Edi Pistolas detalla cómo fue el rodaje del documental de Pánico en el desierto de Atacama

SANTIAGO.- Por mucho tiempo Edi Pistolas y el resto de los integrantes de Pánico quisieron poner en marcha un proyecto que los hiciera debutar en el cine. Sabían que querían grabar un trabajo audiovisual, y sabían que querían hacerlo en el norte de Chile, pero no tenían claro cómo darle forma. Tras un proceso de años lograron tomaron una decisión: iban a grabar los sonidos del desierto.

Así surgió "La banda que buscó el sonido debajo", el documental que Pánico grabó junto al director estadounidense James Schneider  en el verano de 2010, y que esta semana llega a los cines chilenos en tres funciones únicas y paralelas en Santiago.

El grupo radicado en Francia recorrió por tres semanas el desierto de Atacama con un solo objetivo: involucrarse en el desolado paisaje nortino. Lo que allí encontraron sirvió para esta película y también para la grabación del séptimo disco del grupo, Resonancia, lanzado en 2012.

"Es el viaje de un grupo de rock a través del desierto y como ese viaje cambia la visión sobre cómo hacer la música", cuenta Edi Pistolas sobre la cinta que debutó el año pasado en las salas de cine francesas, y que en Chile tuvo una única función en el Festival In-Edit 2011.

"Fue súper extraño, porque realmente nos metimos en un mundo hermético", recuerda el vocalista sobre la experiencia  que vivió con sus compañeros (Carolina Tres Estrellas, Memoria Radial, Seba y Squat) en el rodaje.

La producción encabezada por Schneider fue posible, en gran parte, al impuso que les dio su amigo Benjamín Echazarreta, el director de fotografía de "Gloria" que desarrolla una exitosa carrera en Francia, con títulos que incluyen "Nannerl, la hermana de Mozart" y "Comme une étoile dans la nuit".

Llevar a cabo la película no fue fácil, porque aunque habían planificado el proyecto por dos años, a la semana de grabación se toparon con el terremoto del 27 de febrero. A las complicaciones técnicas que esto ocasionó, se sumó también la densidad anímica que provoca el desierto.

"La verdad es que al comienzo el grupo estaba súper divertido y lo pasábamos bien, estamos con la buena onda, pero poco a poco empieza a entrar algo un poco más oscuro, porque el desierto tiene su oscuridad. Además, mientras trabajamos en el documental, con arena y con piedras, fue el terremoto y eso influyó mucho. Parte del equipo se fue. Eso puso más denso el ambiente. Mientras íbamos avanzando en el desierto, más se siente esa suerte de densidad", cuenta el Edi Pistolas.

Pero es esa misma tensión lo que convierte al trabajo en algo aún más interesante, dice el guitarrista. "Se nota que resultó siendo algo bueno", dice  sobre el proceso que lo llevó a ser protagonista de "cómo se establece una relación entre una geografía dada y un lenguaje musical".

La película se exhibirá el próximo miércoles 4 de septiembre en los complejos Cine Hoyts de La Reina y Estación Central a las 21:00 horas.