MADRID.- Casi una semana después de que se informara el robo de una costosa obra de Joan Miró desde un museo español, una empresa transportista llamó a la policía para indicar que el cuadro se encontraba en sus oficinas.
El boceto para grabado "Maqueta para Gaudí XVIII y XIX", valorado en 450 mil euros, fue sustraído hace dos años, pero la directora de de la Fundación Pilar i Joan Miró de Mallorca, Elvira Cámara, lo admitió hace sólo unos días, cuando renunció al cargo.
Una obra del pintor Joan Miró valorada en 450.000 euros, cuya desaparición de un museo español hace dos años se mantuvo en secreto hasta la semana pasada, acabó apareciendo en la oficina de un transportista, anunció este jueves un responsable local.
Cámara decidió no informar de la desaparición por estar "plenamente convencida de que la obra estaba en la fundación", había explicado el pasado viernes, cuando, tras una intensa e infructífera búsqueda, hizo pública la pérdida y presentó su dimisión.
Fue a raíz de esta noticia que el propietario de una empresa de transporte de obras de arte reconoció el cuadro que llevaba meses esperando en su oficina, e informó la situación a un diario local.
"Lee la noticia y llama al periódico diciendo que cree tener la obra que aparece ahí", dijo el responsable de cultura de la municipalidad de Palma, Fernando Gilet, que compareció ante los medios junto a la obra recuperada.
El miércoles, la fundación recibió una llamada del diario e "inmediatamente nosotros contactamos con la policía, que hace las comprobaciones pertinentes", agregó Gilet.
El transportista, Xim Quesada, aseguró que la obra había llegado a su oficina por casualidad y esperaba a que su propietario la reclamase. "Uno de los carpinteros se presenta con la obra y me dice que la ha encontrado en una caja", explicó al diario mallorquín Ultima Hora tras informarle del hallazgo.
"Un día, como nadie lo hacía, la desenvolví y vi que era una cosa muy contemporánea; pensé que era algo de un cliente que iría para restaurar porque hay trozos que están pegados con celo barato", agregó.
Según Cámara, la cinta adhesiva y pequeños trozos de cartón pegados formaban parte del proceso creativo de Miró en la realización del boceto, que había sido prestado a otro museo hasta finales de 2010.
La policía sigue investigando los hechos para determinar responsabilidades en lo ocurrido.