Coen definió su nueva obra como ''teatro de entretenimiento''.
AP.NUEVA YORK.- Anoche el realizador stadounidense Ethan Coen estrenó en Nueva York su nueva obra de teatro, "Women or Nothing". El montaje no debutó en un gran teatro de Boradway, sino que en el pequeño escenario en una iglesia reconvertida en teatro en el barrio neoyorquino de Chelsea, famoso por su actividad nocturna.
La obra, que es protagonizada por cuatro actores que no son conocidos fuera del país, fue acogida con entusiasmo por el público.
En el escenario aparece un típico departamento neoyorquino. Tras la escalera de incendios que se ve a través de una pequeña ventana llueve todo el tiempo. En esa casa viven Gretchen y Laura, una pareja de lesbianas que desde hace tiempo desean ser madres.
Pero hay un problema, Gretchen no puede tener hijos y tampoco quiere recurrir a un donante anónimo de esperma. Laura, sin embargo, no quiere tener relaciones con un hombre, pero Gretchen consigue que acepte una cena simuladamente casual con su colega Chuck. Esa noche intentará que Chuck se convierta en el padre, aunque nunca se entere de ello.
Coen construye todo un complejo entramado de relaciones en el que el caos, por supuesto, no queda fuera. Sin embargo, "Women or Nothing" recuerda poco al tono típico de los hermanos Coen, marcado por el humor negro y por las situaciones que rozan el surrealismo.
La obra es divertida y entretenida, con un diálogo que fluye y buenos actores, pero sin un gran calado. El propio Coen, que junto con su hermano Joel conforma una de las parejas cinematográficas de mayor éxito, bromeó definiéndolo como "teatro de entretenimiento". Y agregó que se estaba volviendo comercial.
El Atlantic Theater, donde se muestra la obra, ha tenido que prorrogar hasta el 13 de octubre las funciones debido a la gran demanda de entradas.