El escritor ganó el premio Planeta en 2012 por este nuevo libro, ''La marca del meridiano''.
El Mercurio.SANTIAGO.- Las sagas de tinte policial encabezadas por un mismo protagonista, no son cosa nueva en la literatura. Desde luego, está el peso universal que autores como Sir Arthur Conan Doyle alcanzaron hace más de un siglo, con personajes como el icónico detective Sherlock Holmes, piedra angular en un modo de entrega que se extendió con éxito hasta la actualidad. Las mismas letras chilenas son muestra de ello: Cayetano Brulé es quizá una de las marcas más exitosas del escritor Roberto Ampuero, actual ministro de Cultura.
Por eso, para los cada vez más numerosos amantes del género policial y la novela negra, el arribo de una nueva serie de títulos no puede ser otra cosa que una buena noticia, como la que hoy llega desde España con "La marca del meridiano" (Planeta, $18.900), séptima entrega de la saga en que el escritor Lorenzo Silva cuenta la aventuras del sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro, una pareja de la Guardia Civil hispana.
Así es, séptima entrega, número de volumen que, según el autor, en nada impide integrarse a esta serie que ha cosechado gran éxito en España y otros países. "Yo he concebido cada novela como un libro independiente. Están relacionados, siguen una secuencia cronológica, pero cada libro es autosuficiente. De hecho ha pasado una cosa curiosa: Muchos lectores han entrado con esta novela, y algunos incluso han hecho una lectura que me resulta llamativa, pero que es posible, y que es leer hacia atrás, a la inversa", cuenta.
La credencial con que llega refrenda su confianza: "La marca del meridiano" obtuvo el premio Planeta en 2012, galardón que le permitió expandirse este año por las librerías de Latinoamérica. Y la siguiente razón está en las 399 páginas de ese libro: En él, Silva se adentra en la realidad de la España en crisis, a partir del alevoso crimen de un guardia civil retirado. La investigación que desde allí nace, por supuesto a cargo de Bevilacqua y Chamorro, destapará un mundo de corrupción policial y un entramado criminal cada vez más complejo.
En reciente paso por Chile, el escritor destacó que la novela "es la primera en que los dos personajes están en su madurez. En las primeras Bevilacqua es un policía más o menos experimentado, pero Chamorro es muy joven e inexperta. Ahora los dos pueden dirigir un equipo de investigación, y hay un mayor ahondamiento en la vida del protagonista. Quizá ésa es la diferencia mayor: Aquí sabemos del personaje, y en otras novelas prevalece la investigación. Como ahora quien muere es un amigo del propio Bevilacqua, eso supone para él un viaje al pasado".
Conciente de que el impulso dado por el Planeta generará nuevas camadas de lectores integrándose a la saga, Silva recomienda seguirla "en el orden que quieras. Si eres más convencional, habría que leer de la primera a la sexta, pero los más audaces pueden hacerlo incluso a la inversa".
Según el autor, lo que ha permitido prolongar la serie es que en ésta "no sólo hay un recorrido por la vida de los personajes, sino también de la sociedad española. La de mediados de los 90, es distinta a la de ahora. La investigación criminal también ha cambiado mucho. Antes era más artesanal, ahora es más tecnológica".
Por lo mismo, cree que el futuro de Bevilacqua y Chamorro es amplio. "He hecho otras series, una juvenil, y la interrumpí en el tercer tomo, me pareció que todo ya estaba contado. Estos personajes tienen aún recovecos que no están mostrados, y trabajan en un contexto muy cambiante. La sociedad española, la investigación criminal, son muy cambiantes, y nunca faltan los argumentos. Debería decir 'lamentablemente'. Para un escritor de novela negra nunca faltan las ideas, al contrario: El problema es que de todo lo que la sociedad te ofrece, hay seleccionar una para escribir un libro. Realmente argumentos hay de sobra".