El cartel estaba ubicado en una calle cerca del puente de l'Alma.
EFE
PARIS.- Un cartel con el rostro de Naomi Watts, que interpreta a la princesa Lady Di en la cinta de Oliver Hirschbiegel "Diana" que se estrena mañana en París, fue retirado hoy de las proximidades del puente de l'Alma de la capital francesa, donde hace 16 años falleció la ex esposa del príncipe Carlos.
El malestar que había provocado en algunos medios británicos la coincidencia llevó a Le Pacte, empresa que distribuye en Francia la cinta, a suprimir el anuncio para evitar la polémica, cuya ubicación atribuye a una "desafortunada" casualidad.
"Se trata de una coincidencia vinculada a la campaña masiva de carteles", comentó a la web especializada en cine "Première" la empresa Le Pacte, que argumentó que se colocaron "varios cientos o incluso miles de carteles" en la capital francesa.
Hasta hoy, el rótulo podía verse a escasos metros de la llama del puente de l'Alma, que cruza el Sena por el centro-oeste de París y donde cada 31 de agosto algunos incondicionales de Diana Frances Spencer se acercan a depositar flores donde Lady Di perdió la vida el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico.
Aquella noche, un Mercedes conducido por el chófer Henry Paul, en el que viajaba Lady Di y su entonces pareja, Dodi Al Fayed, se estrelló contra un pilar del túnel de esa plaza cuando la "princesa del pueblo" huía del asedio de los paparazzi.
Se da la coincidencia de que el pasado agosto Scotland Yard informó de que evaluaría la credibilidad de datos nuevos que resucitan los fantasmas sobre las circunstancias que rodearon aquel accidente, siempre rodeado de teorías conspiratorias.
Uno de los acérrimos a ese tipo de elucubraciones fue Mohamed Al Fayed, ex propietario de los lujosos almacenes londinenses Harrods, quien insistió en un posible complot por parte de la familia real británica y de los servicios secretos de este país para acabar con el romance entre su hijo y Lady Di.
Divorciada de Carlos de Inglaterra en 1996, Diana fue una figura "incómoda" dentro de la realeza británica, nada propensa a exteriorizar sentimientos en público, y no tardó en convertirse en protagonista de las portadas de los medios faranduleros.