Italia quiere que ''La Gioconda'' de Leonardo Da Vinci vuelva al país por un tiempo.
Museo Nacional del Prado
ROMA.- Italia solicitó a Francia que le preste durante unas semanas la obra del genio italiano Leonardo da Vinci, "La Gioconda", que se exhibe en el Museo del Louvre de París, para conmemorar el centenario del hallazgo de la pintura en Florencia en 1913, tras su robo el 21 de agosto de dos años antes.
Ya en 2011 Italia se movilizó al respecto, aunque sin éxito, reuniendo firmas y enviando cartas al ministro de Cultura francés, Fredéric Mitterrand, y al director del Louvre, Henri Loyrette.
El Comité para la Valoración de los Bienes Culturales, comprometido desde hace algunos años en estudios sobre "La Gioconda", escribió por segunda vez a Francia, en esta ocasión, a la ministra de Cultura de Francia, Aurelie Filippetti, para sensibilizarla con el fin de que preste a Italia el célebre retrato.
Así lo confirmó hoy el presidente del Comité, Silvano Vinceti, quien reivindicó la recolección de 150.000 firmas en la petición dirigida las autoridades italianas y francesas.
"Reiteramos que ya es hora de traer de vuelta a la Mona Lisa a Italia, al menos un mes, para avanzar en la investigación" de Lisa Gherardini Del Giocondo, la modelo de Leonardo, indicó Vincenti.
"Como italiano me siento en el deber de instar a las autoridades francesas a una reunión para explicar las razones de un préstamo que también serviría de reparación a los robos de obras de arte por parte de Napoleón", aseveró.
"La Gioconda", el retrato más famoso de la historia y quizás el cuadro más conocido de la pintura occidental, fue adquirido por el rey Francisco I de Francia a principios del siglo XVI y desde entonces es propiedad del Estado francés.
El cuadro sufrió un espectacular robo el 21 de agosto de 1911 del Louvre y no fue hasta 1913 cuando la dama reapareció, y lo hizo en Florencia, su tierra natal, 400 años después de ser pintada, sin que muchas de las incógnitas de su desaparición hayan sido todavía desveladas.
Lo que sí se sabe es que el autor material fue un obrero italiano, Vincenzo Peruggia, que trabajó en el museo.
Peruggia, que logró sacar la tabla del Louvre con total facilidad, fue detenido dos años después en Florencia cuando intentaba vendérsela al anticuario Alfredo Geri, quien alertó a la policía.