Todo partió como una inquietud por hacer canciones románticas, con armonías que lucieran las voces de los hermanos Ángel y Edgar Cortez. Pero el tiempo pasó y la dupla oriunda de Los Andes quiso ampliar su repertorio a nuevos formatos, a más ritmos, a nuevas fusiones. Fue entonces cuando se fueron trasladando a otra vereda, a una más amplia, que les daba mayor libertad para hacer experimentos en las salas de ensayo: la música urbana.
Su carrera comenzó de forma profesional hace cuatro años, pero la popularidad llegó más tarde, en 2011, con la canción "Te amo con locura". Este pegajoso sencillo alcanzó circulación masiva de la mano de la teleserie "Aquí mando yo", la cual la utilizó como cortina de presentación. Si bien el dúo ya tenía otros dos temas en las radios ("Amémonos a escondidas" y "Mujeres"), fue con este single que el nombre de Eyci and cody se hizo popular en todo el país.
Ahora la dupla lanza su segundo trabajo discográfico, Amantes, sucesor de Te amo con locura (2011). Este nuevo álbum constituye para ellos un avance importante, según explica Eyci.
"Claramente ha sido un proceso evolutivo que ha sumado nuestra carrera y nuestro crecimiento personal y profesional. Ha sido toda una experiencia poder grabar y escoger cada una de las canciones de Amantes, poder escoger los ritmos exactos, las mezclas para lanzar. Había muchas ideas sobre la mesa, que de a poco fuimos viendo con nuestro equipo, para ver cual salía a la luz. Fue un proceso muy lindo, de mucho trabajo. Fueron semanas, meses, encerrados en un conclave que nos permitió escoger lo que queríamos expresar y transmitir a la gente", explica sobre el proceso.
Las 14 canciones de esta segunda producción siguen la línea que trazaron sus predecesoras, con fusión de distintos ritmos centroamericanos que no se limitan sólo al reggaetón. Pese a esto, a los hermanos Cortez se les suele definir como exponentes de ese género.
- ¿Les acomoda que se les suela catalogar como un dúo de reggaetón?
- La verdad es que no me acomoda para nada, y hablo por mi hermano también. Los dos estamos de acuerdo en eso. Nosotros hacemos reggaetón duro, old scoool, under, reggaetón de calle, pero eso es una mezcla, o una nomenclatura, una fusión, dentro del género urbano. Nosotros hacemos música urbana.
Eyci es enfático al rechazar esta etiqueta porque, al escuchar sus discos, se aprecia una capacidad interpretativa que va más allá. "Somos capaces de hacer desde una salsa urbana a una bachata, un mambo, un merengue, un electropop, una balada romántica también. Pasamos por distintos estilos, pero siempre le ponemos el sello de música urbana porque eso es lo que nos encanta hacer", dice.
Sobre este mismo punto explica que ambos se esfuerzan por marcar una diferencia con un estilo vocal más elaborado que el de otros exponentes del género. "Nosotros venimos de una escuela de balada, hacemos armonía de voces, R&B, nuestros referentes son Boyz II Men, entonces cantamos de verdad, que es lo que nos diferencia de muchos otros. Tratamos de marcar con ese sello cada una de nuestras canciones y melodías. Nosotros hacemos música urbana y nos encanta, pero el reggaetón creo que ya no existe, porque ha evolucionado mucho como género", explica entusiasmado, con el acento chileno que pasa a boricua en sus canciones, y que aún los lleva a ser reconocidos, erróneamente, como un dúo centroamericano.
Chile no compra Chile
"Durante nuestros comienzos nos dimos cuenta que la gente no nos identificaba como chilenos", señala con su "tono chileno", admitiendo que muchas veces no corrigieron el error porque se dieron cuenta que causaban "más empatía en la gente", situación que ve con ojos críticos.
"Tenemos un problema de cultura en nuestro país: no queremos la música chilena, no queremos lo nuestro. Chile no compra Chile. Chile no pide Chile en las radios. Lamentablemente Chile no exporta Chile. Nosotros tenemos que ser un producto auto-exportable, y eso no puede ser. Es por eso que causamos una impresión distinta en la gente cuando nos identifican como extranjeros", cuenta, añadiendo que, no obstante, con su hermano tienen una meta ambiciosa: internacionalizarse y ser referentes del mismo país que desconoce a sus propios creadores.
"Queremos lograr traspasar fronteras con nuestra música, ya lo estamos gracias a Dios, pero quisiéramos ser, ojalá, el grupo o dúo artístico chileno más exitoso en la historia de nuestro país y a nivel mundial. Nuestras metas no son pequeñas, son grandes y son ostentosas porque creemos que falta mucho y hay que ir paso a paso, pero si uno no se fija las metas más grandes no se va a lograr nada", concluye con la confianza que él y su hermano depositan en este proyecto.