Suecia son "Descripción de Luisiana", escrito en 1683 por el misionero y explorador francés Louis Hennepin, y una colección alemana de ilustraciones del Misisipi del artista estadounidense Henry Lewis, impresa en Düsseldorf entre 1854 y 1858.
Ambos libros fueron comprados a mediados de 1990 por un vendedor de libros antiguos en Baltimore, Maryland. El comprador recién se enteró el año pasado, cuando el FBI lo contactó, que eran objetos robados. Pero había vendido los libros hacía mucho tiempo.
"Aunque como comprador de buena fe no tenía ninguna obligación legal, desde un punto de vista moral la situación me molestaba, así que traté de encontrarlos", dijo el librero Stephan Loewentheil, quien pagó para recuperar los libros.
"Nuestros clientes aman los libros y las personas que aman los libros tienden a querer hacer las cosas bien, por lo que estaban dispuestos a venderme esos libros", dijo. "Todos los robos están mal, pero para mí los robos culturales son los peores, porque roban el patrimonio de una nación".