VIÑA DEL MAR.- Aún está en plan de retorno tras sus años de aparente ostracismo, que lo tuvieron editando discos sólo en Colombia y recluido en el teatro que él mismo levantó en Bogotá. Quizás por ello es que Carlos Vives andaba despacio por las piedras en los días previos a su turno en el Festival, esperando que lo suyo pudiera gustarle a quienes llegaran a la Quinta Vergara.
Pero la cuarta noche del certamen dejó en claro que cualquier especulación al respecto no era más que un ejercicio vano: El cantante armó una verdadera fiesta colombiana en la Quinta Vergara, que tras la presentación de La Ley mantuvo su aforo casi intacto.
Es que, aunque Vives por momentos parezca olvidarse, hablamos de uno de los artistas más populares en el continente desde los 90, cuando vino en sus primeras veces a Viña de Mar (1996 y 1998). Él mismo las recordó tras la largada con "Cómo le gusta a tu cuerpo" (el tema que popularizó junto a Michel Teló, el "one hit wonder" brasileño): "Gracias Viña por no olvidar. Quince años después, estamos de regreso", dijo.
En rigor, son 16, pero qué va. Vives está de vuelta y su condición es prácticamente óptima, como lo demuestra su numerosa agrupación La Provincia, donde varios rostros ya son familiares (como el acordeonista Egidio Cuadrado y la gaitera Mayte Montero), y en la que sobresale un poderoso tridente de percusiones.
Pero él es el jefe, y su autoridad se ejerce con el contagioso optimismo y relajo que ha mostrado en sus diversas apariciones públicas desde que arribó. En ese perfil, celebró que tanto Cecilia Bolocco como Paloma San Basilio estuvieran viendo su show ("con eso yo ya tengo mi premio"), y hasta logró un improvisado dueto con la española en "La gota fría".
En esa misma línea, bailó con Carolina de Moras, y permitió que un fan en la platea le pidiera matrimonio a su novia. Romántica escena, si no fuera por un detalle: Que el colombiano erró el momento, y antes de interpretar "Voy a olvidarme de mí" pronunció la frase "quieres casarte conmigo".
Y aunque luego se corrigió con un "todavía no", ya había mandado a un ejército de dateados camarógrafos a rodear a la pareja, que esperaba concretar el compromiso en la siguiente "Volví a nacer", cuando Vives contó la historia a todo el público.
Pero ésa es una anécdota en una noche marcada por la fiesta, el reencuentro y los colores de Colombia. El público la premió con stock completo de trofeos, pero también con un entusiasmo impregnado en cada rincón de la Quinta Vergara, donde seguro no habrá que esperar otros 16 años para ver a Carlos Vives otra vez.