Alís se presentará el lunes 24, tras el show de Laura Pausini.
La SegundaVIÑA DEL MAR.- "Sí, puede ser, te contesto en un par de días", dice Jorge Alís que respondió a los organizadores del Festival de Viña del Mar, cuando hace un par de meses lo llamaron para comunicarle que pensaron en su nombre como una de las cartas para el humor en el certamen.
El argentino, uno de los impulsores del boom del stand-up comedy en Chile, efectivamente se tomó ese par de días, y pensó y pensó. "Y al tercer día me dije que sí, porque me pareció bien", dice como si nada.
¿Pero qué hace que un tipo que se está dando a conocer al público masivo, decida arriesgar buena parte de su capital artístico y someterse a la audiencia más voraz e impredecible de nuestro medio? Según Alís, no fue sólo el ánimo de triunfo ni la confianza en sus medios (menos el dinero), sino el relato que en el futuro entregará a sus tres hijos respecto de este ofrecimiento.
"Una de las cosas que me llevó a decidirme fue pensar que si dentro diez años le contaba a un hijo mío que me habían llamado de Viña, y que dije que no, me iba a querer matar", cuenta.
-Pero puede que también les digas "hace diez años estuve en Viña y me cocinaron".
-Sí: "Fui a Viña, me cocinaron, me comieron, pero fue muy lindo". Lo otro sería ser cobarde. Esto será una experiencia, y prefiero la experiencia.
Alís tiene su reducto: El Cachafaz, la tanguería de la que es dueño y profesor, y donde también comanda noches de monólogos humorísticos en medio de un ambiente bohemio, de comida, trago, luz baja y confianza. Una atmósfera como para largarse con una rutina, ya que si una alusión no causa el efecto deseado, luego vendrá otra que sí lo hará. En el intertanto, a nadie se le pasaría por la cabeza pifiar. De ninguna manera.
Viña, claro está, no es así, pero Alís asegura que no por ello cambiará su forma de encarar el humor, en su turno del lunes 24 de febrero. "Por lo que hago es por lo que aparentemente llegué aquí", afirma. "Tengo que hacer eso, no puedo ponerme a hacer otra cosa. Aparentemente cuando uno hace humor, tienes que decir una palabra y la gente se tiene que reír de inmediato. Pero puedes decir cosas humorísticas y que no haya una carcajada automática. Hay que manejar eso, tener la posibilidad de escuchar y decir las cosas en el momento justo".
Sobre su rutina, adelanta que abordará su tema más recurrente: Ser argentino. "Criticaré a mi país, a la sociedad argentina, y con lo que significa vivir tantos años en este país. No comparando, sino con lo que me pasa, porque uno como extranjero a veces ve otras cosas", asegura.
Lo que sí cree que no abordará de la misma manera que sus seguidores conocen, es el humor más extremo, que ha desarrollado en instancias como los "Viernes sin censura" de "Mentiras Verdaderas" (La Red), donde incluso lo presentan como "el argentino cul...".
"Sólo habrá algo de eso. Yo me autocensuro en ese aspecto, porque tiene que ver con espacios a los que puedes llegar. Aquí laburamos para entrar por otros lados, y lo otro lo seguiremos haciendo con mi grupo en el teatro".
Si Viña 2014 puede ser consagratorio, es algo que no le quita el sueño: "Sólo espero estar ahí, pasar ese momento, que la gente escuche, y después salir con mi familia y mis amigos a tomar algo. Que al otro día siga todo igual. Sólo espero eso".