Música para sincronizar cosas

Música e imagen son dos vocaciones que terminaron por venir a juntarse en la banda sonora del compositor y pianista chileno Marcos Meza. Conocido sobre todo por su trabajo desde 2008 como parte del quinteto de jazz, rap y rock Cómo Asesinar a Felipes, en paralelo ha grabado ya tres discos como solista en los que insinúa su inclinación por la música incidental, y en su más reciente lanzamiento pasa del disco a la película para reforzar esa inclinación.

En el mismo año Marcos Meza ha presentado estrenos en ambas líneas. Hace un mes, en julio, acaba de estrenar la primera parte de "Opus Dédalo", una trilogía de microdocumentales sobre diversos oficios referidos a la relación entre la música y la imagen. Y meses antes publicó el más reciente de sus tres discos, una serie que parte en Piezas para piano y cuarteto de cornos (2010) y Fantasías fonéticas (2011) hasta llegar a Niebla (2013), donde el autor vuelve a la música para piano y cuarteto de cornos franceses en una obra de cuatro movimientos: "Retorno", "Vuelo", "Silencio" y "Niebla", este último titulado con el nombre de la sureña ciudad cercana a Valdivia.

-Me gusta mucho el tema del mar. Buceo harto, recreativamente, y coincidió con que en su momento fui a Niebla, a Valdivia, y ya tenía medio armadas las composiciones -explica-. Me agarré del lugar Niebla, de esta cosa marítima que es lo opuesto al otro disco, que era un desierto. Es una cosa anímica.

-¿Pero también paisajística? ¿Eso se conecta con música incidental, pensando en un paisaje?
-Claro, pero como una cosa muy ignota. Es paisajística porque la música en general la concibo mucho desde imágenes y no tanto en parámetros musicales. Por eso en los Felipes hay una parte y cinco segundos después hay otra parte nada que ver. Y en mi forma también es un poco así: responde a un paisaje, pero no a un paisaje como se lo imagina una persona que hace cine, sino una cosa más anímica.

-¿Además queda abierto el título entre el significado de Niebla, el lugar, y la niebla?
-Le expliqué esto a Greene (el grafitero autor del arte de la portada del disco) y me mandó una carátula que es la montaña vista desde su pieza. Lo dibujó.

-O sea todo lo contrario del mar.
-Y fue perfecto igual.

-¿No es muy helada la experiencia de bucear en Niebla?
-Sabes que en Chile entre Arica y Punta Arenas no varía en más de dos grados la temperatura del agua. No te da más frío buceando en Valdivia que en Algarrobo. Creo que es una cualidad del Pacífico. Durante un tiempo traté de encontrar un concepto que me aterrizara en algo chileno. Y me agarré de ese ánimo de que encuentro que Chile es un país súper costero. Esa cuestión chilena está puesta de alguna manera en el disco, en ciertas melodías que traté de agarrar con giros medios populares, folclóricos. Por ejemplo el tema "Niebla" tiene una métrica de tonada, bien subliminal.

El corno, ese amigo de todos

La música del nuevo disco está grabada por Marcos Meza (piano), Eduardo Candia y Sebastián Villegas (cornos). Y el autor señala las similitudes entre Niebla y Piezas para piano y cuarteto de cornos, su primer disco, grabado con Candia y Matías Piñeira y mezclado con Álex Anwandter: son los mismos instrumentos, ambas carátulas son del mencionado grafitero Greene, también son cuatro movimientos y el título de cada uno de ellos es una palabra.

-Es la continuación del primer disco: uno tiene un ánimo y el otro tiene otro -sintetiza.

En medio queda Fantasías fonéticas (2011), el segundo disco, donde permanece el piano pero los cornos ceden espacio a los saxos: son obras para piano y dos saxos altos, grabadas con Fabián Morales y Maxi Alarcón. "El segundo disco fue un aprendizaje del primero, armar un ensamble que me permitiera tocarlo en vivo. Antes de grabarlo ya lo tocaba con los músicos y luego fuimos al estudio y lo grabamos".

-¿Más manuable?
-Más manuable, más jazzero, más improvisación, más libertad. Es un trío de jazz. Yo escribía las partituras como un standard de jazz, íbamos a los lugares y tocábamos. Armamos el trío como ensamble -recuerda, con lugares como el Club de Jazz, Thelonious, Le Fournil y teatros entre los escenarios en que se presentó en vivo.

En Niebla, por el contrario, la prioridad no es tocar en vivo estas composiciones, como tampoco lo fue con el primero.

-Quise replantearme ese trabajo a ver qué podía salir. Me gustó mucho el sonido y es tratar de ir depurándolo, quise perfeccionarme a nivel de composición. Retomo esto del ensamble donde escribo todo nota por nota, un poco más como director. Eso no estaba tanto en el segundo disco, y sí está un poco en el primero, que fue una experimentación de inquietudes que venían evolucionando con los Felipes o mías. Éste también: tocarlo es algo muy caro. No va para allá, no es una música que me proponga tocarla en vivo. Por eso se abre este nuevo canal que es música para sincronizar cosas.

Con sincronización Meza se refiere a concebir música para usos audiovisuales. Y ya hay una señal de ese criterio cinematográfico en la elección de los cornos franceses en Niebla, explica. "No hay mucho repertorio para eso. Lo elijo porque es un timbre que es muy muy de música de cine. Me hizo click la influencia de Angelo Badalamenti, que es pianista y todo, pero era cornista, y se emparentó con David Lynch y empezó a hacer desde 'Twin Peaks'", dice, y reconoce a otros compositores como Michael Giacchino, de "Lost", o Alberto Iglesias, de Almodóvar. "Me metí mucho con las duplas entre compositor y director".

La otra razón para la elección de los instrumentos es orquestal. "El corno es un instrumento muy versátil, empasta muy bien con el piano y puede funcionar bien con todos los instrumentos, compatible con el que quieras. Se dice que el corno es el amigo de todos. Los compositores los usan para hacer transiciones. El cuarteto (de cornos) es el formato más tradicional, y es una agrupación que compite a nivel de la orquesta: pones sonando cuatro cornos y el equivalente a esa potencia en términos de sonoridad serían cincuenta o sesenta cuerdas. Ésa es la proporción sonora".

Muy post-románticas

Es un piano Steinway & Sons el que se escucha en Niebla, cuenta Meza. Fue en una gira como tecladista de Francisca Valenzuela a México en 2012 que el pianista coincidió con el ingeniero Chalo González, quien lo contactó con el también ingeniero Alejandro Lyon para grabar este disco en los Estudios del Sur, de Lyon, instalados en la comuna de María Pinto, que cuentan con ese piano de cola en sus instalaciones. Y si son cuatro movimientos los que constituyen la obra, más de una vez Marcos Meza se refiere a ellos como "temas", como si hablara de "canciones" en jerga popular.

-Si bien es una música medio clásica, yo la encuentro súper popular, en términos de estructura. Estéticamente decidí abarcar esta música desde un punto de vista popular, en cuanto a mezcla, producción, sonido. No tan ambiental, no tan vintage, más HD. Eso por un lado. Y las composiciones, claro, si bien pueden durar seis, ocho, nueve minutos, si te pones a escucharlas identificas perfecto un coro, una estrofa, en términos de melodías. Yo por lo menos así lo pienso también al componer: lo primero que hago es definir una estructura que es pop, (una estructura) ABAB, después una tercera parte C…

-¿Casi son canciones más largas?
-He hecho el ejercicio de mostrar esta música a compositores realmente doctos, y me dicen "esto es popular". Entonces ahí me doy cuenta de que, de más: no tengo cómo entrar, no es mi camino ese lado docto. Si me lo propongo sí, pero no es lo que estoy haciendo ahora. Son cosas a nivel popular súper complejas, pero creo que también tiene esa simplicidad, con todo el contenido melódico y armónico de música clásica que puedan tener.

-¿Tampoco es totalmente correcto hablar de música "clásica"?
-Quizás "docta", aunque eso también está mal dicho. Pero uno sabe de lo que está hablando. Al final la música clásica corresponde a un período, pero es común asociar la "música clásica" a todos los períodos del Barroco para acá.

-¿Pero en un sentido más estricto esta música remite a algún período en la música desde el Barroco para acá? ¿Clásica, romántica?
-Creo que las composiciones estas son súper post-románticas. Casi 1900, y básicamente por pianistas que me gustan y he estudiado mucho. Hay un pianista chileno, editado en todas partes del mundo, que rayo con él y encuentro que la hizo totalmente en su época: Enrique Soro (1884-1954). A él le saco mucho el rollo pianísticamente, por ahí va.

-¿Y qué referentes habrá tenido él en su momento, a qué corresponde?
-Es todo romántico: Chopin, Brahms. Y ahora, haciendo el ejercicio consciente de escuchar música y ver qué puedo encontrar, por ejemplo en la época del cine, en los años '20 a los '40, toda la industria musical que se ocupaba para el cine era música docta. Había editoriales que vendían esa música, y los compositores que entraron al cine coincidían con la época romántica y post-romántica de escuela, sus profesores habían estado en la época peak en los años '80 o '90 del siglo anterior -dice, con casos como el de Alfred Newman, compositor y director de orquesta activo en Hollywood entre los años '30 y '60-. Era ese lenguaje, estaba de moda esa música en la época. Eran músicos que arrancaban de la guerra, que llegaban a EE.UU. y eran acaparados por los estudios y desarrollaron esa música.

La perdiz sobre el abeto: cortometrajes

Marcos Meza estudió en la Escuela Moderna de Música y explica que desde entonces data su interés en la música para cine. En ese campo hay composiciones suyas en películas como el documental minero "Polvo, sudor y olvido" (2011), de Rodrigo Navarrete; el documental de deportes extremos "Malos pasos" (2012), de Rec Mobil, el largometraje "Aquí estoy, aquí no." (2012), de Elisa Eliash, quien usó música de los dos primeros discos, y, en conjunto con Camilo Salinas, la música inédita para el cortometraje de animación "Tololo Pampa" (2012), de Eduardo Salinas.

En esa línea el músico ganó este año un fondo cultural estatal concursable con la propuesta "Difusión de discos para el fomento de la música de cine en Chile" e instaló la productora El Vals para difundir en producciones audiovisuales su repertorio ya grabado. En paralelo está su trabajo con el realizador Sebastián Milla, cuya primera muestra es la citada trilogía de documentales breves "Opus Dédalo" destinada a mostrar oficios artesanales de larga data relacionados con la música y el cine. El primer capítulo de la trilogía es "Perdix: planear sobre el abeto", dedica a la santiaguina familia Vilches de afinadores de piano, o "pianeros", como se llaman a sí mismos.

-El segundo capítulo es sobre Juan Carlos Vargas, que era un revelador de afiches de cine en los años '70 en Santiago -explica Meza-. Se encargaba de fotografiar las fichas originales de las productoras como Paramount y Universal, las revelaba y la duplicaba para luego venderlas a los cines de Santiago. El tercer capítulo será sobre un director de cine y un compositor de música de las viejas generaciones. La idea es hacer un paralelo entre los procesos creativos de ambos. Todavía estamos definiendo quienes serán los protagonistas.

Meza y Milla se aproximan para los títulos de esta trilogía al mito griego de Ícaro y Dédalo, y más específicamente en el primer capítulo a Perdix, sobrino y discípulo de Dédalo. "Perdix es muy hábil en el uso de herramientas relacionadas con la madera. Esta última es la similitud directa que encontramos con los pianeros", explica el pianista. Así, los pianeros Vilches equivalen al ave que sobrevuela el abeto (Perdix) y su trabajo equivale al planeo sobre el árbol, que representa la madera constitutiva del alma de los pianos.

-Siempre he encontrado que la música se relaciona muy directamente con la arquitectura. Los procesos creativos son similares porque como inquietud ambas buscan la belleza. Sebastián Milla, que es arquitecto, me mencionó a Dédalo, arquitecto y artesano griego que calzaba perfecto con lo que buscábamos, ya que la mitología griega tiene una relación muy profunda con la estética. Todos los oficios que abordamos trabajan con elementos estéticos. Por otro lado quisimos dar a la obra documental un sentido más trascendente, que no sean sólo tres videos aislados. La mitología griega, precisamente la obra de Dédalo, da un sentido más global a estos tres documentales como oficios antiguos.

Igual de constante que su interés en la dimensión audiovisual de la música es el gusto de Marcos Meza por la canción, expresado en colaboraciones con diversos grupos y cantantes pop. Con Alex Anwandter el nexo viene de la Escuela Moderna donde ambos estudiaron y se remonta a su participación como tecladista estable de Teleradio Donoso tras el segundo disco del grupo. Luego intervino en las presentaciones que Andwandter hizo con el nombre de Odisea en 2010, integró el grupo con que la cantante pop Carolina Nissen presentó su primer disco también en 2010, hizo una gira a México con el cantante Oddó en 2012 y participó también en su venidero segundo disco, y con Francisca Valenzuela tocó en una gira nacional en 2011 y en el citado viaje de dos meses a México en mayo y junio de 2012. "Me gustan mucho las canciones", dice. "Toda esa inquietud compositiva tiene que ver también con los gustos que tengo. No es algo muy planificado, es súper intuititivo".

-¿Cómo Asesinar a Felipes qué representa entre todo esto?
-Cómo decirlo: es realmente el proyecto. CAF es el núcleo y la plataforma donde cada uno puede desarrollarse a todo nivel. Es un grupo que permite mucha libertad en términos musicales. El día de mañana hacemos un disco de cumbias y no va a ser raro. Aparte que están dando frutos las cosas. CAF es una escuela: eso es para mí. Tanto por lo hitos que hemos logrado como por lo que cada uno representa para mí como influencia, como amigos. Necesito algo tanto musical como personal y algo pueda aprender de cada uno, como una escuela.