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Director de "El derechazo": "Me da lo mismo lo que piensen los políticos"

Lalo Prieto asegura que no está preocupado por cuidar su imagen ante "los poderosos", y cuenta que ya recibió críticas tanto de partidarios de la Alianza como de la Nueva Mayoría.

30 de Octubre de 2013 | 13:08 | Por Francisca González Castillo, Emol

SANTIAGO.-  El director y guionista de la comedia política "El derechazo", Lalo Prieto,  está conforme con las reacciones que ha desatado su película en las tres funciones de pre-estreno que ha realizado en la última semana, previo al debut comercial de mañana jueves. "La gente se ríe mucho, así es que cada vez que la veo, siento más seguridad", dice al recordar las exhibiciones en Viña del Mar, Concepción y Santiago.

La película de Prieto y el productor Sebastián Freund- la dupla que estuvo tras "Stefan vs Kramer"- se burla de los conflictos políticos que se han producido en los últimos meses al interior de la Nueva Mayoría y de la Alianza. El eje de la historia gira en torno a un realizador audiovisual (Diego Muñoz) que descubre cómo representantes de la Unión de Fachos Independientes (UFI) planificaron la bajada presidencial de Clarence Bourbon (Andrés Velasco). Bajo esa premisa, el protagonista se involucra en las esferas de la derecha y de la Concertación.

Con una historia que muestra los abusos de ambos sectores, Prieto explica que su objetivo era "dar voz al pueblo", lo cual cree que logró. "Acá hay que hacer películas de humor político, de humor contingente, y subir al columpio a los poderosos. El pueblo hoy día nos está exigiendo que molestemos a quienes abusan de nosotros, y yo les estoy dando esa oportunidad", cuenta.

No obstante, algunos partidarios de la Alianza y de la Nueva Mayoría que vieron la película no percibieron esto, y acusaron a Prieto de abanderarse con el sector opositor.
"Un fanático de Michelle Bachelet me dijo 'que pena que ahora eres de derecha', y después una tipa de la UDI se me acercó, me abrazó y me dijo 'que te vaya pésimo'. Entonces, los dos sectores se sienten atacados. Pero a la gente normal, que no está metida en política, le encantó", dice el director.

El también actor de teatro asegura que las consecuencias que esta película pueda traer en su carrera no le preocupan, aún cuando trabaja en una industria en que muchas veces los fondos son cedidos por el Gobierno o empresarios vinculados a las cúpulas de poder.

"Me da lo mismo lo que piensen los políticos. Si hay algo me tiene sin cuidado es que los políticos se enojen. A mí me importa la opinión del público", dice con seguridad.

La cinta se terminó de rodar a fines de agosto, pero el equipo decidió reunirse para grabar un nuevo final a mediados de septiembre, tras el cierre del Penal Cordillera. "Nos dimos cuenta que ahí había carne", cuenta el director al referirse a la abrupta inclusión de este hecho, el cual lograron sumar gracias a que editaron la película en orden cronológico.

"El material era enviado a México para el montaje. Llevábamos cuatro rollos editados, y lo del Penal Cordillera pasó cuando teníamos que enviar el rollo cinco. Ahí dijimos 'hay que enviar un final nuevo'", apunta Prieto. Este cambio retrasó el proceso de post-producción en sólo en dos días, por lo que no significó mayores inconvenientes para el equipo.

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