Son muchos los elementos y detalles que Dënver preparó para el lanzamiento de su reciente tercer disco, Fuera de campo, el pasado 27 de julio en el Teatro Cariola, además de la elección inicial de esa añosa e histórica sala en el centro de Santiago para el acontecimiento.
Ese día el dúo de Mariana Montenegro (voz y teclados) y Milton Mahan (voz, guitarras y teclados) dio al lugar una ambientación y diseño especiales, llevó a escena a una orquesta de dieciséis músicos profesionales y un director, estrenó coreografías, dispuso puestos de venta de artículos relacionados en el foyer del teatro y expuso en las vitrinas de la entrada desde fotos de infancia de ambos integrantes hasta los afiches de los lanzamientos de sus discos previos.
Esa galería de imágenes fue un recordatorio de la historia de este dúo iniciado en San Felipe en 2005 a través de sus estrenos: el del primer álbum, Totoral (2008), con un concierto en el auditorio de la Radio Universidad de Chile; el del single "Lo que quieras" (2010) en el espacio Cellar y el de Música, gramática, gimnasia (2010) con dos jornadas, primero en la discoteca Blondie en 2010 y luego en el centro cultural Matucana 100 en 2011.
Es una curva ascendente completada esa noche con el lanzamiento de Fuera de campo (2013) en el Cariola, aunque Milton Mahan sitúa los hechos en su justa medida. "Considero que todavía somos under. Tenemos un público que es muy de nicho y hacemos todo nosotros", dice el cantante y compositor del grupo, y tiene un ejemplo a mano como evidencia: "Lo que pasó con Feria nos dejó claro que no somos prioridad para ellos. No somos la Fran Valenzuela ni Américo, que probablemente no les hubiera pasado ese tipo de cosas. Tenemos que crear nuestras propias herramientas".
"Lo que pasó con Feria" es, en efecto, lo único que no funcionó esa noche, y no era un detalle. Feria es Feria Music, la compañía discográfica que depende de la cadena de tiendas Feria Mix y que se iba a hacer cargo de la fabricación y distribución de Fuera de campo. Pero los CDs no estuvieron fabricados a tiempo, explican los músicos. Esa noche no hubo ejemplares del disco en el teatro. Y Dënver no perdió tiempo. En una alocución sobre el escenario Milton Mahan cortó relaciones en tiempo real con Feria Music, para dar luego una noticia recibida entre aplausos: el anuncio de que Dënver iniciará un sello independiente para la distribución de su música.
-Teníamos rabia -resume él ahora a propósito de ese momento.
-Quizás había gente molesta con nosotros porque no estaba el disco -considera Mariana-. Había que dar una explicación si la gente llegó con la intención de comprarlo y no estaba.
-Se llamaba "lanzamiento del disco", ¿cachai? -recalca Mahan-. Me daba un poquito de vergüenza prometer algo que no se cumple.
-¿Y uno puede terminar un trato así, en vivo? ¿No hay contratos de por medio?
-No alcanzamos a tener contrato -explica ella.
-Por eso pudimos hacerlo -agrega él-. Si hubiéramos tenido contrato habría sido distinto, y quizás ellos no hubieran podido faltar a esto.
-¿Además hay un daño económico? Porque no va a ser tan fácil convocar de nuevo en un mismo lugar a tanta gente que iba a comprar el disco esa noche.
-Nos dijeron dos días antes (que los discos no iban a estar fabricados) -dice Mariana-. Intentamos por todas partes hacer los discos y no sabíamos si decir a la gente o no. Imagínate, estaba todo saliendo de lujo y pasó eso. Estrés total, ganas de llorar. Igual cuando subí al escenario se me olvidaron todas las cosas malas. Pero estábamos con la rabia ahí.
-Yo no había planeado un speech ni nada -agrega Mahan- pero sabía que lo quería decir y sabía que ése era el lugar para decirlo, porque por las redes no tenía mucho sentido.
-Dijiste que eran dos noticias, una buena y una mala.
-¿Cuál era la buena? Yo me estaba cambiando ropa -sonríe ella, que en ese momento había salido del escenario para un cambio de vestuario.
-La buena es que nos sirvió esto para armar el plan de tener nuestro propio sello. Siempre hemos hecho nuestras propias cosas y nos faltaba este empujón para tomar la decisión.
Para pasarlo bien tocando: la gira que viene
En Dënver están por ahora buscando un nombre para su futuro sello disquero independiente, pero ya tienen claro cómo debería ser el funcionamiento, según planea Milton Mahan.
-Hemos pensado en incluir un par de bandas más, pero queremos que sea algo pequeñito -dice-. Yo ya he estado en muchos sellos y me he salido de varios porque generalmente el problema es que, cuando hay muchas bandas, no hay control y no se les puede ofrecer un buen trabajo. La escena en Chile es súper pequeña para creer que puedes tener un sello con diez grupos y que a los diez les puede ir bien.
Los cuatro trabajos de Dënver a la fecha responden a sendas maneras distintas de producir un disco: el EP Solenöide (2006) fue una autogestión completa; Totoral (2008) fue editado por un sello independiente, Neurotyka; Música, gramática, gimnasia (2010) fue una producción mixta entre los fondos culturales del Estado y un sello independiente, Cazador; y la reedición del mismo disco en 2011 fue el único trabajo que alcanzaron a hacer con Feria Music, una compañía de mayor alcance. Eso se suma a la experiencia de Milton Mahan además en el netlabel o sello digital Michita Rex.
-Un sello no puede ser sólo un servidor o un sitio web -dice-. A mí me gusta el tema de producción, de eventos, de videoclips, lanzamientos, difusión, distribución de los discos. Creo que eso es lo mínimo. Y a partir de ahí llegar a más, a hacer giras.
Una gira es de hecho la actual propuesta de Dënver, que esta semana y la próxima inician en Concepción y Valparaíso un recorrido en el que mostrarán en regiones el mismo espectáculo del estreno de Fuera de campo en la capital, incluida la orquesta, esta vez con doce integrantes.
No es primera vez que el dúo trabaja con arreglos orquestales en vivo: habían debutado en ese plan en el citado concierto de 2011 en Matucana 100. "Pero ahora tenemos un músico más en el corno, y los músicos son profesionales. En Matucana habíamos trabajado con estudiantes", distingue Mariana. "Y otro elemento nuevo es el director", agrega, a propósito del músico y compositor Juan Pablo Abalo, quien lleva la batuta en este concierto.
-¿La otra vez Mariana dirigía medio de reojo desde el teclado?
-Sí -recuerda la tecladista.
-Y me acuerdo de que esa vez medio que no lo podíamos pasar tan bien -agrega Mahan-. Yo creo que en este show lo que nos propusimos con Mariana era pasarlo bien.
-Y liberarnos -agrega ella-. Liberarnos de los instrumentos también. Tocar menos. Ya que está la orquesta, para qué tocar teclado todo el rato.
-Eso implica más espacio para bailar también. ¿Antes no era tanto lo que bailaban en el escenario?
-Sí, ahora disfruto a los chiquillos (de la banda) que están tocando -dice él-. Me gustaría en algún momento hacer un show muy de dúo, y que la banda toque.
-Sipo, también cuando uno deja de tocar escucha más lo que hacen los demás -explica ella-. Y también estamos más sueltos de todo, hasta emocionalmente, sentíamos más seguridad.
-Creo que este disco nos agotó mucho hacerlo -resume Mahan- y ahora queremos pasarlo bien tocándolo.
De Michael Jackson a Diana Ross
"Revista de gimnasia" fue la canción elegida por Dënver como primer anticipo del disco, estrenada con su correspondiente videoclip en mayo pasado. Pero desde entonces Milton Mahan consideraba que no era una canción necesariamente representativa del disco completo.
La confirmación llegó luego con la variedad de Fuera de campo, un trabajo donde conviven la melancolía de "Medio mal", el pulso cansino de "Mejor más allá", "Medio loca" o "Concentración de campos" y el ruido eléctrico de "El árbol magnético ataca por sorpresa", con una familia de canciones de sonoridad más luminosa, entre el sonido orquestado de "Las fuerzas", el influjo disco de "Revista de gimnasia" y "Tu peor rival" o el soul de "Profundidad de campo".
-Ésas son las más setenteras -dice Mariana.
-Y son las más negras -agrega Mahan.
-Y en ésas aparece además la importancia de la orquesta, ¿no? Música disco con violines.
-Yo sentía que las del disco anterior, el Música, gramática..., eran canciones a las que se habían agregado encima los arreglos. Y me pasa con discos de grupos como The Stylistics (el conjunto vocal recordado por éxitos como "You are everything" o "You make me feel brand new" que vino al Festival de Viña en 1980) que la composición está muy ligada al arreglo, como si hubieran compuesto con el arreglo ya hecho.
-Hace rato estábamos rallando la papa con esa música -agrega ella.
-¿De hecho se nota en el comienzo de "Profundidad de campo"?
-"Rock with you" -sonríe ella.
-La cita es obvia -reconoce él, a propósito de los compases de batería del inicio de esa canción de Michael Jackson, del LP Off the wall (1979)-. Y en "Tu peor rival" también hay una cita a Michael Jackson.
-¿Tu baile en vivo también es un poco Michael?
-Sí, hemos estado escuchando mucha música negra, viendo hartos videos de (el programa musical de TV) "Soul Train". Ahora no puedo creer que venga Stevie Wonder a fin de año, que creo que lo anunciaron.
-A propósito de parecidos, es casual que "Torneo local" se parezca a "Be my baby", de Vanessa Paradis?
-¿Es la misma de Phil Spector? -pregunta ella.
-No, es otra.
-Me acuerdo de que la primera vez que empecé a tirar los acordes de esa canción tenía muy en mente a David Bowie -dice él.
-Sipo: "Space oddity" -agrega Mariana.
-Pero después, claro, la quisimos llevar a una cosa más disco, y me acuerdo de haber tomado también referencias de Alicia Bridges en "I love the nightlife" (éxito de la música disco en 1978). Lo que queríamos hacer con el disco es reivindicar esta música negra, porque lo que siento es que Chile es un país súper poco negro. Por ejemplo el otro día fuimos a ver a Diana Ross…
-Ah, iba a preguntar si habían ido.
-Obvio -sonríe Mariana.
-Y había súper poca gente, achicaron incluso el Movistar (Arena). Y lo he hablado con harta gente: por ejemplo Prince es una leyenda y no entiendo por qué no ha venido a Chile. Me pregunto qué pasaría si Prince viniera: para mí Prince debería tocar en un (Estadio) Nacional, pero probablemente no le dé ni para un (Teatro) Caupolicán. Y con Stevie Wonder también, para mí es un misterio lo que va a pasar. Él tocó hace dos años en Rock in Río en Brasil para doscientas o trescientas mil personas, y yo no sé acá en Chile en verdad si es capaz siquiera de llenar un Movistar.
-Ustedes mismos se demoraron cuatro discos en sonar como música negra. Tuvo que ser paulatino.
-En mi caso me di cuenta de que existía la música soul y disco, bueno, aparte de que la escuchaba en la niñez, por grupos españoles, como La Casa Azul, que citaban mucho esa música -reconoce Mariana-. Fue como un puente para redescubrir la música negra.
Tampoco son tan herméticas: letras e historias de Dënver
Si la música es diversa, la cohesión en Fuera de campo depende de otra cosa, dice Milton Mahan. "Por un lado es diverso, y el mundo que unifica al disco tiene más relación con las letras y con el imaginario que surge de ellas: hay muchos lugares en común, todas nacen a partir de San Felipe y es quizás el disco más conceptual que hayamos hecho. Para mí tiene un sentido muy narrativo, que se relaciona con una guerra, y cada canción desarrolla esa idea".
"No gana la guerra quien más soldados ni armas tenga" es el primer verso del disco, y luego la guerra aparece en diversos momentos.
-Guerra, soldado, conscripto… Para mí eso viene del disco anterior, que era un poco más dulce, y me gustaba que fuera un desarrollo -agrega el cantante, y cita como es recurrente al escritor colombiano Andrés Caicedo a propósito de esa influencia literaria-. Soy muy fan de Andrés Caicedo y él hacía eso en su literatura: iba repitiendo personajes y todo siempre sucedía en Cali. Me gusta llevar eso a la música, que no sé si se hace tanto, es de crear personajes que vayan apareciendo. Hay un disco de un español que se llama Parade (el músico Antonio Galvañ) que hizo algo así, medio conceptual. Y quería dar un vuelco más oscuro. O sea, nuestra música es pop, pero creo que hay una especie de tela que siempre deja entrever cierta oscuridad, y también creo que lo necesitaba por este tema de la guerra.
-Hay canciones melancólicas y tristes incluso.
-Sí, tenía ganas de buscar una cosa más densa. Al menos a mí me es más fácil componer baladas que canciones bailables, entonces por ahí queríamos investigar un poco y eso salió. Y también es un disco donde nos enfocamos principalmente en la letra. Por ejemplo "Mejor más allá" es una canción larga en función de la letra. En discos anteriores me acuerdo de haber editado cosas para hacerlas más singles, pero en ese disco no hicimos ese sacrificio.
En cuanto a duraciones, ninguna canción de Fuera de campo baja de los tres minutos cincuenta, mientras "El árbol magnético ataca por sorpresa" sobrepasa los siete minutos y"Tu peor rival" y "Mejor más allá" superan los cinco. "En ese tema ("Mejor más allá") me interesaba hablar de desapariciones, que es un asunto súper pendiente en Chile, desde los detenidos desaparecidos, y me acordaba también de este tema de 'Los dinosaurios', de Charly García, de los amigos que desaparecen", dice el autor. "Creo que no podía tocar ese tema de una manera más festiva".
-En esos caso no está ese contraste de Dënver entre letras sombrías y música ligera: aquí la música va en el tono de la letra.
-Sí. Para mí esa canción es una especie de marcha -sonríe.
-¿Hay alguna aspiración de ser un escritor en ese punto de vista más narrativo de tus canciones?
-Me gusta mucho escribir, pero me cuesta mucho, me agota. Me sale más fácil escribir en canciones, quizás por la síntesis, esa economía y esa cosa de ir armando rimas. Pero me gusta mucho y para mí es un tema pendiente ojalá algún día poder escribir, si bien he hecho un par de cuentos. Pienso en este disco y en mi cabeza veo que podría haber sido una novela, pero no la puedo hilvanar. Tengo como recortes de ella y esos recortes son las canciones, que se pueden unir pero que tampoco encajan perfectamente.
-¿Y cómo es para Mariana cantar estas letras? ¿De alguna manera eres una lectora también de las canciones?
-Sí, me pasa eso, que él hace las letras y yo ni le pregunto. Intento adivinar todo el rato de qué se tratan, y creo saberlo bien, porque igual lo conozco caleta.
-Tampoco son tan herméticas, creo yo.
-Me acuerdo cuando me mostró "Concentración de campos" -continúa ella-: me costó mucho cachar que se trataba de campos de concentración. Y ahí todo tenía sentido.
-Para mí en las canciones uno tiene que dar pistas y la persona que escucha tiene que ir descubriendo según su experiencia -dice él.
-Sipo, si dices "Pedro Soto Tapia" en "Mejor más allá" todo tiene sentido -pone por ejemplo ella, a propósito del crimen nunca aclarado de Pedro Javier Soto Tapia, conscripto de diecinueve años del regimiento Yungay de San Felipe, desaparecido en diciembre de 1996 y cuyos restos fueron hallados en 1997.
-"Mejor más allá" partió un poco de la idea de Pedro Soto Tapia -explica Mahan-. Por ejemplo sale el Cerro La Virgen, que es el lugar donde encontraron su cadáver.
-O dice "Se oyen sus gritos en el ahora centro comercial" -agrega Mariana-: toda la gente en San Felipe sabe que donde estaba el regimiento ahora hay un Falabella. O un Tottus.
-¿Qué importancia tiene San Felipe para Dënver?
-Para mí es súper importante, no sé bien por qué -dice él-. Al menos yo necesito arraigarme en algo. Si no quedo en el aire. Me gusta saber que algún día voy a volver a terminar mis días probablemente en San Felipe, me imagino como un viejito atendiendo un quiosquito. Para mucha gente, sobre todo en México nos ha pasado, a través de nuestras canciones pareciera que describiéramos San Felipe como si fuera un paraíso. Y es una ciudad súper tranquila, cada vez más llena de tiendas de servicios… Para nosotros y nuestros amigos, por los lugares que compartimos, era un lugar muy idílico. Que no quiere decir que lo sea.
-Todavía no hay MacDonald's -consigna Mariana-. Todavía no hay Burger King.
Estrategias finales: sobre la importancia del productor musical
Lo dijo Milton Mahan este año a propósito del estreno de "Revista de gimnasia", articulado casi como un manifiesto: "Creo que lo que puede guiar nuestros discos son las letras y no la producción. Para mí la producción es una anécdota, no menos valiosa por eso, pero anécdota al fin y al cabo. Por eso me gustan mucho las grabaciones de baja resolución, los discos grabados en casa, los primeros demos de las bandas. Por eso tampoco creo en los productores musicales. Una persona registrando con un celular está produciendo música y no necesariamente es productor. Creo en los instantes de producción, pero no creo que una persona pueda producirlo todo. La fuerza de las canciones es más grande que la de las producciones. Si no, además no tendríamos forma de competir con otros mercados".
-Pucha, mi amigo Pablo se enojó porque dije eso -sonríe ahora Mahan, a propósito de Pablo Muñoz, su socio en el dúo De Janeiros y con quien ha compartido también el trabajo de producción para discos de músicos como Kinética entre otros-. Porque él se dedica a producir y reivindica la labor del productor, mientras que yo no la reivindico. A lo que iba es que, a pesar de que he producido discos y últimamente se ha acercado gente a mí para que haga ese trabajo, no estoy cien por ciento seguro de si un productor puede hacer brillar cualquier cosa que toque. Creo que mucho mérito es tener también una buena canción. Es cierto que un productor puede potenciar eso, pero no puede potenciar sin una buena canción. Yo soy un convencido de que una buena canción mal grabada va a triunfar igual. Y si no fuera así, todos los registros de campo que tiene, no sé, Margot Loyola, no tendrían validez. A mí me gusta mucho el lo-fi (baja fidelidad).
-Pero igual es verdad que las cosas masivas nunca son lo-fi -considera Mariana.
-Y también hay casos opuestos en los que sólo hay producción: un cantante de TV al que le arman un disco.
-Pero por ejemplo los discos de Los Prisioneros de los '80 no son discos que suenan bien. ¿Cachai? Pero son muy buenos.
-Cierto. Pero también con Los Prisioneros, Corazones sí es un disco "producido" y es increíble.
-Sí. Voy a aclarar ese tema porque quizás no lo estoy explicando bien. Los discos de Los Prisioneros son muy muy visionarios, por el uso de samples y otras cosas, y en ese sentido hay una muy buena producción. Pero creo que en esa época en Chile no había buenos estudios. Entonces si se compara otra música de la misma época, no sé, "Like a prayer", de Madonna, con lo que estaban haciendo Los Prisioneros, sonaba como de juguete. Y es válido también. Pero eran himnos. Himnos latinoamericanos. Y esa producción más pobre no melló, creo yo, en su canción.
-Representaba mejor ese contenido -agrega Mariana.
-E incluso la falta de producción no impidió que esa música fuera popular.
-Es como en el cine también. Yo soy muy fan, por ejemplo, de (los cineastas) José Luis Sepúlveda y Carolina Adriazola, que hicieron "Mitómana" (2010), "El pejesapo" (2008). Ellos nunca podrían probablemente ir a Hollywood a dirigir; tal vez no saben hacer lo que hace Pablo Larraín. Pero a mí me parece mucho más interesante.
-A propósito de productores, ustedes trabajaron con Cristian Heyne en el disco anterior. Pero él mismo precisaba que había producido los discos de Gepe y Javiera Mena, en cambio el de Dënver había sido producido en la práctica por Milton.
-Claro, tú sabes eso porque hablaste con Cristián, pero la gente que ha escuchado este disco o el anterior, dice "Ah, en ese disco se nota mucho la mano de Heyne", o "En éste faltó" -sonríe Mahan-. Es muy divertido. Y en este disco también participó él.
-Sí, pero no es productor: está en "estrategias finales". ¿Qué es eso?
-Teníamos el disco mezclado completamente y, como nos habíamos esforzado en hacerlo muy análogo, teníamos ganas de cerrar el proceso con ese mismo sonido. Y en eso Cristián nos ayudó, armamos una especie de experimento y pasamos el disco por cinta en una remezcla final. Después no sabía cómo ponerlo en los créditos, así que le pregunté "¿Cómo se llama tu trabajo?". Y me dio esa opción: "estrategias finales". Como el disco es medio bélico le viene súper bien la estrategia.