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Medio siglo de inventario

Medio siglo de canciones chilenas se llama el más reciente trabajo del cantor, compositor, escritor y gestor chileno, autor de canciones como "Oda a mi guitarra" y "Rin del amor” entre otras. Cuarenta y dos de ellas se escuchan en esta antología doble, con voces que van desde Arturo Gatica al cantor chilote Amador Cárdenas.

17 de Diciembre de 2013 | 18:41 |

Dos continentes descubre Nano Acevedo, autor, compositor y cantante santiaguino, en el inventario personal que constituye su nuevo disco, Medio siglo de canciones chilenas (2013). Pop & raíz folklórica es el subtítulo de este trabajo, escrito sobre la cubierta que semeja un viejo cuaderno para este disco doble.

El primer volumen es pop y el segundo de raíz folclórica. Y los dos dan forma a esta primera aproximación al catálogo musical de Acevedo, porque un disco no alcanza, aunque sea doble como éste, para dar cuenta de la producción musical que ha firmado a sus 67 años bien llevados y con casi cincuenta de ellos dedicados a la música desde sus inicios en 1964, con canciones como "Oda a mi guitarra" y "Rin del amor" entre sus creaciones.

No por personal este inventario es menos compartido. Dieciséis cantantes y trece conjuntos interpretan aquí estas canciones, gente de generaciones tan diversas como Arturo Gatica, Patricio Renán, Roberto Viking Valdés, Capri, María Inés Naveillán, Lu Rivera, Fernando Jiménez, José Luis Arce, Héctor Titín Molina o Emma Guzmán, sumados a los nombres de Marcela Morena, Andrea Ronda, Susana Angélica, Juan Ricardo Viveros, Lito Sabal y Julio Serey.

Una variedad similar hay entre los conjuntos, que van desde Los Cuatro Cuartos y desde la música chilota cultivada por Chamal desde fines de esa década o por Llauquil de Quellón en los '80, hasta el grupo de música para niños Acuarela, la identidad cuequera de Las Torcazas y la raíces folclóricas diversas de Newen, Los Trovadores del Sol, Los Surcadores del Viento, Voces del Sur, Grupo Santa María, Calle Real, Marcos Cartes con Madrigal y Nano Acevedo Trío.

Y eso sin contar con dos variables adicionales. Una es el número de directores, arregladores e instrumentistas involucrados en esta recopilación. "Los músicos que participaron son una cantidad impresionante. Si son cuarenta y dos temas deben haber participado más de cien músicos", es la estimación de Acevedo. Y otra es la cantidad también considerable de composiciones del autor que no figuran en el disco, por la falta de los registros de esas canciones.

"Podría haber hecho otro disco con unos quince temas, pero no tengo los masters (grabaciones originales) buenos", explica, y como ejemplo vale la canción "Viaje al corazón de un niño", cantada en 1983 por Héctor Titín Molina. Porque las fuentes de Medio siglo de canciones chilenas son siempre las primeras versiones de estas obras, grabadas entre 1971 y 2012, en su mayoría compuestas para numerosos festivales y también grabadas en discos del propio Acevedo o de otros músicos.


Hombre de festivales

Iniciado en escenarios como el de la histórica peña folclórica Chile Ríe y Canta a mediados de los años '60, Nano Acevedo describió desde entonces una trayectoria que lo llevó, después de 1973, a instalar una peña propia y precursora entre las primeras iniciativas artísticas de resistencia a la dictadura, la Peña Javiera. Pero su nuevo disco es un registro también de la actividad que realizó a partir de la misma época en distintos festivales y no pocas veces en la televisión.

-Encerrada en esa especie de libro viejo está una parte no despreciable de mi historia musical. Y lo hice porque el próximo año cumplo cincuenta años de música. Comencé a mediados de 1964 -dice. Ése es el año en que compone su primera canción, "Mi adiós", grabada por el profesor y cantante Aldo Cruz para el sello Odeon, según recuerda.

Lo más temprano del disco data de siete años después de ese comienzo. Es "En casa de José, el carpintero" (1972), cantada por Patricio Renán. En el Festival de la Nieve celebrado ese año en Santiago, ganado por Antonio Zabaleta con "Mira, es el amor", y donde el segundo lugar fue ocupado por la famosa "Nuestro tiempo terminó", de Luis Advis, interpretada por Villadiego, la composición de Acevedo obtuvo el tercer lugar.

-Esa canción es una visión de la vida de Cristo que entregué a un cantante que estaba primero en los rankings y que además es cristiano, un hombre católico -explica, a propósito de Patricio Renán.

Luego aparecen la mencionada "Oda a mi guitarra" (1977), una de las canciones más populares de Acevedo, y "En casa de una mujer llamada María" (1978), ambas grabadas por la cantante Capri y enviadas a la versión local del festival OTI: la primera resultó ganadora ese certamen local y la segunda fue finalista.

-Capri la envió sin mi consentimiento a la OTI. Le dije que no participáramos (en 1978) para que la gente se quedara con que habíamos ganado (en 1977), pero ella envió el tema y quedó clasificado. No me gusta decir que fui el primero de nada, pero ésta parece ser una de las primeras canciones dedicadas a los detenidos desaparecidos. Es una canción hecha en lenguaje muy poético.

De la misma época, en el volumen folclórico, data "A Manuel Rodríguez" (1978), seguida de cerca por la tonada "La patria vengo cantando" (1980), ambas con el cantante Julio Serey. "Era un cabrito muy joven que conocí cuando yo actuaba en la Peña Chile Ríe y Canta, cuando estaban (Héctor) Pavez, (Rolando) Alarcón, Richard Rojas, Piojo Salinas", recuerda.

De esa época es también "Para vivir por ti" (grabada hacia 1979), con la cantante Lu Rivera y con el piano y la orquesta del maestro Juan Salazar, compuesta para un Festival de Santiago en el que Nano Acevedo recuerdo a otros competidores como Nino García y Gloria Simonetti. Y una siguiente participación en el festival local de la OTI vino con "Oratorio menor" (1979), esta vez en la voz de Luz Eliana y con arreglos del citado Juan Salazar. La canción obtuvo el segundo lugar, tras empatar el primero con "La música", de Scottie Scott interpretada por Patricia Maldonado, según recuerda el autor. En el mismo año fue finalista además con "De naranjas e infancia" y el grupo Mesaluba.

-Luz Eliana era un lujo. La escuchaba en los tiempos de la Nueva Ola, aparte de ser fanático de Cecilia, y ella era una cantante impresionante. La grabamos en los estudios de Odeon, y como estábamos encima (en los plazos) la acompañé yo en guitarra. Ésa es una canción bien exigente vocalmente, tiene una tesitura bien alta, llega desde tonos muy graves a unos muy agudos y ella lo hizo extraordinariamente bien.

El tema de esa canción tiene relación con el que Acevedo había escogido para Patricio Renán ocho años antes, agrega. "En ese tiempo estaba recién empezando dentro de ella (de Luz Eliana) una cosa cristiana, y yo venía también de haber escrito en los años '70 'En casa de José, el carpintero', que es una visión mía sobre Cristo. Y le escribo 'Oratorio menor' a Luz Eliana, donde estoy hablando definitivamente del Creador".

Dos canciones en un día: Arturo Gatica

En este disco desfila en parte una época de la canción chilena de la que Acevedo tomó parte como autor y compositor junto a colegas como Scottie Scott, Osvaldo Jéldrez, Luis Poncho Venegas, Nino García y Buddy Richard entre otros. Y no siempre trabajó solo. Una de las coautorías de la serie es la de "Pregúntale al amor" (1980), con letra de Acevedo y voz y música de Fernando Jiménez, solista e integrante de Los Cuatro Cuartos, y con arreglo de Horacio Saavedra.

-Yo soy amigo de Poncho Venegas desde que íbamos en una micro juntos a concursar al Festival de la Nieve en Farellones en 1972. Nos juntábamos en su casa con Osvaldo Jéldrez y otros compositores, y de repente llegó Fernando Jiménez con un tema. Yo encontraba que Fernando Jiménez tenía un dejo a Paco Ibáñez, al Paco Ibáñez de los comienzos, y de hecho me grabó un tema, "En mi patria los poetas". Mi idea era hacer un disco completo con él.

Del mismo año es "Titiritero" (1980), cantado por Héctor Titín Molina, que fue una cuarta participación seguida del autor en la selección local del festival OTI. Ambos se habían conocido años antes cuando Acevedo fue convocado por el director de orquesta Juan Azúa a hacer una adaptación de las canciones de la obra "Amor sin barreras" en el Casino Las Vegas, al que Molina llegó como postulante al elenco, según recuerda el autor.

-De repente llega un cabro larguirucho, bien tímido, con una guitarra, y a mí me gustó al tiro porque cantó "Arriba en la cordillera" (de Patricio Manns), que es de la música que yo escucho. Y volví un día a ver "Amor sin barreras" y me doy cuenta de que Titín Molina está haciendo la obra junto con la Patty Meza, que era una rubia del coro de "Sábados gigantes". Eso salió bastante lindo y estuvo harto tiempo.

Acevedo enumera varias composiciones suyas cantadas por Titín Molina en esos años. Entre ellas están la mencionada "Viaje al corazón de un niño", tercer lugar en el programa "Aplauso", de Canal 13, en el año en que los ganadores fueron Cristóbal ("Basta ya") y Buddy Richard ("Mentira"); la propia "Titiritero" para la selección local OTI, "Crónica de un forastero" para un Festival de Isla de Maipo con arreglo de Poncho Gajardo, con quien Acevedo trabajó en el programa "Chilenazo"; y  "Natalia en el viento" para el Festival de Olmué.

-En ese tiempo yo estaba en la lista negra, pero muy negra, y me acuerdo de que había una productora que me dijo "Pucha, lo siento, Nano, pero no va a pasar esta canción". Y no pasó -recuerda, a propósito de "Natalia en el viento" y de los costos de sus ideas políticas en la época-. Ese año también postulé con "Corazón de chileno", de Patricio Carvallo. En la primera noche cantaron los dos, y la gradería del Festival de Olmué gritaba, con antorchas las cabras, porque eran dos gallos jóvenes cantando bien. Entonces ahí me dejaron fuera de la final.

También de la época figuran "La araucana" (hacia 1980), enviada a la preselección del Festival de Viña e interpretada por Susana Angélica. "Todavía canta y tiene una voz preciosa", dice acerca de esa cantante, que también ha participado en otros festivales con el compositor Cecil González. Y en 1983 aparecen "Yo vivo entre dos amores" y "Elegía a Viña del Mar": las dos son tonadas, las dos son cantadas por el legendario Arturo Gatica y la primera fue clasificada para el Festival de Viña con arreglos de Valentín Trujillo.

-En ese tiempo componía todos los días. Canciones buenas, malas, muy malas. Ahora compongo como una vez al mes. Y yo le escribí dos temas ese mismo día -recuerda-. Yo veo este disco como un registro muy necesario, porque ahí hay voces capitales de la música popular, como la de Arturo Gatica, que, junto a la de Raúl Videla y otros, está dentro de las grandes voces que ha tenido este país.


Unos arreglos tipo Broadway

Para entonces es una época en que Nano Acevedo está trabajando en la televisión. Recuerda que en 1983, junto al músico y productor Leo García, compuso canciones para la sección llamada "Clan infantil" del programa "Sábados gigantes", en la que el productor era el compositor Pedro Flores. Y en 1984 llegó a "Chilenazo", programa del Canal 11 de la época conducido por el animador Jorge Rencoret, para componer canciones breves con diversos intérpretes, entre los que recuerda a Patricia Maldonado y Titín Molina. Fue en medio de ese trabajo que conoció a Arturo Gatica. "En el '80 hice muchas tonadas, para vivir. Eso me permitió comer".

En paralelo, y en el plano pop por definición, Acevedo compuso "Las mismas cosas" (1983), con arreglo orquestal del maestro Toly Ramírez, y "Nos falta amor" (1983), interpretadas por José Luis Arce, el cantante que en la época ganó fama por la competente voz con que interpretaba el repertorio de Frank Sinatra. Ambas fueron compuestas también junto al citado productor del "Clan infantil" de "Sábados gigantes", Pedro Flores, y grabadas en los estudios Nacofón que Nano Concha, bajista de Los Ángeles Negros, tenía en la calle Salvador de la capital.

-Ahí hay una canción grande con un intérprete grande y un arreglador grande como es Toly Ramírez -dice Acevedo acerca de "Las mismas cosas"-. José Luis Arce cantaba bastante en el Canal 13 en ese tiempo. Recuerdo que la grabamos como a las doce de la noche o la una de la mañana. Él estaba un poco resfriado e hizo esa versión. La puse ahí de punta (al comienzo del primer CD) porque es un tema grande y hermoso.

A su vez en dupla con el citado Leo García, con quien compartía el trabajo en "Sábados gigantes", Acevedo compuso "Nacerás" y "¿Quieres saber quién soy?" (ambas de 1983), cantadas por Juan Ricardo Viveros. "Son temas muy vivos, muy ágiles, con mucha fuerza", describe. Y un cantante literalmente infantil, Lito Sabal, es quien canta la canción "Los oficios de mi padre" (1983), con la producción de Jorge Vásquez, hombre que años antes había grabado a otro niño cantante, Juan Liner.

En los mismos años de "Sábados gigantes", el Festival de Viña siguió siendo un objetivo constante. "Benaiga la suerte, Rosa" (1983, no incluida en el disco) y "¡Ay de mí!" (1984), esta última también con arreglos de Toly Ramírez, fueron enviadas a ese certamen grabadas por el Grupo Santa María, formado en 1983 por Lu Rivera, Leo García, Carlos Ortega, Patricio Donaire y Fernando Rossi, hijo del guitarrista del mismo nombre, y en 1984 por Teresita Herreros, Ondina Lobos, Lorena Rojas, Leo García y Juan Ricardo Viveros.

"Toly Ramírez hizo un arreglos tipo Broadway", cuenta Acevedo acerca de "¡Ay de mí!", canción que quedó segunda tras una cueca de los Chacareros de Paine, según recuerda el autor. Y un año antes, "Benaiga la suerte, Rosa" no pasó a mayores: la ganadora en 1983 fue "En los tiempos de mi abuelo", cantada por Juan Pablo Méndez y original de Roberto Rojas y Juan Yayo Castillo.

-Pasó una cuestión genial, porque un día llegó a mi casa el Yayo Castillo, que era uno de los guitarristas de Pedro Messone, del grupo de los Pampanitos, me pasó un cassette y me pidió que le pusiera letra. Era un tema con una música igual a "Tío Alberto", de Serrat (una de las canciones del LP Mediterráneo, 1971). Al final le pasó su canción a Roberto Rojas, que escribe letras, y la mandaron a Viña, y Leo García y yo mandamos "Benaiga la suerte, Rosa". Tengo recortes de El Mercurio donde todos los músicos de la orquesta daban ganadora a "Benaiga la suerte, Rosa", en las radios me llamaban a entrevistas porque el tema le gustaba a todo el mundo. Y gana "En los tiempos de mi abuelo", que era el cassette que me había pasado el Yayo Castillo para que le pusiera letra.

De fines de los '80 datan dos canciones siguientes. Una es "Linda la rosa" (1989), grabada por Marcos Cartes y Madrigal, con letra de Acevedo y música de Yayo Castillo, el mismo de "En los tiempos de mi abuelo". Además de cantante, Marcos Cartes era empresario microbusero y Madrigal era el coro del Festival de Viña, según recuerda Acevedo. Una vez más se trata de una canción enviada a la preselección de ese festival, como también ocurrió con "Canción para mi viejo" (grabada a mediados de los '80), grabada por Los Surcadores del Viento. "En ese tema simbolizo a todos los viejos sabios que he conocido", dice el autor.


Remando pa' Chiloé

Algunos cantantes popularizados en los años '70 y '80 grabaron futuras canciones de Nano Acevedo desde 1990 en adelante. Es el caso de "No basta una canción", con letra de Acevedo y música y voz de Roberto Viking Valdés.

-El Viking era bien particular: te buscaba, te invitaba a un café, te hablaba de sus sueños. Me gustaba cómo era él. Quería una gran canción. Llegó con una música y le puse letra: "No basta una canción". Después la retomó y le puso unos coros de niños.

También es el caso de "Déjalo ir", cantada por María Inés Naveillán, con letra de Acevedo y música de Buddy Richard. Junto con "No es igual que yo", otra composición de Acevedo, esa canción fue grabada en un disco de la cantante, cuyo esposo es el citado autor y compositor Luis Poncho Venegas.

-Poncho quiso hacer un disco de María Inés Naveillán donde fueran muy pocas canciones de él, porque finalmente la María Inés cantaba puros temas de Poncho. Entonces llamó a la Yolanda Urrutia, a (Osvaldo) Jéldrez, a mí, a Buddy (Richard). Es una balada de estilo bien especial lo que canta la María Inés.

"La nueva vida" (compuesta en 1992 y ganadora del tercer lugar en el Festival de Olmué en 1993) y "La canción de Dalal" son dos canciones interpretadas por Marcela Morena, cantante de Maipú cuyo nombre real es Marcela Cárcamo y hoy vive en Santander, España, según la información de Acevedo. "Tenía una voz salvaje", recuerda. Es el año en que el compositor postuló con sendas canciones a tres festivales simultáneos: "Está naciendo una raza" con la Estudiantina de La Chimba para Viña del Mar, "La nueva vida" con Marcela Morena para Olmué, que obtuvo el segundo lugar, y "Pastora de dos tierras" con Chilhué, ganadora en el Festival de la Patagonia.

También de comienzos de los '90 es "Damisela", enviada al concurso "Música de este lado del sur" e interpretada por Nano Acevedo Trío y con arreglo de Cristian Rantés Quinteros, integrante del grupo junto a Manuel Alejandro Parra y Roberto Aranda San Martín. Con motivo del disco Cantata mapuches y huilliches (1995) se sumó al grupo Antonio Morales, proveniente de Illapu, como quinto integrante.

Y de la misma época son "Mi corazón al sur", con el grupo Voces del Sur, de Puerto Varas, y "Remando pa' Chiloé", con el conjunto Llauquil de Quellón que dirigía el cantor chilote Amador Cárdenas, enviada al Festival de Puerto Montt. "Ése es un orgullo para mí. Es un grupo absolutamente auténtico, que hace sólo recopilaciones o canciones de Amador Cárdenas, un cultor que murió y que tenía una voz muy especial”, dice el autor, que a partir de esta experiencia compuso la canción "Huenteo viene volando", de la citada Cantata mapuches y huilliches (1993).

Ganadora del Festival de Loncoche fue "Una canción para volver", del conjunto femenino Newén. Y si se trata de voz de mujer, Acevedo recuerda que con Emma Guzmán viene trabajando en certámenes como el Festival  de Cañete desde los años '80 y '90. Es ella quien interpreta "Será la uva en abril que vendrá" y "La ciudad del poeta", ambas extraídas del disco Tiempo de urgencias (2002), de la cantante. "La Emma sigue cantando con su trío, con el nombre de Trazos. Tiene una calidad vocal bastante buena y mucha calidez, es muy cercana a la gente y le va muy bien en los festivales y en sus canciones".

Tres canciones tiene a su vez en el disco el grupo Calle Real: son "¡A que no te olvidas!", "Por tus ojos negros" y la reciente "Mi niño pequeño", grabadas en la década pasada por este grupo de la comuna santiaguina de Recoleta que acompañó a Acevedo hasta 2012 y dirige Víctor Padilla. "Es un tremendo guitarrista y se nota en las interpretaciones. La solista tenía una voz muy linda y las guitarras están muy bien hechas".

De lleno al nuevo siglo pertenece el grupo más nuevo de composiciones del disco. "Tendría que haberte llevado lejos" fue grabada con el sexteto antofagastino Los Trovadores del Sol, iniciado en los años '70 y '80 como Los Pirquineros y con grabaciones para el sello Star Sound. La canción figura en la antología de Acevedo Nada fácil (2004) y es contemporánea de otras como "Qué sería ahora".


Luego, "Décimas de la fiesta de los pájaros", con Gastón Recart y el grupo Acuarela, y "Trompo", con la cantante argentina Andrea Ronda, pertenecen a los discos Cuentos para niños sobre las aves de Chile (2006) y Juegos tradicionales chilenos (2009). El autor reincidió en la preselección del Festival Viña del Mar con "Guitarra y primavera" (2012), grabada por las cuequeras de Las Torcazas, y una pincelada de historia y actualidad combinadas hay en "El amor bailando" (grabada hacia 2002 ó 2003), interpretada por Los Cuatro Cuartos y también enviada al festival de Viña.

"Es una especie de ritmo chilote que está muy bien logrado por ellos", dice el compositor a propósito de ese conjunto, precursor del movimiento del Neofolklore o "Nueva Ola folclórica" iniciada a comienzos de los años '60, y anclado desde entonces en la memoria temprana de Nano Acevedo. "Yo quería que me grabaran Los Cuatro Cuartos desde que los escuchaba cuando era chico".

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