El año 1969, a sólo meses de la muerte de uno de sus integrantes clave (Brian Jones), The Rolling Stones daban muestra de su dominio frente a 250 mil personas en el Hyde Park de Londres. Por ese entonces, la banda acababa de editar el álbum Beggars banquet (1968) y se hallaba ad portas de lanzar Let it bleed ese mismo año. El show de sus “majestades satánicas” marcó un hito en la historia de la banda: era la primera presentación del grupo liderado por Mick Jagger y Keith Richards en dos años y, además, sirvió de presentación del guitarrista que reemplazaría a Jones, Mick Taylor, quien además se transformó en pieza fundamental para la seguidilla de clásicos que publicaría el grupo, como el mencionado Let it bleed, el disco en vivo Get yer ya-ya’s out (1970), Sticky fingers (1971) y el clásico Exile on Main St. (1972).
Por eso, que el grupo regresase a este mismo lugar para dar por finalizada la primera parte de la gira con la que celebran sus cincuenta años de trayectoria parecía algo lógico. Más aún, considerando que antes de esta ocasión, los Stones cerraron varias bocas con una presentación a la altura de su leyenda en el festival Glastonbury. De esta forma, el apronte con el que llegaron a este lugar, testigo de cómo su leyenda se hacía más y más grande, no podía ser el mejor y eso se refleja en el set list de este Hyde Park Live, en el que Jagger, Richards, Watts y Wood recorren lo mejor de su trayectoria, aunque dando espacio para sorpresas.
Lo primero, es que la calidad del registro es incuestionable. La definición con la que se escucha a la banda en tan significativo escenario hace que se sienta la dicha, tanto del público que asistió a esa fecha como del mismo conjunto, que deja todo. Las prestaciones de Jagger rivalizan con lo de su mejor época, mientras que el trabajo de Richards y Wood va creciendo a medida que pasan las canciones y ni hablar de Charlie Watts, manteniendo toda la maquinaria de rock y blues que ofrecen los Stones en un cauce ordenado, como se aprecia desde el inicio con una desenfadada "Star me up" o en "Tumbling dice", e incluso en la parte final de las casi dos horas de show con "Gimme shelter".
Si bien es cierto que la presentación que ofrecen los Stones es conocida, incluyendo la sección en la que Keith Richards toma la voz de la banda con "You got the silver" y "Before they make me run", hay espacio para las sorpresas. Una de ellas es que el grupo toca "Ruby Tuesday", uno de los clásicos de la banda, por vez primera en esta parte de su gira de celebración. Otra, es que Mick Taylor también se unió en esta presentación para una cruda versión de "Midnight rambler" y en el apoteósico cierre del recital con "(I can’t get no) Satisfaction". Además de eso, tocan "Doom and gloom", tema nuevo que aparece en la completa revisión que hace The Rolling Stones de sí mismos con el box set GRRR! (2012) a propósito de su medio siglo de historia, lo que de alguna forma viene a actualizar la puesta en escena de la banda.
Pero más allá de todo eso, es la impresionante energía que muestra la banda en el escenario. Porque por mucho que sea un sitio con historia, como lo es el Hyde Park, los Stones podrían hacer lo mismo en cualquier otro sitio. Y quizás sea el medio siglo de un conjunto que se niega a envejecer, pero este registro en vivo muestra a sus “majestades satánicas” viviendo una edad dorada que ya muchos se quisieran.