Los directores rodaron la película por cinco años en distintas residencias a nivel nacional.
Globo Rojo.SANTIAGO.- Más de 20 ancianos están sentados sin hacer nada, esperando que pasen las horas. No hay conversaciones, no hay risas, no hay movimiento. Esta escena fue la que hace más de cinco años impulsó a los documentalistas Catalina Vergara y Cristián Soto a retratar la realidad que se vive en los hogares de acogida.
Fueron cinco años de grabaciones en distintas residencias del país donde vieron la misma fotografía repetida día tras día. "La potencia y la atmósfera de esa imagen fue muy fuerte", explica Vergara sobre la primera vez que se percató de cómo el tiempo pareciera detenerse en esos lugares, ante la aparente indiferencia del entorno.
En 90 minutos, la dupla de realizadores muestra una sensación de abandono latente, la cual es aceptada por algunos y es rechazada por varios que se aferran a mantenerse vivos, a manifestarse a través de una llamada telefónica o de una radio comunitaria.
"Esta película es una detención. Parar, para mirar y contemplar una realidad y preguntarse qué estoy haciendo yo ahora acá. Esa es un poco la sensación con la que se queda la gente cuando va. Por eso hay un sentimiento de angustia", apunta Cristián Soto sobre el efecto que ha causado la cinta en la audiencia. Parte de esas impresiones quedó plasmada en unos videos publicados en YouTube, donde incluso el baterista de Sonic Youth, Steve Shelley, admite haberse emocionado.
"No tiene que ver con cómo es la casa o con los recursos en el hogar, tiene que ver con el desapego. Eso produce algo en el ser humano, y eso es lo que se ve en la película, ese desapego antes de morir", aclara el director oriundo de la región del Biobío.
La película se estrenará este jueves a nivel nacional, tras haberse presentado en el Festival Internacional de Cine Documental de Copenhagen y en el Dok Leipzig, y de haber ganado el Premio del Público en Fidocs y también el Gran Premio en el Festival de Pärnu, en Estonia.
"Ha sido súper bonito mostrarla en los festivales", dice Vergara. "Es lindo ver lo que le pasa a la gente, y ver que a todos los afecta en algún punto. Todos tenemos abuelos y nos ha pasado que la recepción general es pensar en sus propios familiares. A partir de la reacción del público afuera es que hemos visto cómo hace reflexionar esta película", dice, y admite que no esperaban que el tema los impulsara a ganar premios del público.
"Tuvimos la gratificación y sorpresa que ganó el premio del público en Fidocs, era inesperado porque se podría pensar que es un tema que la gente no quiere ver. Sabíamos que para algunas personas podría ser así, pero nos hemos topado con la sorpresa de que les gusta mucho", admite la realizadora.
La dupla actualmente está trabajando en un nuevo proyecto financiado por Consejo Nacional de Televisión. Se trata de una serie de ocho capítulos en la cual se exhibirá la vida en ocho pueblos alejados de la ciudad. "Es gente que vive sin luz, sin agua, sin telefonía, sin nada. Viven de la manera como vivían sus ancestros", señala Soto sobre la producción que debutará el próximo año en UCV.