Bon Jovi copó las graderías y buena parte de la cancha del Estadio Monumental en su regreso a Chile.
Mauricio Pérez"Ha sido un año duro", dice Jon Bon Jovi al público antes de filosofar en una frase sobre la importancia de las adversidades en la vida, cuando ya transcurren los segundos finales de su concierto en la capital. Y el espectáculo en sí acaba de ser la muestra más reciente de esas adversidades. La banda estadounidense llega menguada por dos bajas en su alineación, entre conflictos monetarios y problemas de salud al interior del grupo, pero aun en su más accidentado regreso a Chile, Bon Jovi impone en vivo el poder de sus éxitos para continuar con el show.
Si Jon Bon Jovi ha sido siempre el líder nato del grupo, en este punto de la gira "Because we can", con la que la banda está presentando su reciente disco "What about now" (2013), él no sólo es el referente, sino casi el único integrante titular. Tras el alejamiento del guitarrista Richie Sambora por desacuerdos económicos y la deserción obligada del baterista Tico Torres a raíz de dos recientes intervenciones quirúrgicas, sólo el tecladista David Bryan comparte con el cantante esa calidad de integrante fundador en el escenario.
Y no es nada personal en favor de Sambora, pero el índice de celebridad con que el guitarrista contribuía en escena queda mermado. Sin embargo en el plano musical las bajas pasan más inadvertidas. A falta de un guitarrista hay dos, que respaldan al cantante y reproducen con eficacia los solos originales. El baterista suplente Rich Scannella no será tan vistoso como Tico Torres frente al instrumento, pero sí sustenta la base rítmica del grupo. Y con todo Bon Jovi sostiene un show de dos horas y cuarto y deja satisfecho al numeroso público que colma las graderías y buena parte de la cancha del Estadio Monumental.
Por lo demás no se ha inventado mejor lugar que un estadio de fútbol para un grupo como éste: un lugar para hacer sonar himnos de masas. El concierto parte con "That's what the water made me", una de las canciones del disco de 2013, y durante la noche ese nuevo trabajo estará representado por dos canciones más, entre un contingente generoso además en repertorio de 2005 en adelante, el tramo más reciente en la carrera del grupo. De modo que no es sólo nostalgia. Pero son los impactos ochenteros los que dan sentido a un show de rock para estadios como el que vende Bon Jovi.
Y en materia de esos éxitos casi no hay descartes en el programa. "You give love a bad name" (1986) es la segunda de la lista y la primera probada de ese exitoso pop metal que el grupo explotó en sus inicios. Y luego van a desfilar en vivo la temprana "Runaway" (1984), "Bad medicine" y "Born to be my baby" (las dos de 1988), el gesto cowboy de "Wanted dead or alive" y la pretensión narrativa de "Livin' on a prayer" (las dos de 1986), con una primera estrofa acústica y coreada en masa por el estadio completo.
Sólo quedan afuera las baladas más empalagosas del catálogo: "Never say good bye", "I'll be there for you" y "Bed of roses", además de un par de hits como "Living in sin" y "Lay your hands on me". A cambio, Bon Jovi hace un link en vivo con el reciente concierto dado en Santiago por Bruce Springsteen, uno de sus referentes, y al igual que él recrea una versión de la agitada "Shout", éxito histórico de The Isley Brothers con que prende un movimiento generalizado en el estadio.
Para el cierre, la balada "Always" viene a confirmar otra de las adversidades que enfrenta Bon Jovi en la actualidad: los problemas del cantante para alcanzar las notas altas de algunas de sus canciones, notorios en especial en la trilogía entre "Bad medicine", "Livin' on a prayer" y la propia "Always". Pero también ahí se las arregla para resolverlo. Cuando entona esa última canción ya ha vuelto a conquistar al estadio, ya ha filosofado sobre los problemas de la vida y ya ha mandado un saludo a Tico Torres, así que es un cierre emotivo: Jon Bon Jovi canta desafinado, pero al menos el intento fallido por llegar a la nota se ve épico.
Las canciones
Siete canciones de sus dorados años '80, cuatro de los '90, once del nuevo siglo y un cover eligió Bon Jovi para su repertorio en Santiago. Acá el detalle:
-That's what the water made me (del disco "What about now", 2013)
-You give love a bad name (de "Slippery when wet", 1986)
-Raise your hands (de "Slippery when wet", 1986)
-Runaway (de "Bon Jovi", 1984)
-Lost highway (de "Lost highway", 2007)
-Whole lot of leavin' (de "Lost highway", 2007)
-It's my life (de "Crush", 2000)
-Because we can (de "What about now", 2013)
-What about now (de "What about now", 2013)
-We got it goin' on (de "Lost highway", 2007)
-Keep the faith (de "Keep the faith", 1992)
-Captain Crash & the beauty queen from Mars (de "Crush", 2000)
-We weren't born to follow (de "The circle", 2009)
-Who says you can't go home (de "Have a nice day", 2005).
-I'll sleep when I'm dead (de "Keep the faith", 1992)
-Bad medicine (de "New Jersey", 1988)
-Shout (de The Isley Brothers)
Bis:
-In these arms (de "Keep the faith", 1992)
-Born to be my baby (de "New Jersey", 1988)
-Wanted dead or alive (de "Slippery when wet", 1986)
-Have a nice day (de "Have a nice day", 2005)
-Livin' on a prayer (de "Slippery when wet", 1986)
Segundo bis:
-Always (del compilado "Crossroad", 1994)