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Piñera resalta la "herencia de nuestros pueblos originarios" en reapertura de Museo Precolombino

El recinto, el más importante de su tipo en Chile, fue remodelado con una inversión que ascendió a 17 millones de dólares, a través de la cooperación público-privada.

10 de Enero de 2014 | 04:20 | Por Fernanda Villalobos, Emol

SANTIAGO.- "La herencia de los pueblos originarios está presente en nuestras vidas, en nuestra historia, en nuestro futuro, como también en nuestro lenguaje y en nuestra alma". Con esas palabras el Presidente Sebastián Piñera resaltó este jueves la reinauguración del Museo Chileno de Arte Precolombino, el centro arqueológico más importante del país.

El recinto fue sometido a una completa remodelación que lo mantuvo cerrado durante dos años. A partir del viernes exhibirá, en un recinto de 450 metros cuadrados recién construido, la muestra permanente "Chile Antes de Chile", que incluye nuevas colecciones centradas en las culturas que han habitado nuestro territorio desde hace 15 mil años.

Las piezas más antiguas corresponden a las célebres momias del complejo Chinchorro, que preceden en casi 3.000 años a las de Egipto.

El nuevo museo también contará con un patio cívico que estará abierto al público.

"Nuestro querido museo vuelve a abrir sus puertas para continuar lo que ha sido siempre una misión visionaria y pionera. Muchos no le daban valor de rescatar esas raíces y esa identidad porque pensaban que la historia de nuestro país empezaba con el Descubrimiento", afirmó el Mandatario.

"Quiero recordarles que Diego de Almagro no descubrió Chile, sino que lo habían hecho miles de años antes nuestros pueblos originarios", agregó.

La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, resaltó en su discurso la importancia de la reapertura del museo en la tarea de reparar "la deuda cultural, social, política y ética" con nuestros pueblos originarios.

"Es muy decidor que por mucho tiempo Chile haya hecho invisible la historia de sus raíces más antiguas y profundas, así como también el mestizaje", expresó.

"Somos un país que por largo tiempo hizo gala de su supuesta homogeneidad, pero eso era una falacia y se ha ido desmoronando enhorabuena", agregó. "Es un paso necesario para nuestro país completo reconocer nuestra historia indígena".

Cooperación público-privada

El espacio fue remodelado mediante una inversión de 17 millones de dólares aportada por la empresa Minera Escondida. El funcionamiento futuro del museo será sostenido por una alianza público-privada entre la Fundación Larraín Echeñique (institución dueña del museo); el Gobierno, a través del Legado Bicentenario del Consejo para la Cultura y las Artes, y la Municipalidad de Santiago.

Participaron en la ceremonia la Primera Dama, Cecilia Morel; los ministros de Cultura, Roberto Ampuero, y de Desarrollo Social, Bruno Baranda; la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá; el director del museo, Carlos Aldunate, y el presidente de la compañía BHP Billiton, Peter Beaven.

"Este importante proyecto está en sintonía con la remodelación de edificios patrimoniales ubicados en el casco histórico de Santiago. En este contexto, el museo con sus exhibiciones e instalaciones recibirá al visitante con accesos más amigables y abiertos al tránsito de las personas", enfatizó el director de la institución cultural.

Beaven, en tanto destacó que además de su impacto cultural, la obra contribuye a revitalizar a la capital como centro turístico y patrimonial. Este proyecto resaltó "la inversión en infraestructura cultural más importante de los últimos tiempos y un exitoso caso de gestión público-privada".

El diseño de la exposición estuvo a cargo de Geoffrey Pickup, profesional vinculado al British Museum en Londres, donde también participaron ingenieros, arquitectos y otros expertos.

La exhibición contempla aspectos interactivos como juegos multimedia, en el sector de la zona Mustakis, incorporada a la ampliación. 

Otros atractivos son un espacio dedicado a evidenciar la importancia del consumo de chicha, que formaba parte de muchas ceremonias de los pueblos prehispánicos, y las estatuas Chemamüll, de más de dos metros de altura, que se utilizaban en los ritos funerarios mapuches.  

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