la sustracción de cierto tipo de piezas de arte fue una práctica habitual del régimen nazi.
ReutersBERLÍN.- Tras el hallazgo de 1.500 obras de artistas como Pablo Picasso, Henri Matisse o Marc Chagall en un viejo departamento en Múnich, las autoridades alemanas intentan establecer hoy el origen de esas obras, cuya aparición ha remecido al mundo internacional del arte.
Las autoridades reconocieron que trabajaban desde hacía meses en este caso, que fue revelado el domingo por el semanario "Focus". Sin embargo, guardaron un silencio total, dejando el caso en manos de la fiscalía de la ciudad bávara de Ausburgo, que anunció una conferencia de prensa para el martes y se negó a hacer comentarios este lunes.
Según primeras informaciones, los cuadros habría sido apropiados por agentes del régimen nazi de Alemania, y habrían sido conservados por un anciano que levantó sospechas en una estación de trenes en 2010, dada la alta cantidad de efectivo que manejaba.
El hallazgo se realizó tras conseguir permisos de ingreso a su vivienda en 2011, pero se mantuvo el secreto el mayor tiempo posible debido a las dificultades que representa la identificación de las obras y la búsqueda de su origen o de sus herederos.
"Creo que es el mayor descubrimiento de cuadros robados en el marco del Holocausto desde hace años, aunque sea una fracción ínfima del número de obras que buscamos", declaró Julian Radcliffe, presidente del Registro de Obras de Arte Perdidas, con sede en Londres. "Focus" estimó que el valor total de los 1.500 dibujos, bocetos y cuadros podría superar los 1.000 millones de euros.
El gobierno alemán reconoció que estaba al tanto "desde hacía varios meses" del descubrimiento hecho por los servicios aduaneros. También ayudó a los investigadores "proporcionando expertos en las cuestiones del arte degenerado y de las obras de arte robadas por los nazis", explicó su portavoz, Steffen Seibert, durante una conferencia de prensa el lunes.
Al ser interrogado sobre eventuales solicitudes de restitución, Seibert afirmó que no sabía nada.
Los aduaneros alemanes encontraron, a principios de 2011, esos dibujos y cuadros en un departamento de Múnich donde se amontonaban también basura y latas de conserva caducas, algunas desde hacía casi 30 años. El apartamento pertenecía a Cornelius Gurlitt, controlado en septiembre de 2010 por aduaneros alemanes en un tren que hacía el trayecto de Suiza a Alemania.
Gurlitt habría heredado esas obras de su padre, Hildebrand Gurlitt, un coleccionista de arte fallecido en 1956 en un accidente de automóvil. El hombre, que inicialmente fue amenazado por los nazis por su ascendencia judía, se volvió indispensable luego en el régimen de Hitler, al cual ayudaba a vender obras robadas o incautadas en el extranjero.
Una parte importante de las obras encontradas proviene aparentemente de la expoliación de judíos, cuyas colecciones de arte fueron robadas o decomisadas en el extranjero.
Según "Focus", al menos 300 obras de arte pertenecen a la lista de obras incautadas por las nazis, que pertenecían al "arte degenerado", y por lo menos 200 de ellas son objeto de solicitudes oficiales de búsqueda.