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Ven a ver

Con años de historia dedicados a La Regia Orquesta, Javiera & los Imposibles, Electrodomésticos y a bandas sonoras para cine y teatro entre otras tareas, en su segundo disco este músico chileno sorprende además con sus opciones como solista, igualmente diversas.

13 de Febrero de 2014 | 16:25 |

Podrá ser por motivos visuales o musicales que este CD incluye en el diseño de la carátula una especie de tablero con distintos órdenes sugeridos para escuchar las canciones, aparte de la secuencia original. Y podrá ser también un ejercicio gratuito pero resulta un buen juego seguir ese esquema, como si fuera una versión a escala pequeña de la lectura de "Rayuela" o de algún libro de Perec, porque cada serie de canciones sirve para sorprenderse con todas las facetas de Cuti Aste, un instrumentista múltiple que ha tocado con La Regia Orquesta, Los Tres, Javiera & los Imposibles, los Mismos y Electrodomésticos y que ahora presenta su segundo disco como solista después de Estatuas de sal (2009).
 
El punto de partida suena a rock eléctrico en la canción "Ven a ver" y a continuación vienen las primeras variedades, primero en un sonido de pop hecho con instrumentos tangibles desde guitarras acústicas rasgueadas hasta vibráfono en "Corriendo", y más adelante bien elaborado con bases más digitales en "Me llevarás": Cuti Aste se lleva igual de bien con la sonoridad que cultivó en los '90 a su paso por los Imposibles y con el pop mullido y electrónico de un disco del nuevo siglo como Hungría, de Gepe, por situar dos polos. Luego, como si cada ruta posible fuera un EP implícito en el disco, el auditor puede avanzar hacia casillero melódico de "Sin ti" y a la balada final en inglés "By this river", o pasar desde el inicio al pop digital y luego al rock de protesta de "Paren de mentir" o al preámbulo extenso de "Silencios azules", una estupenda composición que de paso viene a acusar cómo Cuti Aste es hombre con edad suficiente para haber saboreado el rock progresivo de primera generación en boga en los años '70.
 
Dos de estas canciones suenan más orquestadas, con los pianos y arreglos de cuerdas que añaden drama a "Sin ti" y que se oyen también en "Sólo por eso", donde está agregado el estilo en el trombón ubicuo de Héctor Parquímetro Briceño. Son composiciones sin ansiedad además, de pulso lento, a tono con la calma que Cuti Aste ha mostrado para grabar dos discos como solista en dos décadas y media dedicadas al pop, las bandas sonoras y la música para teatro entre otras ocupaciones paralelas. También es coherente con esa calma su naturalidad para cantar todo esto. No se trata de un timbre vocal vibrante ni llamativo a primera escucha, sino funcional, como que es la voz de un instrumentista más que la de un cantante, de hecho. En una canción como "Hasta que salga el sol" hasta se adivina por sorpresa un eco del estilo de Reinaldo Rhino González, el vocalista de los grupos Beat 4 y Frutos del País que en los años '60 y '70 dejó una marca señera de cómo cantar rock chileno sin artificios. Es un eco saludable ayer y también hoy. "Ven a ver que yo no puedo ver / Ven a oír que yo no quiero oír" son las líneas iniciales de la canción que da el título al disco, con una letra en la que riman las palabras "noticiero" y "embustero", por si hacen falta comentarios sobre la vida chilena actual para situar a Ven a ver en medio de su tiempo.

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