Justin Bieber está nuevamente en el ojo de la polémica.
DG MediosRÍO DE JANEIRO.- El cantante canadiense Justin Bieber fue denunciado ante la policía brasileña por, supuestamente, pintar grafitis en el muro de un hotel abandonado de Río de Janeiro, por lo que unos agentes debieron acudir al establecimiento en el que estaba hospedado para pedirle una explicación.
El comisario titular de la 15º Delegación Policial de Gavea, Antonio Ricardo Nunes, confirmó a la prensa que un fotógrafo, que cubrió con brochazos de pintura blanca la serie de grafitis que el cantante pintó, fue quien denunció formalmente al artista.
El fotógrafo, cuya identidad no fue revelada, alegó también que él, otros colegas y fans de Bieber fueron agredidos por los guardaespaldas del cantante, en un incidente ocurrido frente a una patrulla de la Policía Militarizada (PM) que no intervino en los hechos.
Según informaciones del canal TV Globo, la Policía Militarizada señaló que abrió un proceso interno de investigación contra los policías que estaban en el lugar.
Las toscas manchas blancas sobre los grafitis dejados, al parecer, por el ídolo pop en el muro fueron similares a las que pintó la semana pasada en un túnel de la capital colombiana.
Nunes indicó que un grupo de investigadores se desplazó anoche hasta el Hotel Intercontinental para buscar a Bieber, pero el cantante no estaba porque el hotel lo había expulsado por un escándalo.
El artista debe abandonar hoy Brasil con rumbo a Paraguay.
Tras dejar el Hotel Intercontinental, Bieber se alojó en un condominio residencial de lujo de la zona sur de Río de Janeiro y, de acuerdo con los canales de televisión que se desplazaron hasta el lugar, varios taxis entraron y salieron durante toda la noche, además un gran número de admiradores que se acercó hasta el lugar para realizar una vigilia.
Justin Bieber, quien ofreció un concierto el sábado en Sao Paulo y otro el domingo en Río de Janeiro, protagonizó varias polémicas durante su visita a Brasil.
Por un lado, el artista fue fotografiado cuando salía de un lujoso prostíbulo de Río de Janeiro en el que estuvo algunas horas con algunos amigos. El sábado, en tanto, debió poner fin anticipadamente a su presentación en Sao Paulo después de que una persona le arrojara una botella de plástico que lo golpeó en la mano y le hizo caer el micrófono.