Feria del Libro prescinde de país invitado y anuncia rediseño total en espacios y programa

SANTIAGO.- Una completa reestructuración anunció para su edición de este año la Feria del Libro de Santiago (Filsa), plan que incluye modificaciones sustanciales en el diseño dentro de la Estación Mapocho, pero también innovaciones en el programa cultural y hasta una medida radical: Prescindir de país invitado de honor, recurso que llevaba años establecido como eje estructurante de cada versión, y que es usado con ese fin en las principales ferias literarias del mundo.

Según anunciaron este mediodía los organizadores del mayor evento literario del país, el lugar de invitado de honor este año será ocupado por una figura absolutamente distinta. De este modo, será "el lector" el protagonista, concepto que engloba la reestructuración de la Feria y que da la largada a un plan proyectado a cinco años, que busca ubicar al evento como uno de los principales en su rubro a nivel internacional.

"Tenemos que dar un giro si queremos que la Feria tenga relevancia a nivel global", dijo al respecto Arturo Infante, presidente de la Cámara del Libro, quien explicó que las modificaciones nacen de asumir al nuestro como un mercado pequeño, lo que obligó a privilegiar el eje cultural por sobre el comercial.

Así, la edición que se desarrollará entre el 25 de octubre y el 10 de noviembre en la Estación Mapocho incluye un completo rediseño de espacios, aumentando las zonas de encuentro y transformando áreas por completo. Entre éstas, el ala norte dle ex terminal de trenes estará completamente dedicada a la literatura infantil y juvenil, mientras que en la entrada principal se instalará un gran domo para albergar al Foro de la Palabra.

Este último será la punta de lanza del programa cultural, acogiendo buena parte de los encuentros con los cerca de 280 escritores nacionales y los 32 extranjeros confirmados, entre los que se encuentran Ildefonso Falcones (España), Juan Sasturain (Argentina), Ignacio Ramonet (España), Alonso Salazar (Colombia), Juan Villoro (México) y Ricardo Piglia (Argentina), entre otros.

La estrategia, dicen los organizadores, es tranformar a Filsa "en el Lollapalooza" de los lectores. "Es una imagen un poco caricaturesca, pero desde el punto de vista internacional uno puede constituir un foco de atención si hace actividades culturales interesantes internacionalmente", explica Infante.

"Queremos que los chilenos, que los habitantes de la Región Metropolitana, sientan a la Feria como de ellos. Ésta es una oportunidad de, en 17 días, ir a un festival en que lo van a pasar bien", agrega el directivo, quien reconoce que los cambios se dieron tras asumir críticas como que ésta "era vista como una feria muy igual a sí misma todos los años", y tras comprobar que "no lográbamos pasar una barrera para atraer más gente de otras comunas". Al respecto, la meta es aumentar el número de visitantes este año de manera notoria.

"No llegamos todos a quienes leen. Hay mucha gente que va a librerías, que compra libros en el extranjero, libros digitales, pero que no viene a la Feria. Ésa es la gente que queremos que empiece a venir", cuenta.

Por tanto, para los años venideros el plan sigue en marcha, y ya está definida una acción concreta: El regreso del país invitado de honor a partir de 2014, y con acuerdos casi cerrados para ese rol hasta el año 2016.

Pese a ello, Infante descarta que 2013 quede marcado como "el año en que no hubo país invitado". Por el contrario, pese a la planificación en curso, confía en que éste sea más bien el año que abrió el abanico hacia nuevas posibilidades, "como tener de invitado a un gran tema. En los próximos años, el invitado podría ser la novela policial, o el libro electrónico", anuncia.